- Hasta los huesos.
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Re: - Hasta los huesos.
Jajajajaja. Santo Dios, Clauuu!! Es que me meo de pensar en la escena que has descrito! Lo de Patri provocándole con su pie... jajajajaja.
"Él seguía hablando, y ella, sin dejar de mirar al CUE, seguía el guión perfectamente. Como dicen, las mujeres pueden hacer varias cosas a la vez."
Y qué me dices de esto? Porque ha sido un puntazo mortal!!! Me meaba leyéndolo!!!
Sigue, por faaas!!! Que tengo ganitas de seguir leyendooo!!! Cena cena ceeeeenaaaaaa(
"Él seguía hablando, y ella, sin dejar de mirar al CUE, seguía el guión perfectamente. Como dicen, las mujeres pueden hacer varias cosas a la vez."
Y qué me dices de esto? Porque ha sido un puntazo mortal!!! Me meaba leyéndolo!!!
Sigue, por faaas!!! Que tengo ganitas de seguir leyendooo!!! Cena cena ceeeeenaaaaaa(
KeLa_13- Mensajes : 343
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: - Hasta los huesos.
Este es, sin duda... uno de mis capítulos favoritos...
La escena del pie me ha puesto mala hasta a mí xDDD
aiiiss... me encanta... SIGUE, ZORRÓN!!!
La escena del pie me ha puesto mala hasta a mí xDDD
aiiiss... me encanta... SIGUE, ZORRÓN!!!
p.a.t.r.ii- Mensajes : 440
Fecha de inscripción : 01/10/2009
Re: - Hasta los huesos.
Venga, por aquí dejo otro más =))
Capítulo 9:
Estaba apoyada en la pared frotándose las manos para darse calor cuando lo vio acercándose a paso rápido.
Ángel: Perdona, se me ha hecho un poquito tarde…
Patricia: No pasa nada, al menos has venido corriendo por si estaba pasando frío
Ángel: ¿Qué? No no, es que pensé que cerraban hoy más temprano. –Dijo intentando parecer serio. Ella frunció el ceño y le dio un pequeño codazo. –
Entraron en la cafetería de siempre y mientras, él la empujaba hacia dentro apoyando sus manos tímidamente en sus caderas. No le importaba. No estaba acostumbrada, pero no iba a ser ella quien le dijera que no lo hiciera.
Se sentaron en una de las mesas, un poco alejada del resto. Como casi siempre.
Camarero: ¿Lo de siempre?
Patricia: Sí, ¿no?
Ángel: Claro. –Dijo sonriéndole. El chico, que ya les conocía, se retiró hacia detrás de la barra. – ¿Llevas mucho rato ahí fuera?
Patricia: No, un ratito…
Ángel: Deberías haber entrado, no hacía falta que esperaras cogiendo frío
Patricia: No, si no te estaba esperando, estaba buscando a ver si encontraba al amor de mi vida. –Soltó una carcajada y le miró. Él no la vio porque estaba guardándose el móvil en el bolsillo, pero por supuesto si escuchó su comentario. –
Ángel: Pues a lo mejor se te ha escapado, no sé que haces aquí sentada
Patricia: Lo de siempre… la idiota
Siguieron hablando de todo un poco hasta que el camarero les interrumpió con la comida. Un trozo de tarta para los dos y un par de cafés.
Ángel: Bueno, tengo una cosita para ti… -Dijo llevando su mano hasta el bolsillo. –
Patricia: Lo sabía…
Ángel: ¿El qué?
Patricia: Que lo que te sobresalía del pantalón no podía ser… eso…
Ángel: ¡Patricia! –Ella soltó una carcajada tras ver su cara. –
Patricia: Que es broma, hombre.
Ángel: Bueno, ¿estás preparada?
Patricia: Siempre. –Ángel se acercó ligeramente a ella y, mirándola a los ojos, le entregó una pequeña figura con forma de un pitufo. Era un llavero. –
Ángel: ¿Me perdonas? –Le preguntó susurrándole. Y ella, que era la que había empezado con ese absurdo juego no pudo hacer otra cosa que asentir ante su atenta mirada. Y le sonrió. – ¿no vas a hablar?
Patricia: Ángel, no empecemos como ayer… -Dijo dirigiendo inconscientemente sus ojos a sus labios y luego agachando la mirada hacia la taza de café. Él observó como tragó saliva y se separó, todavía sonriendo. –
Terminaron de comer callados, disputándose el último trozo de tarta que quedaba en el plato.
Patricia: Si querías ganarte mi perdón deberías dejármelo a mí. –Le rebatió mirándole entrecerrando los ojos, rompiendo el hielo. –
Ángel: ¿Lo echamos a suerte?
Patricia: No, que seguro que pierdo…
Ángel: ¡Entonces tengo una idea!
Cogió una servilleta y, con un bolígrafo, escribió una nota. La dejo bajo el plato y luego se volvió a guardar el bolígrafo en el bolsillo de la chaqueta.
Ángel: Ya está, podemos irnos. –Le dijo levantándose de la mesa. –
Patricia: ¿Y la cuenta? –Preguntó aún sentada. –
Ángel: Eso está todo arreglado… ¿tienes ganas de hacer algo malo?
Patricia: ¿Algo malo de qué tipo? –Él dirigió su mirada hacia la puerta y entonces ella comprendió. – ¿Seguro?
Ángel: ¡Venga! Como sigamos aquí más rato se va a notar
Ella se levantó, y pasó delante de él casi corriendo. Entre toda la gente que había ni siquiera se podían oír sus tacones, cosa que ella aprovechó para ir más rápido. Él, aún en la mesa, sacó el dinero y lo dejó en la mesa al lado de la servilleta. Luego corrió tras ella, llegando hasta la acera de la calle.
Patricia: ¡Nos hemos ido sin pagar Ángel! Y encima ha sido idea tuya… ¡se supone que tú eres el cuerdo! –Le dijo ya al lado del coche. –
Ángel: Se supone. –Contestó sonriendo. Y en esta ocasión, había sido muy cuerdo, demasiado. –
Patricia: ¿Crees que Carlos se enfadará?
Ángel: No, tampoco nos hubiera cobrado mucho… además siempre solemos dejarle propina
Patricia: A ver si me voy a aficionar a esto de no pagar…
Ángel: ¡Ni se te ocurra!
Patricia: ¿Te preocupa que me encierren? –Le preguntó divertida, sonriendo. –
Ángel: No, me preocupa que no pagues cuando estés conmigo y me encierren a mí.
Ella volvió a mirarle poniendo morritos, y después sacó las llaves de su coche. Luego las puso en su nuevo llavero.
Patricia: Mira que bonitas quedan
Ángel: Sí, las tuyas, las mías, las de tu hermano, las de tu madre, las de tu padre… ¡son todas iguales!
Patricia: Oye, que toda esa gente no va a meter sus llaves aquí –Él se rió después de ver su cara de ofendida. –
Ángel: Bueno, va siendo hora de irse, ¿no?
Patricia: Sí… mira que hora es ya
Ángel: Pues hasta mañana entonces –Dijo mirándola y sonriendo. –
Se dio la vuelta para caminar hasta su coche, pero ella le paró agarrándole de la mano. Él se giró.
Patricia: Buenas noches Ángel. –Le dijo muy bajito, sonriendo tímidamente. Ni siquiera mostró sus blancos dientes. –
Ángel: Buenas noches.
Y después le acarició ligeramente la mano, haciendo que él tuviera, casi por obligación, que mirarla tiernamente. Sonrió y se marchó en dirección contraria, caminando despacio, con las manos en los bolsillos.
A ella le hubiera gustado darle al menos dos besos para agradecerle el regalo, ciertamente le había encantado, aunque no sabía por qué viniendo de él le gustaba incluso más. Supuso que era porque a pesar de ser muy detallista, con ella a veces se comportaba de forma diferente. Y no le quiso dar más vueltas, se conformaba con pasar esos pequeños ratos con él que tanto le gustaban. Antes de arrancar miró por última vez el llavero y, metiéndolo en el bolso, sonrió.
Capítulo 9:
Estaba apoyada en la pared frotándose las manos para darse calor cuando lo vio acercándose a paso rápido.
Ángel: Perdona, se me ha hecho un poquito tarde…
Patricia: No pasa nada, al menos has venido corriendo por si estaba pasando frío
Ángel: ¿Qué? No no, es que pensé que cerraban hoy más temprano. –Dijo intentando parecer serio. Ella frunció el ceño y le dio un pequeño codazo. –
Entraron en la cafetería de siempre y mientras, él la empujaba hacia dentro apoyando sus manos tímidamente en sus caderas. No le importaba. No estaba acostumbrada, pero no iba a ser ella quien le dijera que no lo hiciera.
Se sentaron en una de las mesas, un poco alejada del resto. Como casi siempre.
Camarero: ¿Lo de siempre?
Patricia: Sí, ¿no?
Ángel: Claro. –Dijo sonriéndole. El chico, que ya les conocía, se retiró hacia detrás de la barra. – ¿Llevas mucho rato ahí fuera?
Patricia: No, un ratito…
Ángel: Deberías haber entrado, no hacía falta que esperaras cogiendo frío
Patricia: No, si no te estaba esperando, estaba buscando a ver si encontraba al amor de mi vida. –Soltó una carcajada y le miró. Él no la vio porque estaba guardándose el móvil en el bolsillo, pero por supuesto si escuchó su comentario. –
Ángel: Pues a lo mejor se te ha escapado, no sé que haces aquí sentada
Patricia: Lo de siempre… la idiota
Siguieron hablando de todo un poco hasta que el camarero les interrumpió con la comida. Un trozo de tarta para los dos y un par de cafés.
Ángel: Bueno, tengo una cosita para ti… -Dijo llevando su mano hasta el bolsillo. –
Patricia: Lo sabía…
Ángel: ¿El qué?
Patricia: Que lo que te sobresalía del pantalón no podía ser… eso…
Ángel: ¡Patricia! –Ella soltó una carcajada tras ver su cara. –
Patricia: Que es broma, hombre.
Ángel: Bueno, ¿estás preparada?
Patricia: Siempre. –Ángel se acercó ligeramente a ella y, mirándola a los ojos, le entregó una pequeña figura con forma de un pitufo. Era un llavero. –
Ángel: ¿Me perdonas? –Le preguntó susurrándole. Y ella, que era la que había empezado con ese absurdo juego no pudo hacer otra cosa que asentir ante su atenta mirada. Y le sonrió. – ¿no vas a hablar?
Patricia: Ángel, no empecemos como ayer… -Dijo dirigiendo inconscientemente sus ojos a sus labios y luego agachando la mirada hacia la taza de café. Él observó como tragó saliva y se separó, todavía sonriendo. –
Terminaron de comer callados, disputándose el último trozo de tarta que quedaba en el plato.
Patricia: Si querías ganarte mi perdón deberías dejármelo a mí. –Le rebatió mirándole entrecerrando los ojos, rompiendo el hielo. –
Ángel: ¿Lo echamos a suerte?
Patricia: No, que seguro que pierdo…
Ángel: ¡Entonces tengo una idea!
Cogió una servilleta y, con un bolígrafo, escribió una nota. La dejo bajo el plato y luego se volvió a guardar el bolígrafo en el bolsillo de la chaqueta.
Ángel: Ya está, podemos irnos. –Le dijo levantándose de la mesa. –
Patricia: ¿Y la cuenta? –Preguntó aún sentada. –
Ángel: Eso está todo arreglado… ¿tienes ganas de hacer algo malo?
Patricia: ¿Algo malo de qué tipo? –Él dirigió su mirada hacia la puerta y entonces ella comprendió. – ¿Seguro?
Ángel: ¡Venga! Como sigamos aquí más rato se va a notar
Ella se levantó, y pasó delante de él casi corriendo. Entre toda la gente que había ni siquiera se podían oír sus tacones, cosa que ella aprovechó para ir más rápido. Él, aún en la mesa, sacó el dinero y lo dejó en la mesa al lado de la servilleta. Luego corrió tras ella, llegando hasta la acera de la calle.
Patricia: ¡Nos hemos ido sin pagar Ángel! Y encima ha sido idea tuya… ¡se supone que tú eres el cuerdo! –Le dijo ya al lado del coche. –
Ángel: Se supone. –Contestó sonriendo. Y en esta ocasión, había sido muy cuerdo, demasiado. –
Patricia: ¿Crees que Carlos se enfadará?
Ángel: No, tampoco nos hubiera cobrado mucho… además siempre solemos dejarle propina
Patricia: A ver si me voy a aficionar a esto de no pagar…
Ángel: ¡Ni se te ocurra!
Patricia: ¿Te preocupa que me encierren? –Le preguntó divertida, sonriendo. –
Ángel: No, me preocupa que no pagues cuando estés conmigo y me encierren a mí.
Ella volvió a mirarle poniendo morritos, y después sacó las llaves de su coche. Luego las puso en su nuevo llavero.
Patricia: Mira que bonitas quedan
Ángel: Sí, las tuyas, las mías, las de tu hermano, las de tu madre, las de tu padre… ¡son todas iguales!
Patricia: Oye, que toda esa gente no va a meter sus llaves aquí –Él se rió después de ver su cara de ofendida. –
Ángel: Bueno, va siendo hora de irse, ¿no?
Patricia: Sí… mira que hora es ya
Ángel: Pues hasta mañana entonces –Dijo mirándola y sonriendo. –
Se dio la vuelta para caminar hasta su coche, pero ella le paró agarrándole de la mano. Él se giró.
Patricia: Buenas noches Ángel. –Le dijo muy bajito, sonriendo tímidamente. Ni siquiera mostró sus blancos dientes. –
Ángel: Buenas noches.
Y después le acarició ligeramente la mano, haciendo que él tuviera, casi por obligación, que mirarla tiernamente. Sonrió y se marchó en dirección contraria, caminando despacio, con las manos en los bolsillos.
A ella le hubiera gustado darle al menos dos besos para agradecerle el regalo, ciertamente le había encantado, aunque no sabía por qué viniendo de él le gustaba incluso más. Supuso que era porque a pesar de ser muy detallista, con ella a veces se comportaba de forma diferente. Y no le quiso dar más vueltas, se conformaba con pasar esos pequeños ratos con él que tanto le gustaban. Antes de arrancar miró por última vez el llavero y, metiéndolo en el bolso, sonrió.
cLau-90- Mensajes : 625
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Localización : -
Re: - Hasta los huesos.
Alaaa alaaaa!!! Qué ponía en la servilleta? Por qué no se besan de una condenada vez? Por qué la idea de Ángel regalándole un llaverito de pitufo a Patri me parece tan sexy? Por qué Patri hace bromas sobre el DESCOMUNAL paquete de Ángel? Se ha fijado en él? Por qué cuándo tenemos frío nos frotamos las manos? POR QUÉ ERES TAN BUENA!?!?!?!?!?!?!
Quiero más, Clau... mañana empezaremos a negociar tú y yo... JÁ! Esto no va a quedar así... ya te lo advierto...
¡¡¡¡Me encantaaa!!!!
Quiero más, Clau... mañana empezaremos a negociar tú y yo... JÁ! Esto no va a quedar así... ya te lo advierto...
¡¡¡¡Me encantaaa!!!!
KeLa_13- Mensajes : 343
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: - Hasta los huesos.
muy chuli, me a parecido super tierno lo k a exo patri cuando le a cogido la mano a angel para despedirse, anda sigue k eres genial escribiendo
reboltosa05- Mensajes : 59
Fecha de inscripción : 03/02/2010
Edad : 32
Localización : ciudad real
Re: - Hasta los huesos.
Preciosérrimo
(estoy vaga, prometo currarme el próximo coment, pero juro que me ha encantado)
(estoy vaga, prometo currarme el próximo coment, pero juro que me ha encantado)
Legna- Mensajes : 516
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: - Hasta los huesos.
que bonito! ^^
aiss me ha encantado, regalandole un llavero de pitufo
y luego corriendo para salir "sin pagar" que monisimos
aiss me ha encantado, regalandole un llavero de pitufo
y luego corriendo para salir "sin pagar" que monisimos
Re: - Hasta los huesos.
Sabes Clau? Tu fic es para morir por sobredosis de azucar *-*
No puedo parar de pegar botes cada vez que identifico el "detalle B&B" en el fic.
B&B y Pángel...que más puedo pedir.
Pd 1: Yo quiero ver los lunares de Patri tan cerca como lo hace Ángel...
Pd2: Soy la única que se ha puesto un poco perra cuando ha leido lo del pie? xD
No puedo parar de pegar botes cada vez que identifico el "detalle B&B" en el fic.
B&B y Pángel...que más puedo pedir.
Pd 1: Yo quiero ver los lunares de Patri tan cerca como lo hace Ángel...
Pd2: Soy la única que se ha puesto un poco perra cuando ha leido lo del pie? xD
embrujada_misteriosa- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 17/12/2009
Re: - Hasta los huesos.
embrujada_misteriosa escribió:Sabes Clau? Tu fic es para morir por sobredosis de azucar *-*
No puedo parar de pegar botes cada vez que identifico el "detalle B&B" en el fic.
B&B y Pángel...que más puedo pedir.
Pd 1: Yo quiero ver los lunares de Patri tan cerca como lo hace Ángel...
Pd2: Soy la única que se ha puesto un poco perra cuando ha leido lo del pie? xD
no as sido la unica, yo tambien xDDD
pupi99- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 16/01/2010
Edad : 31
Localización : en mi casa...aburrida xD
Re: - Hasta los huesos.
Yupi! gracias a todas, subo otro :3 y Miriam, me alegro de que te hayas pasado por aquí a leer porque sin duda este fic es de los nuestros XD
Capítulo 10:
El frío y el cielo nublado la habían avisado de que ese no iba a ser un buen día, pero, por suerte, ella nunca hacía caso. Salió de casa con unos vaqueros, un jersey negro de cuello alto y una gabardina también negra. Agradeció llevar un paraguas a mano porque en seguida, las primeras gotas del día cayeron sobre ella. Despacio, frías.
En cuanto llegó subió a su camerino y dejó el abrigo en el respaldo del sillón secándose.
**
Después de pasar por maquillaje, peluquería, vestuario, grabar dos sketches y respirar, que parecía que era lo menos importante esa mañana, estaba sentada en la mesa repasando el guión. Lo vio pasar por allí y le sonrió, recordando la noche anterior.
Él se acercó.
Ángel: ¿Has dormido bien? –Le dijo. –
Patricia: Mmmm… sí. –Dudó ella. –
Ángel: No te veo muy convencida
Patricia: Es que necesitaba compañía. –Le dijo de broma. Pero en el fondo, o no tan en el fondo, estaba diciendo la verdad. –
Ángel: La próxima vez llámame… y te mando un “boy” de esos. –Le respondió gracioso, revolviéndole el pelo. –
Patricia: ¡Ángel!
Ángel: Hasta después solitaria. –Dijo haciendo el gesto de las comillas con sus manos y encogiendo los hombros. Se dio la vuelta y salió hacia el backstage. –
Ella se quedó mirando como se marchaba y pensando desconcertada en los cambios de humor que tenía, y en cómo algunas veces no mostraba nada de sí mismo y otras se abría mucho más, casi olvidándose del resto de la gente.
**
El programa empezó con normalidad, como casi siempre. Ella con su mejor sonrisa y él, algo cansado, intentaba ponerla. Pero aquel día, iba a necesitar hacerlo, por ella.
Patricia: Ángel, ¿qué es esto? –Le preguntó susurrando acercando su silla. Y suspiró. Lo sabía perfectamente. –
Ángel: Patric…
Patricia: Ya, ya lo sé. Pero podías haber prescindido de esto, ¿no?
Ángel: Sí, lo sé, per
Patricia: Ya se fue, no está aquí.
Ángel: Hablas como si se hubiera muerto. –Dijo poniendo una cara graciosa. Ella no pudo evitar reírse. –
Patricia: Sabes a lo que me refiero… quiero pasar página.
Ángel: Será la primera vez y la última, ¿vale?
Y tras guiñarle un ojo, volvieron a su posición inicial y a interpretar, aunque eso hay veces que no dejaban de hacerlo.
Patricia: ¿A que salgo mona? –Dijo jugando con un mechón de pelo. –
Ángel: ¿¡Pero no has visto lo importante de ese vídeo!?
Patricia: Claro que sí… yo, ¿no?
Ángel: Bueno, el resto de la gente está esperando a que lo confirmes o lo desmientas… venga, va, dilo ya
Patricia: Vale, la pulsera que llevo es robada, ¡pero pienso devolver todo el dinero! –Gritó juntando las manos en forma de súplica. Él dejó escapar una leve sonrisa. –
Ángel: ¿Y que hay del chico?
Patricia: El chico… está en mi sótano atado a una silla. Pero prometo soltarlo cuando me diga que quiere ver el maratón de capítulos de tarta de fresa conmigo
Ángel: ¿Segura?
Patricia: Segurísima. Aunque si quieres verlo tú conmigo… lo soltaré esta tarde. –Dijo riéndose. “Eso no estaba en el guión” pensó él. –
Ángel: No, yo tengo otras cosas que hacer, y que me torturen no está en mis planes
Patricia: Una pena
Y después de unas cuantas risas, siguieron como si nada. Patricia aparentando normalidad, y Ángel un poco más pendiente de ella.
**
Patricia: ¿Quién es? –Preguntó, mientras cogía el abrigo del sofá. Ya parecía seco. –
Ángel: Soy Ángel. –Y a ella le extrañó, porque él debería haberse ido hace ya mucho rato. –
Patricia: Pasa, está abierto.
Ángel: ¿Cómo estás?
Patricia: Muy buena
Él se rió, pero después ignoró su comentario. Se sentó encima de un cojín, y abrió un pequeño recipiente que tenía en la mano. Un trozo de tarta desprendió un riquísimo aroma.
Ángel: Ven, siéntate. –Le ordenó, poniendo otro cojín en frente suyo. Ella le hizo caso, no tenía ni ganas ni fuerzas para decir que no. –
Patricia: Así que tu plan para ayudarme es ponerme gorda… podrías habértelo currado un poquito más
Ángel: Bueno, soy Ángel Martín, supongo que no esperabas algo mejor. –Le contestó. Ella se rió, y se llevó un pequeño trozo a la boca. –
Patricia: ¿No comes?
Ángel: La he traído para ti
Patricia: ¿Sin gluten?
Ángel: Por supuesto, lo último que quiero es que te envenenes y tengas que estar un par de horas o días sin molestarme. –dijo irónicamente, exagerando mucho los gestos. –
Patricia: Espera, tengo una idea mejor. –Se levantó, y fue hasta un pequeño armario que tenía al final del camerino. Abrió una de las puertas y sacó una botella de alcohol con dos vasos de plástico.
Ángel: ¿Y esto? ¿Te gusta emborracharte de vez en cuando?
Patricia: Sólo cuando la compañía es buena.
Ángel: Entonces debería sentirme alagado. Incluso brindando con vasos de plástico. –Ella se rió, y sirvió un poco en los dos. –
Patricia: ¿Cuántos?
Ángel: Los que el cuerpo nos permita. –Contestó algo chulo. –
Y así, uno tras otro. La botella se terminaba poco a poco, pero ellos no dejaban de reír. Perdieron la noción del tiempo, hasta que a Patricia le sonó el móvil y se dio cuenta de la hora que era.
Patricia: ¿Deberíamos dejarlo ya, no? –Él la miró con cara de pena, sujetando el vaso con la boca. –
Ángel: ¿La última?
Patricia: Llevamos al menos siete últimas. Venga, que es tardísimo.
Después de muchos intentos fallidos pudo levantarlo, cogiéndole del brazo. Salieron despacio, ella tenía que cargar con el peso de los dos. Pero esta vez literalmente. Y no era fácil.
Llegaron hasta las escaleras de la entrada, y Ángel se soltó de Patricia para sentarse en ellas.
Patricia: ¿Qué haces ahora?
Ángel: ¿Podemos quedarnos aquí un ratito? –Y si se lo pedía así… se sentó a su lado, un escalón más arriba. –
Patricia: Hace frío, ¿Qué quieres? –Él no dijo nada y se apoyó ligeramente en su hombro, mirando hacia el cielo. Ella comprendió que no era el momento de hablar. –
Ángel: Mira, parece que ponen tu nombre
Patricia: Eso es mentira, ¡estás muy bebido!
Ángel: Puede ser… -Dijo riéndose. Y dirigió sus ojos hacia los de ella, con brillo, sinceros. –
Patricia le miró, y después de revolverle el pelo como él había hecho con ella esta mañana, siguió con la mirada fija en aquel enorme manto azul oscuro. La magia del silencio, decían.
Capítulo 10:
El frío y el cielo nublado la habían avisado de que ese no iba a ser un buen día, pero, por suerte, ella nunca hacía caso. Salió de casa con unos vaqueros, un jersey negro de cuello alto y una gabardina también negra. Agradeció llevar un paraguas a mano porque en seguida, las primeras gotas del día cayeron sobre ella. Despacio, frías.
En cuanto llegó subió a su camerino y dejó el abrigo en el respaldo del sillón secándose.
**
Después de pasar por maquillaje, peluquería, vestuario, grabar dos sketches y respirar, que parecía que era lo menos importante esa mañana, estaba sentada en la mesa repasando el guión. Lo vio pasar por allí y le sonrió, recordando la noche anterior.
Él se acercó.
Ángel: ¿Has dormido bien? –Le dijo. –
Patricia: Mmmm… sí. –Dudó ella. –
Ángel: No te veo muy convencida
Patricia: Es que necesitaba compañía. –Le dijo de broma. Pero en el fondo, o no tan en el fondo, estaba diciendo la verdad. –
Ángel: La próxima vez llámame… y te mando un “boy” de esos. –Le respondió gracioso, revolviéndole el pelo. –
Patricia: ¡Ángel!
Ángel: Hasta después solitaria. –Dijo haciendo el gesto de las comillas con sus manos y encogiendo los hombros. Se dio la vuelta y salió hacia el backstage. –
Ella se quedó mirando como se marchaba y pensando desconcertada en los cambios de humor que tenía, y en cómo algunas veces no mostraba nada de sí mismo y otras se abría mucho más, casi olvidándose del resto de la gente.
**
El programa empezó con normalidad, como casi siempre. Ella con su mejor sonrisa y él, algo cansado, intentaba ponerla. Pero aquel día, iba a necesitar hacerlo, por ella.
Patricia: Ángel, ¿qué es esto? –Le preguntó susurrando acercando su silla. Y suspiró. Lo sabía perfectamente. –
Ángel: Patric…
Patricia: Ya, ya lo sé. Pero podías haber prescindido de esto, ¿no?
Ángel: Sí, lo sé, per
Patricia: Ya se fue, no está aquí.
Ángel: Hablas como si se hubiera muerto. –Dijo poniendo una cara graciosa. Ella no pudo evitar reírse. –
Patricia: Sabes a lo que me refiero… quiero pasar página.
Ángel: Será la primera vez y la última, ¿vale?
Y tras guiñarle un ojo, volvieron a su posición inicial y a interpretar, aunque eso hay veces que no dejaban de hacerlo.
Patricia: ¿A que salgo mona? –Dijo jugando con un mechón de pelo. –
Ángel: ¿¡Pero no has visto lo importante de ese vídeo!?
Patricia: Claro que sí… yo, ¿no?
Ángel: Bueno, el resto de la gente está esperando a que lo confirmes o lo desmientas… venga, va, dilo ya
Patricia: Vale, la pulsera que llevo es robada, ¡pero pienso devolver todo el dinero! –Gritó juntando las manos en forma de súplica. Él dejó escapar una leve sonrisa. –
Ángel: ¿Y que hay del chico?
Patricia: El chico… está en mi sótano atado a una silla. Pero prometo soltarlo cuando me diga que quiere ver el maratón de capítulos de tarta de fresa conmigo
Ángel: ¿Segura?
Patricia: Segurísima. Aunque si quieres verlo tú conmigo… lo soltaré esta tarde. –Dijo riéndose. “Eso no estaba en el guión” pensó él. –
Ángel: No, yo tengo otras cosas que hacer, y que me torturen no está en mis planes
Patricia: Una pena
Y después de unas cuantas risas, siguieron como si nada. Patricia aparentando normalidad, y Ángel un poco más pendiente de ella.
**
Patricia: ¿Quién es? –Preguntó, mientras cogía el abrigo del sofá. Ya parecía seco. –
Ángel: Soy Ángel. –Y a ella le extrañó, porque él debería haberse ido hace ya mucho rato. –
Patricia: Pasa, está abierto.
Ángel: ¿Cómo estás?
Patricia: Muy buena
Él se rió, pero después ignoró su comentario. Se sentó encima de un cojín, y abrió un pequeño recipiente que tenía en la mano. Un trozo de tarta desprendió un riquísimo aroma.
Ángel: Ven, siéntate. –Le ordenó, poniendo otro cojín en frente suyo. Ella le hizo caso, no tenía ni ganas ni fuerzas para decir que no. –
Patricia: Así que tu plan para ayudarme es ponerme gorda… podrías habértelo currado un poquito más
Ángel: Bueno, soy Ángel Martín, supongo que no esperabas algo mejor. –Le contestó. Ella se rió, y se llevó un pequeño trozo a la boca. –
Patricia: ¿No comes?
Ángel: La he traído para ti
Patricia: ¿Sin gluten?
Ángel: Por supuesto, lo último que quiero es que te envenenes y tengas que estar un par de horas o días sin molestarme. –dijo irónicamente, exagerando mucho los gestos. –
Patricia: Espera, tengo una idea mejor. –Se levantó, y fue hasta un pequeño armario que tenía al final del camerino. Abrió una de las puertas y sacó una botella de alcohol con dos vasos de plástico.
Ángel: ¿Y esto? ¿Te gusta emborracharte de vez en cuando?
Patricia: Sólo cuando la compañía es buena.
Ángel: Entonces debería sentirme alagado. Incluso brindando con vasos de plástico. –Ella se rió, y sirvió un poco en los dos. –
Patricia: ¿Cuántos?
Ángel: Los que el cuerpo nos permita. –Contestó algo chulo. –
Y así, uno tras otro. La botella se terminaba poco a poco, pero ellos no dejaban de reír. Perdieron la noción del tiempo, hasta que a Patricia le sonó el móvil y se dio cuenta de la hora que era.
Patricia: ¿Deberíamos dejarlo ya, no? –Él la miró con cara de pena, sujetando el vaso con la boca. –
Ángel: ¿La última?
Patricia: Llevamos al menos siete últimas. Venga, que es tardísimo.
Después de muchos intentos fallidos pudo levantarlo, cogiéndole del brazo. Salieron despacio, ella tenía que cargar con el peso de los dos. Pero esta vez literalmente. Y no era fácil.
Llegaron hasta las escaleras de la entrada, y Ángel se soltó de Patricia para sentarse en ellas.
Patricia: ¿Qué haces ahora?
Ángel: ¿Podemos quedarnos aquí un ratito? –Y si se lo pedía así… se sentó a su lado, un escalón más arriba. –
Patricia: Hace frío, ¿Qué quieres? –Él no dijo nada y se apoyó ligeramente en su hombro, mirando hacia el cielo. Ella comprendió que no era el momento de hablar. –
Ángel: Mira, parece que ponen tu nombre
Patricia: Eso es mentira, ¡estás muy bebido!
Ángel: Puede ser… -Dijo riéndose. Y dirigió sus ojos hacia los de ella, con brillo, sinceros. –
Patricia le miró, y después de revolverle el pelo como él había hecho con ella esta mañana, siguió con la mirada fija en aquel enorme manto azul oscuro. La magia del silencio, decían.
cLau-90- Mensajes : 625
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Localización : -
Re: - Hasta los huesos.
TE ODIOOO!!!! NOOOOO NOOO!!!! Maldita sabandija de los cojones!!! Qué bien has aprendido del jodío Hart Hanson!!!!! Desde aquí te declaro la guerra!!!!! Cómo eres capaz de dejarlo ahí?!?!?! Qué se te pasó por la cabeza?!?!?! Matarmee?!?!?!
Yo también quiero emborracharme con Ángel!!! Yuhuuuu!!! Aunque ya advierto de que yo no me pondría a mirar al cielo con él.. no no no... YO DIRECTAMENTE LE LLEVARÍA AL CIELOOO!!! (*mode hormonado off*).
Ayyy, sigo enamorada de los puntazos que meteees!!! Pero ahora te odio un poquito por dejarlo así... jijiji. Oye... si te saltas un poco el protocolo de H.H tampoco pasa nada eh... que si tenemos que esperarnos a que B&B se besen para que lo hagan estos también... moriré de muerte súbita...
Sigue, assssssssssquerosaaaaaa!!!!!
Yo también quiero emborracharme con Ángel!!! Yuhuuuu!!! Aunque ya advierto de que yo no me pondría a mirar al cielo con él.. no no no... YO DIRECTAMENTE LE LLEVARÍA AL CIELOOO!!! (*mode hormonado off*).
Ayyy, sigo enamorada de los puntazos que meteees!!! Pero ahora te odio un poquito por dejarlo así... jijiji. Oye... si te saltas un poco el protocolo de H.H tampoco pasa nada eh... que si tenemos que esperarnos a que B&B se besen para que lo hagan estos también... moriré de muerte súbita...
Sigue, assssssssssquerosaaaaaa!!!!!
KeLa_13- Mensajes : 343
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: - Hasta los huesos.
KeLa_13 escribió:Oye... si te saltas un poco el protocolo de H.H tampoco pasa nada eh... que si tenemos que esperarnos a que B&B se besen para que lo hagan estos también... moriré de muerte súbita...
ejem ejem... beso del muérdago... ejem ejem... ¿¡CÓMO TE CREES QUE YO SIGO VIVA?! si no fuera por eso... y por el pedazo morreo de detrás de cámaras QUE NO PUSIERON EN EL CAPÍTULO... no me hubieras conocido querida mía
en fin... SALTARME EL PROTOCOLO?! JUAS!!!!!!!!
cLau-90- Mensajes : 625
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Localización : -
Re: - Hasta los huesos.
cLau-90 escribió:KeLa_13 escribió:Oye... si te saltas un poco el protocolo de H.H tampoco pasa nada eh... que si tenemos que esperarnos a que B&B se besen para que lo hagan estos también... moriré de muerte súbita...
ejem ejem... beso del muérdago... ejem ejem... ¿¡CÓMO TE CREES QUE YO SIGO VIVA?! si no fuera por eso... y por el pedazo morreo de detrás de cámaras QUE NO PUSIERON EN EL CAPÍTULO... no me hubieras conocido querida mía
en fin... SALTARME EL PROTOCOLO?! JUAS!!!!!!!!
Pero yo me refiero a que les nazca de dentroooo!!!! NADIE ME ENTIENDEEEE
KeLa_13- Mensajes : 343
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: - Hasta los huesos.
KeLa_13 escribió:cLau-90 escribió:KeLa_13 escribió:Oye... si te saltas un poco el protocolo de H.H tampoco pasa nada eh... que si tenemos que esperarnos a que B&B se besen para que lo hagan estos también... moriré de muerte súbita...
ejem ejem... beso del muérdago... ejem ejem... ¿¡CÓMO TE CREES QUE YO SIGO VIVA?! si no fuera por eso... y por el pedazo morreo de detrás de cámaras QUE NO PUSIERON EN EL CAPÍTULO... no me hubieras conocido querida mía
en fin... SALTARME EL PROTOCOLO?! JUAS!!!!!!!!
Pero yo me refiero a que les nazca de dentroooo!!!! NADIE ME ENTIENDEEEE
Emmmm............. espera........... puedo volver a repetir una cosa??? JUAS!!!!!!!!! yo no conozco que es eso....... el día que Hart me lo enseñe, a parte de ser el día de mi muerte-resurrección, puede que nos empecemos a entender
Y YA AL MSN OMME!!!!!! ¿¡QUÉ ES ESTO?!
cLau-90- Mensajes : 625
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Localización : -
Re: - Hasta los huesos.
Algún día una panda de fans histéricas llamarán a la puerta de H.H dispuestas a destrozarle la cara a palos como no los ponga a zumbar en el siguiente capítulo...
Y a ti podría pasarte igual...
OMME???? Qué clase de idioma hablas tú? El budista? "OMMMMMMMMMMMM.... CORRECSIÓN, CONOHCO A TU PADRE..." (Me marcó... El Rey León me marcó...)
Y a ti podría pasarte igual...
OMME???? Qué clase de idioma hablas tú? El budista? "OMMMMMMMMMMMM.... CORRECSIÓN, CONOHCO A TU PADRE..." (Me marcó... El Rey León me marcó...)
KeLa_13- Mensajes : 343
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: - Hasta los huesos.
La magia de tus palabras, cabrona de mierda!
Hay que ver lo GENIAL que escribes, miss Bones...
Eres grande, gigante, enorme... buah, tampoco te flipes que son piropos de una canariona, seguro que quiero algo a cambio
Siguee!!!
Y Kela, Hart es el culpable de todo esto... lo sentimos, pero vete a él con las cuentas
Hay que ver lo GENIAL que escribes, miss Bones...
Eres grande, gigante, enorme... buah, tampoco te flipes que son piropos de una canariona, seguro que quiero algo a cambio
Siguee!!!
Y Kela, Hart es el culpable de todo esto... lo sentimos, pero vete a él con las cuentas
p.a.t.r.ii- Mensajes : 440
Fecha de inscripción : 01/10/2009
Re: - Hasta los huesos.
aiiisssssssss
me encanta, que bonito el final
adoro los puntazos que pones
sigue!
me encanta, que bonito el final
adoro los puntazos que pones
sigue!
Re: - Hasta los huesos.
uooo qué final! y qué mono él haciendo un esfuerzo por ella.
"Ella se quedó mirando como se marchaba y pensando desconcertada en los cambios de humor que tenía, y en cómo algunas veces no mostraba nada de sí mismo y otras se abría mucho más, casi olvidándose del resto de la gente"
"Ella se quedó mirando como se marchaba y pensando desconcertada en los cambios de humor que tenía, y en cómo algunas veces no mostraba nada de sí mismo y otras se abría mucho más, casi olvidándose del resto de la gente"
Legna- Mensajes : 516
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: - Hasta los huesos.
wiiiii, xfin stoy al día de tu ficc,jiji me encanta.
Aish, me encanta este fic porque se ve el apoyo que se hacen el uno al otro, son monísimos y siempre que necesitan ayuda está el otro para animarle y apoyarle.jiji me encanta la relación de ellos dos al ser tan parecida a la de B&B que son un amooor:) sigueeeeeeeeeeee, por cierto me encanta la Patri alocada de tu fic y Ángel siempre siguiéndole el juego y haciendo bromas^^
Aish, me encanta este fic porque se ve el apoyo que se hacen el uno al otro, son monísimos y siempre que necesitan ayuda está el otro para animarle y apoyarle.jiji me encanta la relación de ellos dos al ser tan parecida a la de B&B que son un amooor:) sigueeeeeeeeeeee, por cierto me encanta la Patri alocada de tu fic y Ángel siempre siguiéndole el juego y haciendo bromas^^
copito- Mensajes : 136
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: - Hasta los huesos.
Otro más <33
este es largo, para lo que las tengo acostumbradas.. pero tratándose del momento que es, tenía que serlo sí o sí, ¿verdad Patri?
Capítulo 11:
Patricia le miró, y después de revolverle el pelo como él había hecho con ella esta mañana, siguió con la mirada fija en aquel enorme manto azul oscuro. La magia del silencio decían…
…
El día siguiente no fue menos difícil respecto al anterior. Muchísimas cosas que grabar, que hacer, y poco tiempo. Ella, que no estaba pasando por su mejor momento, estaba algo distraída en peluquería. Aunque en realidad aparentara normalidad.
Berta: Parezco una… señorita de compañía con esto que me han puesto hoy. –Comentó graciosa, intentando parecer “fina”. –
Patricia: Pues a mí me encanta tía. –Respondió su amiga. –
Berta: No, si a mí también… ¿eso es un problema? –Se rieron. –
Ángel: Patricia, ¿puedes salir un momento? –Preguntó algo bajito, irrumpiendo en la conversación. Ella, tras asentir resoplando, se levantó. –
Patricia: ¿Qué pasa? –Dijo una vez fuera. –
Ángel: ¿Cómo estás?
Patricia: Con todas las cosas que tenemos que hacer hoy y tú aquí haciendo el… idiota
Ángel: En serio, ¿estás bien?
Patricia: Ángel…
Ángel: Vale, lo pillo. –Y después de contestarle le dio un pequeño beso en la cabeza y se giró para marcharse. –
Patricia: Espera… -Él paró. – Sabes que no estoy muy bien, pero bueno, aquí me distraigo y tampoco pienso tanto. Ya estoy mejor, cada día un poquito más.
Ángel: Pues esta noche ponte guapa, ¿vale?
Patricia: ¿Más de lo normal? –Preguntó con chulería. –
Ángel: Bueno… -pensó riéndose – unos vaqueritos, una camisa normal y de zapatos lo que quieras
Patricia: Vale. Fácil. ¿Para…?
Ángel: Sorpresa. Te recojo a las 8
Patricia: Entonces sé puntual, no me gusta esperar.
Ángel: Me lo pensaré…
Luego, ella se quedó viendo como se alejaba con una media sonrisa en el rostro. Seguía pensando como a veces se comportaba como el hombre más frío del mundo y otras así, tan natural, tan encantador.
Volvió dentro y siguió con la conversación entre risas, mientras el tiempo pasaba.
**
Y sin darse cuenta y sin saber como había pasado tan rápido el día, estaba sentada en su sofá esperando su llamada. Observaba los cuadros de enfrente con detenimiento, quizás intentando ver algún detalle que no hubiera visto nunca, o simplemente entretenerse. El tic tac del reloj de la cocina la ponía cada vez más nerviosa, y aunque no debería estarlo, era inevitable.
Un incesante choque de su tacón contra el suelo. Unas manos que no dejaban de jugar con la tela de la camisa. Varios suspiros por minuto, y mirar la hora cada segundo, como si por hacerlo el tiempo pasara más rápido.
Ángel: ¡Patricia! –Gritó dando pequeños golpes en la ventana. Ella giró su cabeza y lo vio, insistente. –
Patricia: ¿Pero no sabes llamar a la puerta como todo el mundo?
Ángel: Llevo llamándote desde hace varios minutos. Estabas ahí parada, como ida. Empezaba a pensar que te había pasado algo.
Patricia: Tú siempre tan caballero
Ángel: ¿Vamos a seguir aquí o qué? Porque si por lo menos me invitaras a pasar… -Ella se rió. –
Patricia: Espera, ya nos vamos.
Volvió hacia el salón, y cogió uno de sus bolsos. Metió las llaves, el móvil, y algunas cosas innecesarias.
Ángel: ¿Te falta mucho? –Le preguntó desde la puerta. –
Patricia: Ya voy, pesado.
Y con paso firme salieron de la casa de un portazo. Cerró con llave y volvió a guardarla.
Ángel: Vas a pasar frío… -la miró de arriba a abajo. –
Patricia: ¿Dónde piensas llevarme?
Ángel: Bueno, da igual, que sino llegamos tarde. Yo tengo abrigo en el coche.
**
Patricia: No tenía ni idea de que sabías hacer esto. –Le comentó poniéndose unos patines y dejando sus zapatos a un lado. El tiempo de camino había valido la pena. –
Ángel: Pareces Calimero con ese gorro. –Le soltó de golpe. Ella puso cara de ofendida. –
Patricia: A ver si me va a dar por empujarte, que eso está muy duro. –Dijo señalando la pista. –
Ángel: Te recuerdo que la que no sabes eres tú… yo sólo quiero enseñarte, si te dejas. –Sentenció cogiéndola de la mano. Ella se levantó de golpe y, con dificultad, llegaron hasta el hielo. –
Patricia: Esto se me da fatal…
Ángel: Es muy fácil, sólo tienes que dejarte llevar. –Dijo separándola a la fuerza de una de las barras laterales. – Venga, que luego el cobarde soy yo…
Pronto se vio deslizándose por aquella superficie blanca. Lo había hecho alguna vez, pero siempre se le había dado mal. No había sido capaz en toda su vida de hacerlo mínimamente rápido, el miedo a caerse y a hacerse daño siempre le frenaba. Pero aquella vez sentía que estaba siendo diferente.
Ángel: ¿Confías en mí? –Le preguntó a su lado, yendo un poco despacio para no adelantarla. –
Patricia: Depende.
Ángel: No, o confías o no confías. –volvió a decirle acercándose. –
Patricia: Sí. Pero no te emociones.
Él se rió, y la cogió de la mano que en ese momento estaba cubierta por un guante.
Ángel: Cierra los ojos.
Patricia: ¿Qué? No, me voy a caer
Ángel: No voy a dejar que te caigas. Nunca. Venga, estoy aquí. –Le dijo agarrándola de la cintura, casi obligándola a avanzar. –
Patricia: Te juro que como me caiga me voy a vengar, Ángel Martín. –Amenazó sería. –
Él sonrió y comenzó a deslizarse más rápido, haciendo también que avanzara ella. Veía su sonrisa y su pelo balanceándose al aire, y, curiosamente, había cerrado los ojos. En ese momento le pareció la mujer más preciosa del mundo, y aquello le encantaba, pero también le asustaba.
Ángel: ¿Y que pasa si ahora te suelto?
Patricia: Que te vas a llevar una hostia. –Contestó. –
Él soltó una carcajada y fue alejándose poco a poco, aunque nunca la soltó.
Y a la primera vuelta, Patricia se había caído unas tres veces. Aunque siempre con la sonrisa en el rostro.
Ángel: ¿Estás bien? Te he dicho que no te soltaras… si es que nunca me haces caso. –Le dijo riéndose, levantándola del suelo. –
Patricia: ¡No me toques los cojones!
Ángel: Si en el fondo te gusta que te agarre y que esté tan cerquita tuyo…
Patricia: ¡Déjame! –Se quejó intentando alejarse, pero sin conseguirlo. Casi vuelve a caerse. –
Ángel: No hagas la idiota, te vas a hacer daño de verdad
Patricia: ¿Me levantas? –Pidió poniendo cara de pena. –
Ángel: Que remedio.
Patricia: Si a ti también te encanta…
Él se rió.
A la segunda vuelta, dos veces. Y a la tercera ya casi iba sola, aunque inevitablemente se tropezó una vez. Pero esta vez había sido diferente. Esta vez él también estaba en el suelo.
Ángel: Lo has hecho adrede, me has empujado. –Se quejó, llevándose la mano a la cabeza. –
Patricia: Juro que no ha sido mi culpa…
Ángel: Mentirosa
Patricia: ¡En serio! ¿Me perdonas? –Y mirándole fue acercándose a él, agarrándole del jersey para no resbalarse y mojarse. Él comenzó a ponerse nervioso. –
Ángel: Sí, venga, levanta
Patricia: Eres cómodo
Ángel: Vamos a coger una pulmonía
Patricia: Bueno, así nos cuidamos mutuamente. –Dijo graciosa. Por primera vez no pudo evitar mirarla, y no por primera vez, se quedó enganchado a sus ojos. Odiaba cuando le pasaba eso. Quería mirar hacia otro lado, levantarse e incluso irse de allí. Pero no podía. –
Ángel: Va, mira que tarde es.
Y logró levantarse, sacudiéndose del pantalón los restos de hielo que se le habían quedado enganchados. Ella agarrándose a su pierna también se puso de pie.
Patricia: ¿Nos vamos?
Y él no le contestó, simplemente avanzó rápido. Pero ella, que ya había aprendido bastante, logró alcanzarlo. Y no sabía si se olvidaría de deslizarse con aquella agilidad, pero lo que nunca se le olvidaría seguro era lo que le habían dicho esos ojos aquella tarde.
este es largo, para lo que las tengo acostumbradas.. pero tratándose del momento que es, tenía que serlo sí o sí, ¿verdad Patri?
Capítulo 11:
Patricia le miró, y después de revolverle el pelo como él había hecho con ella esta mañana, siguió con la mirada fija en aquel enorme manto azul oscuro. La magia del silencio decían…
…
El día siguiente no fue menos difícil respecto al anterior. Muchísimas cosas que grabar, que hacer, y poco tiempo. Ella, que no estaba pasando por su mejor momento, estaba algo distraída en peluquería. Aunque en realidad aparentara normalidad.
Berta: Parezco una… señorita de compañía con esto que me han puesto hoy. –Comentó graciosa, intentando parecer “fina”. –
Patricia: Pues a mí me encanta tía. –Respondió su amiga. –
Berta: No, si a mí también… ¿eso es un problema? –Se rieron. –
Ángel: Patricia, ¿puedes salir un momento? –Preguntó algo bajito, irrumpiendo en la conversación. Ella, tras asentir resoplando, se levantó. –
Patricia: ¿Qué pasa? –Dijo una vez fuera. –
Ángel: ¿Cómo estás?
Patricia: Con todas las cosas que tenemos que hacer hoy y tú aquí haciendo el… idiota
Ángel: En serio, ¿estás bien?
Patricia: Ángel…
Ángel: Vale, lo pillo. –Y después de contestarle le dio un pequeño beso en la cabeza y se giró para marcharse. –
Patricia: Espera… -Él paró. – Sabes que no estoy muy bien, pero bueno, aquí me distraigo y tampoco pienso tanto. Ya estoy mejor, cada día un poquito más.
Ángel: Pues esta noche ponte guapa, ¿vale?
Patricia: ¿Más de lo normal? –Preguntó con chulería. –
Ángel: Bueno… -pensó riéndose – unos vaqueritos, una camisa normal y de zapatos lo que quieras
Patricia: Vale. Fácil. ¿Para…?
Ángel: Sorpresa. Te recojo a las 8
Patricia: Entonces sé puntual, no me gusta esperar.
Ángel: Me lo pensaré…
Luego, ella se quedó viendo como se alejaba con una media sonrisa en el rostro. Seguía pensando como a veces se comportaba como el hombre más frío del mundo y otras así, tan natural, tan encantador.
Volvió dentro y siguió con la conversación entre risas, mientras el tiempo pasaba.
**
Y sin darse cuenta y sin saber como había pasado tan rápido el día, estaba sentada en su sofá esperando su llamada. Observaba los cuadros de enfrente con detenimiento, quizás intentando ver algún detalle que no hubiera visto nunca, o simplemente entretenerse. El tic tac del reloj de la cocina la ponía cada vez más nerviosa, y aunque no debería estarlo, era inevitable.
Un incesante choque de su tacón contra el suelo. Unas manos que no dejaban de jugar con la tela de la camisa. Varios suspiros por minuto, y mirar la hora cada segundo, como si por hacerlo el tiempo pasara más rápido.
Ángel: ¡Patricia! –Gritó dando pequeños golpes en la ventana. Ella giró su cabeza y lo vio, insistente. –
Patricia: ¿Pero no sabes llamar a la puerta como todo el mundo?
Ángel: Llevo llamándote desde hace varios minutos. Estabas ahí parada, como ida. Empezaba a pensar que te había pasado algo.
Patricia: Tú siempre tan caballero
Ángel: ¿Vamos a seguir aquí o qué? Porque si por lo menos me invitaras a pasar… -Ella se rió. –
Patricia: Espera, ya nos vamos.
Volvió hacia el salón, y cogió uno de sus bolsos. Metió las llaves, el móvil, y algunas cosas innecesarias.
Ángel: ¿Te falta mucho? –Le preguntó desde la puerta. –
Patricia: Ya voy, pesado.
Y con paso firme salieron de la casa de un portazo. Cerró con llave y volvió a guardarla.
Ángel: Vas a pasar frío… -la miró de arriba a abajo. –
Patricia: ¿Dónde piensas llevarme?
Ángel: Bueno, da igual, que sino llegamos tarde. Yo tengo abrigo en el coche.
**
Patricia: No tenía ni idea de que sabías hacer esto. –Le comentó poniéndose unos patines y dejando sus zapatos a un lado. El tiempo de camino había valido la pena. –
Ángel: Pareces Calimero con ese gorro. –Le soltó de golpe. Ella puso cara de ofendida. –
Patricia: A ver si me va a dar por empujarte, que eso está muy duro. –Dijo señalando la pista. –
Ángel: Te recuerdo que la que no sabes eres tú… yo sólo quiero enseñarte, si te dejas. –Sentenció cogiéndola de la mano. Ella se levantó de golpe y, con dificultad, llegaron hasta el hielo. –
Patricia: Esto se me da fatal…
Ángel: Es muy fácil, sólo tienes que dejarte llevar. –Dijo separándola a la fuerza de una de las barras laterales. – Venga, que luego el cobarde soy yo…
Pronto se vio deslizándose por aquella superficie blanca. Lo había hecho alguna vez, pero siempre se le había dado mal. No había sido capaz en toda su vida de hacerlo mínimamente rápido, el miedo a caerse y a hacerse daño siempre le frenaba. Pero aquella vez sentía que estaba siendo diferente.
Ángel: ¿Confías en mí? –Le preguntó a su lado, yendo un poco despacio para no adelantarla. –
Patricia: Depende.
Ángel: No, o confías o no confías. –volvió a decirle acercándose. –
Patricia: Sí. Pero no te emociones.
Él se rió, y la cogió de la mano que en ese momento estaba cubierta por un guante.
Ángel: Cierra los ojos.
Patricia: ¿Qué? No, me voy a caer
Ángel: No voy a dejar que te caigas. Nunca. Venga, estoy aquí. –Le dijo agarrándola de la cintura, casi obligándola a avanzar. –
Patricia: Te juro que como me caiga me voy a vengar, Ángel Martín. –Amenazó sería. –
Él sonrió y comenzó a deslizarse más rápido, haciendo también que avanzara ella. Veía su sonrisa y su pelo balanceándose al aire, y, curiosamente, había cerrado los ojos. En ese momento le pareció la mujer más preciosa del mundo, y aquello le encantaba, pero también le asustaba.
Ángel: ¿Y que pasa si ahora te suelto?
Patricia: Que te vas a llevar una hostia. –Contestó. –
Él soltó una carcajada y fue alejándose poco a poco, aunque nunca la soltó.
Y a la primera vuelta, Patricia se había caído unas tres veces. Aunque siempre con la sonrisa en el rostro.
Ángel: ¿Estás bien? Te he dicho que no te soltaras… si es que nunca me haces caso. –Le dijo riéndose, levantándola del suelo. –
Patricia: ¡No me toques los cojones!
Ángel: Si en el fondo te gusta que te agarre y que esté tan cerquita tuyo…
Patricia: ¡Déjame! –Se quejó intentando alejarse, pero sin conseguirlo. Casi vuelve a caerse. –
Ángel: No hagas la idiota, te vas a hacer daño de verdad
Patricia: ¿Me levantas? –Pidió poniendo cara de pena. –
Ángel: Que remedio.
Patricia: Si a ti también te encanta…
Él se rió.
A la segunda vuelta, dos veces. Y a la tercera ya casi iba sola, aunque inevitablemente se tropezó una vez. Pero esta vez había sido diferente. Esta vez él también estaba en el suelo.
Ángel: Lo has hecho adrede, me has empujado. –Se quejó, llevándose la mano a la cabeza. –
Patricia: Juro que no ha sido mi culpa…
Ángel: Mentirosa
Patricia: ¡En serio! ¿Me perdonas? –Y mirándole fue acercándose a él, agarrándole del jersey para no resbalarse y mojarse. Él comenzó a ponerse nervioso. –
Ángel: Sí, venga, levanta
Patricia: Eres cómodo
Ángel: Vamos a coger una pulmonía
Patricia: Bueno, así nos cuidamos mutuamente. –Dijo graciosa. Por primera vez no pudo evitar mirarla, y no por primera vez, se quedó enganchado a sus ojos. Odiaba cuando le pasaba eso. Quería mirar hacia otro lado, levantarse e incluso irse de allí. Pero no podía. –
Ángel: Va, mira que tarde es.
Y logró levantarse, sacudiéndose del pantalón los restos de hielo que se le habían quedado enganchados. Ella agarrándose a su pierna también se puso de pie.
Patricia: ¿Nos vamos?
Y él no le contestó, simplemente avanzó rápido. Pero ella, que ya había aprendido bastante, logró alcanzarlo. Y no sabía si se olvidaría de deslizarse con aquella agilidad, pero lo que nunca se le olvidaría seguro era lo que le habían dicho esos ojos aquella tarde.
cLau-90- Mensajes : 625
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Localización : -
Re: - Hasta los huesos.
Yo tb pienso q es buena idea saltarse el protocolo, pese a q no saber cuanto falta para q llegue el momento clave, pero seguro q se me ahce eterno porq ya lo está siendo. Genial! Me ha encanntado imaginármelos patinando juntos, y el enseñándole, que tierna imagen. y la escena de la mirada, y ellos en el suelo y todo, lo he divisado perfectamente!
estrelitha- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 10/12/2009
Re: - Hasta los huesos.
Miss Boneeeeeeeees!
Como "perfestamente" sabe "usté", esta MARAVILLOSA escena es, probablemente, mi favorita de TODA la serie...
No sé qué tendra, porque no hay beso, no hay "secso", no hay mambo "pal" cuerpo... Pero hay amor... hay un momento de: te cojo por la cintura y me aprovecho de que es posible que te caigas para rozarte... un momento sinceridad en plan: somos compañeros y somos los mejores... en definitiva... HAY AMOR EN ESTADO PURO...
Y también sabes que me ENCANTA la forma que has tenido de pasarla al pangel porque dios... te ha quedado tan genial que hasta dudo ya de si me hubiese gustado ver esta en Bones o la que ya vimos...
Te Readoro, en serio!!
¡¡VERANOOO!!
Como "perfestamente" sabe "usté", esta MARAVILLOSA escena es, probablemente, mi favorita de TODA la serie...
No sé qué tendra, porque no hay beso, no hay "secso", no hay mambo "pal" cuerpo... Pero hay amor... hay un momento de: te cojo por la cintura y me aprovecho de que es posible que te caigas para rozarte... un momento sinceridad en plan: somos compañeros y somos los mejores... en definitiva... HAY AMOR EN ESTADO PURO...
Y también sabes que me ENCANTA la forma que has tenido de pasarla al pangel porque dios... te ha quedado tan genial que hasta dudo ya de si me hubiese gustado ver esta en Bones o la que ya vimos...
Te Readoro, en serio!!
¡¡VERANOOO!!
p.a.t.r.ii- Mensajes : 440
Fecha de inscripción : 01/10/2009
Re: - Hasta los huesos.
estoy vaga. muy vaga. asi q m limito a destacar. x suerte, estas frases hablan x mi:
Ángel: ¿Confías en mí? –Le preguntó a su lado, yendo un poco despacio para no adelantarla.
Patricia: Depende.
Ángel: No, o confías o no confías. –volvió a decirle acercándose. –
Veía su sonrisa y su pelo balanceándose al aire, y, curiosamente, había cerrado los ojos. En ese momento le pareció la mujer más preciosa del mundo, y aquello le encantaba, pero también le asustaba.
Patricia: Eres cómodo
Ángel: Vamos a coger una pulmonía
Patricia: Bueno, así nos cuidamos mutuamente. –Dijo graciosa. Por primera vez no pudo evitar mirarla, y no por primera vez, se quedó enganchado a sus ojos. Odiaba cuando le pasaba eso. Quería mirar hacia otro lado, levantarse e incluso irse de allí. Pero no podía
Y no sabía si se olvidaría de deslizarse con aquella agilidad, pero lo que nunca se le olvidaría seguro era lo que le habían dicho esos ojos aquella tarde.
Ángel: ¿Confías en mí? –Le preguntó a su lado, yendo un poco despacio para no adelantarla.
Patricia: Depende.
Ángel: No, o confías o no confías. –volvió a decirle acercándose. –
Veía su sonrisa y su pelo balanceándose al aire, y, curiosamente, había cerrado los ojos. En ese momento le pareció la mujer más preciosa del mundo, y aquello le encantaba, pero también le asustaba.
Patricia: Eres cómodo
Ángel: Vamos a coger una pulmonía
Patricia: Bueno, así nos cuidamos mutuamente. –Dijo graciosa. Por primera vez no pudo evitar mirarla, y no por primera vez, se quedó enganchado a sus ojos. Odiaba cuando le pasaba eso. Quería mirar hacia otro lado, levantarse e incluso irse de allí. Pero no podía
Y no sabía si se olvidaría de deslizarse con aquella agilidad, pero lo que nunca se le olvidaría seguro era lo que le habían dicho esos ojos aquella tarde.
Legna- Mensajes : 516
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: - Hasta los huesos.
Buah, Clau... Es que... ahora ya no puedo odiarte por no meter el mambo pa'l cuerpo que dice P.a.t.r.ii... xDDD
La escena es perfecta y la has descrito de igual manera... JODIDA FULANA! Cómo lo haces?? Artistazaa!!!!
Y la última frase... la última frase!! Me ha enamorado... así, sin más... Increíble, tinerfeña... INCREÍBLE!!! Cuándo sigues, eh? CUÁNDO?!?!?!?! Que no sabes el gustazo que da pasar la noche fuera y llegar por la mañana para ver esto...
Ellos patinando... Patri hostiándose... él recogiéndola del suelo... tratando de animarla... dándole un besito en la cabeza... Cuánta ternura... Me encantaaa
La escena es perfecta y la has descrito de igual manera... JODIDA FULANA! Cómo lo haces?? Artistazaa!!!!
Y la última frase... la última frase!! Me ha enamorado... así, sin más... Increíble, tinerfeña... INCREÍBLE!!! Cuándo sigues, eh? CUÁNDO?!?!?!?! Que no sabes el gustazo que da pasar la noche fuera y llegar por la mañana para ver esto...
Ellos patinando... Patri hostiándose... él recogiéndola del suelo... tratando de animarla... dándole un besito en la cabeza... Cuánta ternura... Me encantaaa
KeLa_13- Mensajes : 343
Fecha de inscripción : 08/12/2009
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