Retazos de mentira, retazos de verdad
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Retazos de mentira, retazos de verdad
Pues... sí, es un fic nuevo. Se sitúa en un puente que hubo hace mil y del cual no me apetece buscar la fecha (por eso de que soy vaga y tal...). Como he visto que las fechas empezaban a caducar muy mucho, me he dicho: o lo subes o no lo subes.
Y aquí estoy.
La verdad es que este primer capi no está escrito muy allá... digamos que es la "excusa" del fic.
Y que... no me enrollo más... que va a ser cortito, que no lo tengo escrito del todo, que Patri y sus puntitos y Legna me han ayudado bastante, así como Clau, que también ha leído un cacho. Y... que todo es fruto de mi imaginación (todo no, y alo veréis) y los personajes no me pertenecen (porque si Ángel me perteneciese ..) que eso...
No está muy repasado y el título he puesto lo primero que me ha venido a la mente.
CAP.1
Otro programa claudicado y cada vez nos acercábamos más al programa número 900. Me acerqué a Ángel y Dani, que charlaban animadamente a unos pasos de la
mesa del QEP, mientras se quitaban las chaquetas.
Patricia: ¿Qué vais a hacer este puente, chicos?
Dani: ¡Dormir hasta las dos!
Ángel: ¡La vuelta a los orígenes!
Dani: ¡Atracones de comida de la mami!
Ángel: ¡De mi mami!
Dani: ¡COMIDA RICA!
Ángel: ¡Mamááá!
Ángel y Dani: ¡BARCELONA!
Parpadeé varias veces, negando con la cabeza.
Patricia: Pobres de vuestras madres...
Ángel: Oye, ¿y tú?
Patricia: ¿Oye? - le miré con los ojos entrecerrados y los labios apretados.
Ángel: Patricia - recalcó mi nombre, sonriendo - ¿y tú qué vas a hacer? ¿A Mallorca?
Patricia: No. Carlos trabaja y aburrirme no entra dentro de mis planes.
Dani: Esta es una conversación de lo más interesante, os lo prometo, pero me voy a cambiarme que tengo ganas de tirarme en mi cama, en Barcelona, con mi mamaíta cuidando de su cachorrito... Dame un beso, guapa.
Se acercó a darme dos besos y se marchó apresuradamente a camerinos. Yo me quedé con Ángel un par de minutos más, hasta que también nos despedimos con sendos besos en las mejillas.
Me cambié de ropa en mi camerino, quitándome lo primero los tacones. Aquel día no había tenido tiempo para ponerme las botitas planas y tenía los pies completamente destrozados. Me senté en el sofá y me acaricié los talones. Yo también tenía ganas de llegar a mi casa y tirarme en la cama... A fin de cuentas, ese era el plan más elaborado que tenía de momento.
Me desvestí sin prisas, sabiendo que las únicas personas que me esperaban a mi salida del trabajo eran las componentes de una manada de fans. Me puse un gorrito y la bufanda, cogí el bolso y me dirigí al garaje.
Cuando ya iba por el pasillo, pensando que yo también debería haber aprovechado para irme a Valladolid, escuché mi nombre y me giré a ver quién me llamaba.
Sonreí cuando vi a Ángel caminando ligeramente hacia mí.
Patricia: Bueno, bueno, si ya me llamas por mi nombre, y todo... - bromeé.
Ángel: Ay, sí, perdona. ¡Oye, tú! ¿Adónde vas?
Patricia: A mi coche. ¿Y tú?
Ángel: También.
Patricia: ¿Hoy has aparcado aquí?
Siempre solía aparcar en la entrada principal de Globomedia, en el parking exterior.
Ángel: Pshé... he descubierto que en esta salida hay menos fans.
Patricia: ¿Pero cómo puedes tener tanto morro, chaval?
Ángel: Están acostumbrados, Patricia.
Patricia: Por mis cojones que hoy te paras a firmar autógrafos y hacerte fotos – dije cogiéndole del brazo, a la altura del codo.
Ángel: No te lo crees ni tú, tarada.
Bufé, exasperada.
Patricia: Eh, Ángel, fuera coñas. La gente también viene para verte a ti, ¿sabes?
Ángel: ¡Pásalo bien este puente! - me sonrió, soltándose con suavidad de mi agarrón, y se encaminó hacia la salida del garaje, donde tenía aparcado su BMW.
Negué con la cabeza, resuelta una vez más a responder por él, porque, a fin de cuentas, yo también estaba acostumbrada a que se marchase sin tener en cuenta que la mayoría de fans que nos esperaban a la salida eran personas que habían recorrido cientos de kilómetros sólo para vernos.
Me metí en el coche y arranqué el motor, maniobrando para salir de mi plaza de garaje y acelerando para salir de allí.
En efecto, había cerca de siete personas en la puerta, revoloteando alrededor de... Ángel.
Sonreí sin querer evitarlo y frené el coche para bajarme.
Ángel me miró y me guiñó un ojo para, justo después, seguir firmando autógrafos y charlando con sus fans. Después de veinte minutos de autógrafos y fotos, me tocó la cintura para que me girase a mirarle y me dio otros dos besos, tras los cuales, volvió al garaje para salir después con el coche, saludando por la ventanilla. Me despedí yo también y me metí en mi Smart, cerrando la puerta tras de mí. Uno de los fans me tocó en la ventanilla, así que la bajé, extrañada, pero sonriente.
Patricia: Contigo me he hecho foto ya, ¿no?
Fan1: Sí, sí. Es que Ángel se ha dejado un maletín aquí fuera.
Asomé la cabeza y comprobé que en una de las ruedas traseras de mi coche había apoyado un maletín negro.
Patricia: Anda, acércamelo, ¿quieres?
Fan1: Creo que es un portátil - me dijo mientras me lo daba.
Patricia: Sí, creo que sí. Muchas gracias, corazón, yo me encargo de devolvérselo. Si es que este Ángel… cuando era pequeñito se le olvidaba tomarse el vaso de leche del desayuno y por eso se ha quedado así de enano…
Lo dejé en el asiento del copiloto y, después de una última despedida, arranqué perdiéndome en la carretera que no volvería a pisar hasta el martes siguiente.
En cuanto llegué a mi casa, con el maletín en mis manos, cogí el móvil y le mandé un sms al enano.
"Angelito, te has dejado tu portátil tirado en mitad de la calle. Ya puedes dar gracias de que existen fans honrados... Lo tengo yo, tranquilo".
No recibí respuesta hasta horas más tarde, cuando ya me había echado una siesta y era casi hora de cenar.
"Mierda... Sabía yo que se me olvida algo... Estoy a mitad de camino de Llavaneres... ¿me lo llevas el martes al programa? Por cierto, lo de salir con los fans lo he hecho por ti, que lo sepas".
Me reí con el móvil en la mano, mordiéndome el labio inferior y me dispuse a contestarle.
"¿Por mí? Eso lo hace entonces más bonito... Sí, te lo llevo el martes, guapo. Pásalo bien y saluda a tus papis de mi parte".
Inconscientemente, llevé la mirada al maletín. ¿Qué clase de archivos guardaría Ángel en él?
KeLa_13- Mensajes : 343
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
empeza muuuy biien !!
aber que tal siguee jeje
aber que tal siguee jeje
pangel_94_love- Mensajes : 33
Fecha de inscripción : 29/05/2010
Edad : 30
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Bien!! fic nuevo que bien =DD bueno ya veremos como sigue esto =P sigue cuando puedas ^^
Davilito- Mensajes : 185
Fecha de inscripción : 27/05/2010
Localización : La Isla de Leon
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
SI ES QUE ERES UNA AMA!!!
Y encima nos das las gracias como si nosotras hiciéramos algo... Si se nos ocurren cosas es porque tu idea es taaaaan buena que en vez de pensar en nuestros fics, pensamos en el tuyo... (que yo he soñado con la historia, capulla).
No sé qué decirte más que o sigues, o no sigo el mío... aunque como amenaza es un truñaco porque tu fic es la hostia y el mío un cacho de mierda, pero da igual... no se me ocurría otra cosa...
TE QUIIIEROOOOO <333
Y encima nos das las gracias como si nosotras hiciéramos algo... Si se nos ocurren cosas es porque tu idea es taaaaan buena que en vez de pensar en nuestros fics, pensamos en el tuyo... (que yo he soñado con la historia, capulla).
No sé qué decirte más que o sigues, o no sigo el mío... aunque como amenaza es un truñaco porque tu fic es la hostia y el mío un cacho de mierda, pero da igual... no se me ocurría otra cosa...
TE QUIIIEROOOOO <333
p.a.t.r.ii- Mensajes : 440
Fecha de inscripción : 01/10/2009
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Me gusta!!! siguelo , me encantan los fics jaja llegue hace nada a este foro y ya me he leido casi todos xdd Un beso!!!
Beavalenciana20- Mensajes : 129
Fecha de inscripción : 05/11/2010
Edad : 34
Localización : Valencia
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
No hay nada sobre este fic que no te haya dicho ya. Sólo te comento para dejar constancia de que eres mi diosa, y yo tu esclava. Eres mi escritora de fics favorita. Es una pena que el otro no viera la luz.
Legna- Mensajes : 516
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Ayyyyyy <33333
Fic nuevo Con lo que echo de menos tener cada día algo pangel que leer...
Empieza genial! La verdad no sabría que destacarte del capítulo, en general me ha gustado mucho Ya estoy deseando saber como continúa!
Fic nuevo Con lo que echo de menos tener cada día algo pangel que leer...
Empieza genial! La verdad no sabría que destacarte del capítulo, en general me ha gustado mucho Ya estoy deseando saber como continúa!
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Me encanta me encanta me encanta y eso q todavia casi q no as escrito nada
Pangelove- Mensajes : 113
Fecha de inscripción : 14/08/2010
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
:O que realista todo!
está genial! siguelo cuando puedas
está genial! siguelo cuando puedas
anaGO92- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Edad : 32
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Qué bien escribes joder! Me encanta como has puesto la situación, ha sido un comienzo genial ^.^ A ver si lo sigues pronto, me gusta! ^.^
CaRMeN_R.J.- Mensajes : 152
Fecha de inscripción : 09/12/2009
Edad : 32
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Muchas gracias a todaas!!! Sois unos soletes, de verdad!!!!!
Como voy a estar un tiempo más desaparecida que la línea de Falete, os cuelgo un capi
Espero que os guste!!
Besicooos!!!
Capítulo 2
Me levanté y caminé hacia la cocina para prepararme la cena. Abrí el congelador y saqué dos filetes de merluza, dejándolos encima de un plato para que se descongelasen. Saqué de la nevera una botella de vino y me serví una copa, volviendo justo después al salón. Encendí la tele pero, como de costumbre, la programación era una mierda. Estaba demasiado cansada como para elegir una película y muchísimo más como para salir de mi casa, de manera, que, por inercia, mis ojos volvieron a encontrarse irremediablemente con el maletín apoyado en la mesa. Me mordí el labio, dubitativa.
Ángel nunca se enteraría...
No, ni de coña. Eso era invasión de la intimidad, incluso un delito.
Bueno, bueno... un delito... eso eran palabras mayores. Delito era asesinar a alguien, pero cotillear un portátil... sólo era curiosidad, ¿no?
¿Curiosidad? Era un acto impropio de una persona prudente y comedida.
¿Y desde cuándo era yo prudente?
Con mi copa en la mano, caminé hacia la mesa. Acaricié el maletín, todavía dudando de si aquello era una buena idea y apreté la mandíbula cuando mis dedos encontraron la cremallera. Abrí la funda con sumo cuidado, como celosa de que alguien pudiese pillarme con las manos en la masa y luego me recordé a mí misma que estaba en mi casa, a salvo de miradas indiscretas.
Saqué el ordenador, acariciando la tapa. Estaba actuando como una persona patética, sólo me faltaba llevármelo al pecho y abrazarlo para después olfatearlo como si el olor de Ángel pudiese llegarme en cualquier momento.
Lo dejé en la mesa, asqueada de mí misma, y abrí la tapa para mirar la pantalla todavía en negro. Tenía miedo, lo cual era algo irracional porque todavía no lo había encendido. Si Ángel se enteraba de eso se iba a cabrear y muchísimo. Y esa vez ni siquiera Miki podría solucionarlo.
Estuve tentada a volver a guardarlo, pero no iba a enterarse de nada, por Dios, que era Ángel melasoplatodo Martín, no un componente del CSI. Con un suspiro, me decidí a apretar el botón para encenderlo.
Empezó a iniciarse bajo mi atenta mirada mientras mi expectación iba en aumento... Expectación que cayó de golpe cuando me pidió la contraseña.
Debí haberme imaginado que Don Ángel Martín tendría todo tipo de seguridad. Me extrañaba que no tuviese un candado en la cremallera del maletín...
Eché la cabeza hacia atrás, pensando. La contraseña... tenía que ser algo simple pero a la vez imprevisible. Identificativo. Quizá alguna broma que tuviese que ver con su novia... o quizá incluso el nombre de su chica. Lo intenté pero no dio resultado. ¿Alguna mención a su monólogo? Había ido un par de veces a verlo... probé con "exterminadoradejudíos", "granjadelFacebook" y otras cosas... pero nada de eso dio resultado.
Algo del programa... ¿"enanogruñón"? ¿"lamujerquesehizofamosaportocarlelachorraauntorero"? No, demasiado largo. ¿"OdioalaEsteban"? ¿"Quierosersemanal"?
Se me estaban agotando las ideas... Desesperada, probé con "ÁngelMartín", "MartínGómez", "AlPacino", "WillFerrell"...
Cerré la tapa, exasperada. ¿Pero qué contraseña le había puesto este tío?
Caminé hacia la cocina y empecé a cocinar la merluza, que ya se había descongelado. Estuve pensando en la contraseña durante todo el proceso, hasta que me di cuenta de que había algo que Ángel no dejaba de tararear desde hacía tiempo...
Dejé la merluza en el fuego y corrí al salón, volviendo a abrir la tapa y enfrentándome a la petición de password.
Con los dedos temblando, escribí: "nomeponesnada". Esperé unos segundos y esbocé una sonrisa triunfal cuando el ordenador inició hasta su cuenta. Adoraba a Ricardo. Adoraba la simpleza de Ángel. Adoraba mi inteligencia. Adoraba el olorcillo sugerente de la merluza que se estaba cocinando…
La foto inicial de Windows me saludó desde el fondo de pantalla. Sí que era clásico este Angelito...
Bien, ya estaba en su ordenador. ¿Ahora qué? Eché un vistazo a sus fotos. Estaban distribuidas en carpetas: familia, amigos, Chocita, descargas móvil y
programa. Cliqué en esa última, algo sorprendida. Había fotos de nuestro último cumpleaños, fotos hechas en el backstage mientras yo presentaba el sumario,
durante la publicidad del QEP, fotos promocionales...
Visité sus Documentos, que también estaban separados en carpetas. Retazos de monólogos, ideas para cortos, SLQH... Me metí en la que se refería a nuestro programa, encontrando un montón de guiones para sketches que nunca habían pasado por mis manos (y dudaba que nadie salvo él los hubiese leído). Eran sketches básicamente protagonizados por nosotros dos: Terapia de Parejas, Araceli y Manolín, piques de enano y tarada... ¿Por qué nunca los había metido? A lo mejor el grado de romanticismo tenía algo que ver pero, aún así, eran divertidos.
Volví a Documentos, reparando en una carpeta llamada "Nueva carpeta". ¿Sin título? Dado el perfeccionismo con el que Ángel parecía haber ordenado su portátil, me extrañó que dejase una sin titular. La abrí, encontrándome con otra carpeta llamada "Nueva carpeta(1)". Eso picó aún más mi curiosidad, haciendo que abriese también esa última y me encontrase con un documento sin título.
Hice doble clic sobre él y, de manera inmediata, un Word se me abrió. No pretendía leerlo, mi curiosidad tiene límites, pero la manera en que empezaba aquella redacción me cautivó.
"La amo.
Es algo de lo que estoy completamente seguro.
La amo tanto que ni siquiera sé por qué estoy con otra”.
Como voy a estar un tiempo más desaparecida que la línea de Falete, os cuelgo un capi
Espero que os guste!!
Besicooos!!!
Capítulo 2
Me levanté y caminé hacia la cocina para prepararme la cena. Abrí el congelador y saqué dos filetes de merluza, dejándolos encima de un plato para que se descongelasen. Saqué de la nevera una botella de vino y me serví una copa, volviendo justo después al salón. Encendí la tele pero, como de costumbre, la programación era una mierda. Estaba demasiado cansada como para elegir una película y muchísimo más como para salir de mi casa, de manera, que, por inercia, mis ojos volvieron a encontrarse irremediablemente con el maletín apoyado en la mesa. Me mordí el labio, dubitativa.
Ángel nunca se enteraría...
No, ni de coña. Eso era invasión de la intimidad, incluso un delito.
Bueno, bueno... un delito... eso eran palabras mayores. Delito era asesinar a alguien, pero cotillear un portátil... sólo era curiosidad, ¿no?
¿Curiosidad? Era un acto impropio de una persona prudente y comedida.
¿Y desde cuándo era yo prudente?
Con mi copa en la mano, caminé hacia la mesa. Acaricié el maletín, todavía dudando de si aquello era una buena idea y apreté la mandíbula cuando mis dedos encontraron la cremallera. Abrí la funda con sumo cuidado, como celosa de que alguien pudiese pillarme con las manos en la masa y luego me recordé a mí misma que estaba en mi casa, a salvo de miradas indiscretas.
Saqué el ordenador, acariciando la tapa. Estaba actuando como una persona patética, sólo me faltaba llevármelo al pecho y abrazarlo para después olfatearlo como si el olor de Ángel pudiese llegarme en cualquier momento.
Lo dejé en la mesa, asqueada de mí misma, y abrí la tapa para mirar la pantalla todavía en negro. Tenía miedo, lo cual era algo irracional porque todavía no lo había encendido. Si Ángel se enteraba de eso se iba a cabrear y muchísimo. Y esa vez ni siquiera Miki podría solucionarlo.
Estuve tentada a volver a guardarlo, pero no iba a enterarse de nada, por Dios, que era Ángel melasoplatodo Martín, no un componente del CSI. Con un suspiro, me decidí a apretar el botón para encenderlo.
Empezó a iniciarse bajo mi atenta mirada mientras mi expectación iba en aumento... Expectación que cayó de golpe cuando me pidió la contraseña.
Debí haberme imaginado que Don Ángel Martín tendría todo tipo de seguridad. Me extrañaba que no tuviese un candado en la cremallera del maletín...
Eché la cabeza hacia atrás, pensando. La contraseña... tenía que ser algo simple pero a la vez imprevisible. Identificativo. Quizá alguna broma que tuviese que ver con su novia... o quizá incluso el nombre de su chica. Lo intenté pero no dio resultado. ¿Alguna mención a su monólogo? Había ido un par de veces a verlo... probé con "exterminadoradejudíos", "granjadelFacebook" y otras cosas... pero nada de eso dio resultado.
Algo del programa... ¿"enanogruñón"? ¿"lamujerquesehizofamosaportocarlelachorraauntorero"? No, demasiado largo. ¿"OdioalaEsteban"? ¿"Quierosersemanal"?
Se me estaban agotando las ideas... Desesperada, probé con "ÁngelMartín", "MartínGómez", "AlPacino", "WillFerrell"...
Cerré la tapa, exasperada. ¿Pero qué contraseña le había puesto este tío?
Caminé hacia la cocina y empecé a cocinar la merluza, que ya se había descongelado. Estuve pensando en la contraseña durante todo el proceso, hasta que me di cuenta de que había algo que Ángel no dejaba de tararear desde hacía tiempo...
Dejé la merluza en el fuego y corrí al salón, volviendo a abrir la tapa y enfrentándome a la petición de password.
Con los dedos temblando, escribí: "nomeponesnada". Esperé unos segundos y esbocé una sonrisa triunfal cuando el ordenador inició hasta su cuenta. Adoraba a Ricardo. Adoraba la simpleza de Ángel. Adoraba mi inteligencia. Adoraba el olorcillo sugerente de la merluza que se estaba cocinando…
La foto inicial de Windows me saludó desde el fondo de pantalla. Sí que era clásico este Angelito...
Bien, ya estaba en su ordenador. ¿Ahora qué? Eché un vistazo a sus fotos. Estaban distribuidas en carpetas: familia, amigos, Chocita, descargas móvil y
programa. Cliqué en esa última, algo sorprendida. Había fotos de nuestro último cumpleaños, fotos hechas en el backstage mientras yo presentaba el sumario,
durante la publicidad del QEP, fotos promocionales...
Visité sus Documentos, que también estaban separados en carpetas. Retazos de monólogos, ideas para cortos, SLQH... Me metí en la que se refería a nuestro programa, encontrando un montón de guiones para sketches que nunca habían pasado por mis manos (y dudaba que nadie salvo él los hubiese leído). Eran sketches básicamente protagonizados por nosotros dos: Terapia de Parejas, Araceli y Manolín, piques de enano y tarada... ¿Por qué nunca los había metido? A lo mejor el grado de romanticismo tenía algo que ver pero, aún así, eran divertidos.
Volví a Documentos, reparando en una carpeta llamada "Nueva carpeta". ¿Sin título? Dado el perfeccionismo con el que Ángel parecía haber ordenado su portátil, me extrañó que dejase una sin titular. La abrí, encontrándome con otra carpeta llamada "Nueva carpeta(1)". Eso picó aún más mi curiosidad, haciendo que abriese también esa última y me encontrase con un documento sin título.
Hice doble clic sobre él y, de manera inmediata, un Word se me abrió. No pretendía leerlo, mi curiosidad tiene límites, pero la manera en que empezaba aquella redacción me cautivó.
"La amo.
Es algo de lo que estoy completamente seguro.
La amo tanto que ni siquiera sé por qué estoy con otra”.
KeLa_13- Mensajes : 343
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Y piensas dejarlo asi!!! No te atreveras!! Perdon esque lo has dejado en un punto interesantisimo.
Siguelo cuando puedas que esta genial y me encanta.
Siguelo cuando puedas que esta genial y me encanta.
irune- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Genial Kela, aunque el cap se ha terinado en lo mas interesante. Los guiones de esketches entre ellos, pero que nunca se han llevado a grabar, mas de una vez se me ha pasado por la cabeza.
marty- Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 11/06/2010
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
No vale que termines así! xD
sigue escribiendo
sigue escribiendo
paulitaslqh- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 23/12/2009
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Pero, pero, pero... ¡Como lo dejas asi! Me esta encantando de verdad, mas de una vez se ma a pasado por la cabeza eso de los sketches escritos en el ordenador ^^ la parte de la contraseña genial, "nomeponesnada" xD, no se porque, pero le pega mucho que ponga algo asi =P, sigue pronto por favor, no nos hagas sufrir T_T
Davilito- Mensajes : 185
Fecha de inscripción : 27/05/2010
Localización : La Isla de Leon
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
nomeponesnada es el título de la canción que escribieron Ángel y Ricardo para Patri y demás tías buenas. Es la puta idea del siglo esa contraseña. KeLa es un genio.Davilito escribió:Pero, pero, pero... ¡Como lo dejas asi! Me esta encantando de verdad, mas de una vez se ma a pasado por la cabeza eso de los sketches escritos en el ordenador ^^ la parte de la contraseña genial, "nomeponesnada" xD, no se porque, pero le pega mucho que ponga algo asi =P, sigue pronto por favor, no nos hagas sufrir T_T
Una vez más, comento para dejar claro que amo a KeLa. La idea de este fic, así como su ejecución son impecables.
Legna- Mensajes : 516
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
"Nomeponesnada" Genial la hilada con la canción y ese doble significado que puede tener para la historia (igual no tiene nada que ver, pero bueno )
El momento contraseña me ha encantado jajaja
Y el final de capi... Por dios sigue lo más pronto que puedas!
Este fic promete
El momento contraseña me ha encantado jajaja
Y el final de capi... Por dios sigue lo más pronto que puedas!
Este fic promete
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Me has matado con la idea de los sketches protagonizados por ellos dos =3
Genialísimo el fic! Me encanta como escribes joder! Síguelo pronto! Lo has dejado muuuy interesante
Genialísimo el fic! Me encanta como escribes joder! Síguelo pronto! Lo has dejado muuuy interesante
CaRMeN_R.J.- Mensajes : 152
Fecha de inscripción : 09/12/2009
Edad : 32
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
buuuaaa esta superinteresanteee
el capitulo esta geniiial pero recalco lo de la contraseña, es genial y le pega mogollon poner eso
porfavor siguelo proontooo
eres una artistaaaa
el capitulo esta geniiial pero recalco lo de la contraseña, es genial y le pega mogollon poner eso
porfavor siguelo proontooo
eres una artistaaaa
pangel_94_love- Mensajes : 33
Fecha de inscripción : 29/05/2010
Edad : 30
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
diooos! me encanta, me encanta, y por si no lo habia dicho ya, me requeteencanta!
Continualo cuando puedas!!
Continualo cuando puedas!!
anaGO92- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Edad : 32
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Muuuuuchas gracias a todas (y a todos, que hay un chico xD) por comentaar!!
Qué soletes que sois!!
No iba a subir capítulo hasta el día diez... pero ya que hoy no he ido a clase porque soy guay (bueno, no, tenía médico, dejadme pensar que soy guay, leñe ) aprovecho para subir dos.
Y diréis "dos, uala, qué generosa es KeLa, aparte de guay, guapa y macizorra"... Nah, qué va, es que el capítulo 3 se quedaba muy corto y el 4 no sabía por dónde cortarlo...
Y después de toda esta sarta de estupideces (es culpa del médico, por supuesto), ahí van
Vuelvo a editar por tercera vez (cortesía de Legna)... Lo de la contraseña del capítulo anterior es, en efecto, como dijo Legna (cortesía de Legna otra vez) "nomeponesnada" referida a la canción que Ricardo y Ángel cantan dedicada a "las chicas del programa" y cuando hablamos de "las chicas del programa" hablamos de Patricia
Básicamente me decanté por esa canción por el significado que tiene (mejor dicho, el que yo le doy. Lalalááá).
CAPI 3
¿Ángel le era infiel a Emmanuela? Imposible.
“Me gusta la forma en la que retira su pelo cuando el flequillo empieza a molestarle. Me gusta la forma que tiene de hablarme con los ojos, sonriéndome descaradamente como si supiese que me derrito cada vez que lo hace.
Me gusta oírla chillar mi nombre cuando sabe que estoy a punto de decir algo soez y adoro la forma en la que no puede evitar reírse después.
Ella es mi todo aunque no tengamos nada”.
Seguí leyendo, tenía curiosidad por saber de qué la conocía.
“Ahora nos había dado por bromear antes de salir a plató…”
¿A plató?
“… era ya costumbre para nosotros e incluso habíamos hecho de ese juego un hábito para el público”.
¿Público? Venga, en serio, ¿quién coño era ésa tía?
“Nos gustaba jugar a picarnos, a tirarnos indirectas. Me acostumbré a no usar su nombre, por lo menos no hasta que llegaba a la mesa; me acostumbré a hacerla rabiar sustituyendo su nombre por gestos ofensivos como “oye”, “eh”, “tú”…”
¡La… hostia!
Me asusté cuando mi móvil comenzó a sonar y, de la impresión, derramé un poco de vino sobre el pantalón del pijama.
Patricia: Joder…
Sequé la mancha con el dorso de la mano, admirando el rodalón de vino expuesto en mi pijama. Me acerqué al móvil corriendo y descolgué precipitadamente.
Patricia: ¿Sí?
Carlos: Hola, princesa.
Patricia: Ah, hola, Carlos – sonreí.
Carlos: ¿No sales hoy?
Patricia: No, me apetece quedarme en casa, descansando… ¿Y tú?
Carlos: Trabajando, ya sabes. ¿Qué estabas haciendo, entonces?
Patricia: La cena – me di una palmada en la frente al recordar que me había dejado la merluza quemándose al fuego.
Carlos: Madre mía, qué peligro…
Patricia: Y que lo digas… - murmuré para mí misma.
Caminé a zancadas a la cocina y quité la sartén del fuego. Incomible, me iba a tocar prepararme otra cosa.
Carlos: Yo pensaba que aprovecharías para irte a Valladolid…
Patricia: Lo he pensado tarde.
Tenía prisa por colgarle, quería seguir leyendo aquello que me había dejado completamente descolocada. ¿Ángel enamorado de mí? Era imposible. Sí, vale, existía entre nosotros cierto coqueteo que nunca había pasado a mayores. Era parte de nuestra amistad, ¿no? Eran esos piques sin sentido y las connotaciones sexuales que le dábamos a cualquier frase cuyo significado no iba precisamente dirigido a la sexualidad lo que hacía que la gente (incluidos compañeros de trabajo tales como Berta y Miki) hablasen de tensión sexual no resuelta entre nosotros.
Carlos: Entonces, ¿qué me dices? ¿Vendrás el fin de semana que viene?
Patricia: ¿Eh? Claro, lo intentaré.
Carlos: Perfecto. Te llamo mañana, ¿vale? Voy a ver si sigo con estos presupuestos… Te quiero, princesa.
Patricia: Sí… Y yo…
En cuanto colgó me dirigí al salón, de nuevo frente al portátil.
Tragué saliva y seguí leyendo.
CAPI 4
“No soy capaz de recordar qué pasó para empezar con aquella tontería. Sé que las nuevas escaleras de plató tuvieron mucho que ver, pues se me ocurrió la desesperada idea de darles alguna utilidad… como salir corriendo por ellas.
Y lo que empezó como una soplapollez sacada de la manga, acabó convirtiéndose en nuestro momento, el momento donde ella sólo era ella y yo sólo era yo. Sin guiones, ni personajes ni mucho menos pautas que nos dijesen cómo reaccionar…
Y pasó justamente lo que tenía pasar. Sin líneas sólo somos dos tontos que, al improvisar, acabar por meterse en las complicaciones del coqueteo.
Como todos los días, subí la escalera a pasarela antes de que me presentase y, como todos los días, reclamé al público que no hacía falta que me aplaudiese.
Ángel: Oye, que voy a entrar corriendo… - sonreí mirándola.
Patricia: Oye – recalcó ella, mostrando su disgusto, sabiendo perfectamente que aquella precisamente era la razón por la que seguía empeñado en dirigirme a ella de esa forma.
Ángel: Sí, “oye”, te voy a llamar oye.
Patricia: No, no, no pasa nada. Lo estaba esperando, yo digo: “a ver cuándo me suelta el oye”
Ángel: ¡Oye! – insistí.
Patricia: Dime.
Ángel: Que voy a entrar corriendo, ¿me cronometras o no?
Patricia: ¿Vas a entrar corriendo? ¡Anda ya! ¡No me digas! – reí con la vacilada, me encanta cuando se pone chulita.
Ángel: Te juro que desde hace… ya no me apetece nada… pero… bueno, que dale a eso – vi que no me estaba haciendo mucho caso.
Patricia: Dime, dime, corazón, ah el cronometro, ¿no? – lo levantó para mostrármelo.
Ángel: Sí… Oye, que si quieres decir algo tú, dilo.
Patricia: No, no, no, nada.
Ángel: Que es que a veces me pongo a hablar y no…
Patricia: No, no, no. ¡Suerte! – me dijo, por decir algo, más bien.
Ángel: ¿Seguro? ¿Seguro? ¿Ibas a decir algo o no?
Patricia: No, no, no.
Ángel: Seguro, ¿eh?
Patricia: Seguro, seguro.
Ángel: Que no me entere yo, que no me entere yo…
Patricia: ¡Eh! – levantó un dedo hacia mí, como advirtiéndome de que tuviese cuidado con lo que iba a decir.
Ángel: Eh.
Patricia: Eh.
Ángel: Eh, escúchame.
Patricia: Eh, no – sonrió señalándome acusadoramente y yo me tomé la licencia para hacerlo también.
Ángel: Eh, escúchame. Que no me entere yo que te quedas con ganas de decir algo, eh, que no me entere yo.
Y también como todos los días, llegué a la mesa corriendo, con la única diferencia de que me caí y me hice bastante daño en el tobillo. Me encantó ver cómo se preocupaba por mí y también cómo se reía más tarde de mi caída. Aproveché la primera oportunidad bajo la forma de cebo con los contenidos del día, para hablarle.
Ángel: ¿Qué te creías que iba a decir ahí arriba?
Patricia: ¿Algo propio de Miki?
Ángel: Será porque estás deseando escucharlo… - fingí indiferencia mientras organizaba las hojas de mi guión.
Patricia: O que tú estás deseando tener derecho para decirlo… - me contestó, en tono mordaz.
Ángel: También, también – reí.
Levantó una ceja, exhibiendo su mejor sonrisa seductora mientras yo la miraba burlón y directo porque sabía que no se le ocurría nada con que rebatirme.
Cambiamos las expresiones de nuestros rostros en cuanto Gonzalo nos previno de que el cebo estaba a punto de terminar, pero mi cabeza no dejó ni por un instante de darle vueltas a lo que Patricia creía que iba a decirle allí arriba.
Me agaché levemente para tocarme el tobillo y me quejé entre risas de que me dolía. Ella, también sonriendo, me hizo un gesto para que me callase y me espetó:
Patricia: Alquílate Ghost.
Ángel: ¿Qué? ¿Que me alquile Ghost?
Patricia: Sí, ahora, ahora te lo explico, en un vídeo.
Paré de leer, aturdida. Aquella era una reproducción muy exacta de la conversación que mantuvimos aquel día. Sonreí al releerla.
Sin embargo, los juegos de palabras y los dobles sentidos a veces se nos escapaban de las manos. Como al día siguiente, sin ir más lejos…
Ángel: No me apetece nada correr hoy… No aplaudáis, en serio – grité al público.
Patricia: Sigo sin oírte cuando estás ahí.
Ángel: ¡Oye!
Patricia: ¡Oye! Oye, dime… oye ¿qué?
Ángel: Es que esto es un rollo, yo sé que debería correr…
Patricia: Oye, ¡tú! ¡Que no te oigo! – me interrumpió.
Ángel: Oye, tú – la imité.
Patricia: Ahora.
Ángel: Que es que no me apetece nada correr.
Patricia: Es tu problema – le puso ímpetu para sonar borde y yo la ignoré.
Ángel: Nada es nada… pero debería correr, lo que pasa es que… - bufé, cansado.
Patricia: Pero más a menudo, además – masculló ella mientras yo hablaba.
Ángel: Qué pereza colega – reí al escucharla - Ehhh… nada que eso. Venga, lo intento pero…
Patricia: Inténtalo, de verdad, hazme caso, más a menudo – esbozó una sonrisa burlona mientras se agachaba a coger el cronómetro.
Ángel: ¿Estás haciendo…?
Patricia: ¡Hombre, que los años no pasan en balde, Ángel!
Ángel: No, pero ¿estás haciendo bromas sexuales con dobles sentidos? – ella me miró, extrañada - pregunto, ¿eh? Pregunto.
Patricia: ¿Por qué te vas a lo sexual si yo me estoy yendo a lo deportivo?
Ángel: ¡Oh, perdona! Como estamos diciendo “hay que correr muy a menudo”… Perdona por llevármelo a lo sexual, soy el raro, claro… - ironicé, sin atender a su boca abierta - Que hay niños viéndonos, que da igual, venga – me reí - Que somos Barrio Sésamo, venga… - me metí detrás de la campana de la pasarela.
Patricia: Yo hablaba de que fueras al gimnasio, jo, como todo el mundo…
Ángel: ¿Qué, que? – me asomé para escucharla.
Patricia: Da igual, déjalo, anda, viejo verde…
Volví a ponerme en posición para coger carrerilla. Hacía tiempo que habría dejado de correr para llegar a la mesa si no fuese por aquellos momentos.
Hice un tiempo de mierda e incluso, desde el público, se escuchó un “buuu” general y un espontáneo “¡A tu casa!” que ella se encargó de repetir.
Patricia: 5.20 y “a tu casa” dicen por ahí…
Me senté, compungido.
Ángel: Si es que lo he dicho; hoy no tengo ganas de correr…- enfaticé la última palabra mirando a Patricia de reojo, con una leve sonrisa, pero ella no se dio cuenta."
Pues no, no me di cuenta en absoluto. No me creyó cuando le dije que me refería meramente a lo deportivo y lo cierto es que hizo bien. A ver si se creía que yo iba a desaprovechar cualquier oportunidad para meter cizaña…
A mí también habían acabado por gustarme aquellos momentos que, a lo largo del tiempo también se vieron trasladado a fuera de cámaras, en los que, por azar o por la necesidad de grabar un sketch, nos encontrábamos antes de plató.
Una vez estábamos en mesa, teníamos más dificultades para decirnos aquellas cosas que sólo nosotros entendíamos pero de las que se preveía una cierta connotación sexual. Mientras se estaba emitiendo un vídeo el público de casa no podía escucharnos, a no ser que los micros se quedasen abiertos, pero la sala de control y, a menudo, el público que estaba en plató sí que podía escuchar todo lo que nos decíamos, por lo que decidimos volver a aquellas épocas en las que nos dedicábamos a pasarnos notas en las hojas ya pasadas del guión del día. Me pregunté si también habría plasmado en aquella especie de diario aquellas conversaciones que siempre solía quedarse él.
Qué soletes que sois!!
No iba a subir capítulo hasta el día diez... pero ya que hoy no he ido a clase porque soy guay (bueno, no, tenía médico, dejadme pensar que soy guay, leñe ) aprovecho para subir dos.
Y diréis "dos, uala, qué generosa es KeLa, aparte de guay, guapa y macizorra"... Nah, qué va, es que el capítulo 3 se quedaba muy corto y el 4 no sabía por dónde cortarlo...
Y después de toda esta sarta de estupideces (es culpa del médico, por supuesto), ahí van
Vuelvo a editar por tercera vez (cortesía de Legna)... Lo de la contraseña del capítulo anterior es, en efecto, como dijo Legna (cortesía de Legna otra vez) "nomeponesnada" referida a la canción que Ricardo y Ángel cantan dedicada a "las chicas del programa" y cuando hablamos de "las chicas del programa" hablamos de Patricia
Básicamente me decanté por esa canción por el significado que tiene (mejor dicho, el que yo le doy. Lalalááá).
CAPI 3
¿Ángel le era infiel a Emmanuela? Imposible.
“Me gusta la forma en la que retira su pelo cuando el flequillo empieza a molestarle. Me gusta la forma que tiene de hablarme con los ojos, sonriéndome descaradamente como si supiese que me derrito cada vez que lo hace.
Me gusta oírla chillar mi nombre cuando sabe que estoy a punto de decir algo soez y adoro la forma en la que no puede evitar reírse después.
Ella es mi todo aunque no tengamos nada”.
Seguí leyendo, tenía curiosidad por saber de qué la conocía.
“Ahora nos había dado por bromear antes de salir a plató…”
¿A plató?
“… era ya costumbre para nosotros e incluso habíamos hecho de ese juego un hábito para el público”.
¿Público? Venga, en serio, ¿quién coño era ésa tía?
“Nos gustaba jugar a picarnos, a tirarnos indirectas. Me acostumbré a no usar su nombre, por lo menos no hasta que llegaba a la mesa; me acostumbré a hacerla rabiar sustituyendo su nombre por gestos ofensivos como “oye”, “eh”, “tú”…”
¡La… hostia!
Me asusté cuando mi móvil comenzó a sonar y, de la impresión, derramé un poco de vino sobre el pantalón del pijama.
Patricia: Joder…
Sequé la mancha con el dorso de la mano, admirando el rodalón de vino expuesto en mi pijama. Me acerqué al móvil corriendo y descolgué precipitadamente.
Patricia: ¿Sí?
Carlos: Hola, princesa.
Patricia: Ah, hola, Carlos – sonreí.
Carlos: ¿No sales hoy?
Patricia: No, me apetece quedarme en casa, descansando… ¿Y tú?
Carlos: Trabajando, ya sabes. ¿Qué estabas haciendo, entonces?
Patricia: La cena – me di una palmada en la frente al recordar que me había dejado la merluza quemándose al fuego.
Carlos: Madre mía, qué peligro…
Patricia: Y que lo digas… - murmuré para mí misma.
Caminé a zancadas a la cocina y quité la sartén del fuego. Incomible, me iba a tocar prepararme otra cosa.
Carlos: Yo pensaba que aprovecharías para irte a Valladolid…
Patricia: Lo he pensado tarde.
Tenía prisa por colgarle, quería seguir leyendo aquello que me había dejado completamente descolocada. ¿Ángel enamorado de mí? Era imposible. Sí, vale, existía entre nosotros cierto coqueteo que nunca había pasado a mayores. Era parte de nuestra amistad, ¿no? Eran esos piques sin sentido y las connotaciones sexuales que le dábamos a cualquier frase cuyo significado no iba precisamente dirigido a la sexualidad lo que hacía que la gente (incluidos compañeros de trabajo tales como Berta y Miki) hablasen de tensión sexual no resuelta entre nosotros.
Carlos: Entonces, ¿qué me dices? ¿Vendrás el fin de semana que viene?
Patricia: ¿Eh? Claro, lo intentaré.
Carlos: Perfecto. Te llamo mañana, ¿vale? Voy a ver si sigo con estos presupuestos… Te quiero, princesa.
Patricia: Sí… Y yo…
En cuanto colgó me dirigí al salón, de nuevo frente al portátil.
Tragué saliva y seguí leyendo.
CAPI 4
“No soy capaz de recordar qué pasó para empezar con aquella tontería. Sé que las nuevas escaleras de plató tuvieron mucho que ver, pues se me ocurrió la desesperada idea de darles alguna utilidad… como salir corriendo por ellas.
Y lo que empezó como una soplapollez sacada de la manga, acabó convirtiéndose en nuestro momento, el momento donde ella sólo era ella y yo sólo era yo. Sin guiones, ni personajes ni mucho menos pautas que nos dijesen cómo reaccionar…
Y pasó justamente lo que tenía pasar. Sin líneas sólo somos dos tontos que, al improvisar, acabar por meterse en las complicaciones del coqueteo.
Como todos los días, subí la escalera a pasarela antes de que me presentase y, como todos los días, reclamé al público que no hacía falta que me aplaudiese.
Ángel: Oye, que voy a entrar corriendo… - sonreí mirándola.
Patricia: Oye – recalcó ella, mostrando su disgusto, sabiendo perfectamente que aquella precisamente era la razón por la que seguía empeñado en dirigirme a ella de esa forma.
Ángel: Sí, “oye”, te voy a llamar oye.
Patricia: No, no, no pasa nada. Lo estaba esperando, yo digo: “a ver cuándo me suelta el oye”
Ángel: ¡Oye! – insistí.
Patricia: Dime.
Ángel: Que voy a entrar corriendo, ¿me cronometras o no?
Patricia: ¿Vas a entrar corriendo? ¡Anda ya! ¡No me digas! – reí con la vacilada, me encanta cuando se pone chulita.
Ángel: Te juro que desde hace… ya no me apetece nada… pero… bueno, que dale a eso – vi que no me estaba haciendo mucho caso.
Patricia: Dime, dime, corazón, ah el cronometro, ¿no? – lo levantó para mostrármelo.
Ángel: Sí… Oye, que si quieres decir algo tú, dilo.
Patricia: No, no, no, nada.
Ángel: Que es que a veces me pongo a hablar y no…
Patricia: No, no, no. ¡Suerte! – me dijo, por decir algo, más bien.
Ángel: ¿Seguro? ¿Seguro? ¿Ibas a decir algo o no?
Patricia: No, no, no.
Ángel: Seguro, ¿eh?
Patricia: Seguro, seguro.
Ángel: Que no me entere yo, que no me entere yo…
Patricia: ¡Eh! – levantó un dedo hacia mí, como advirtiéndome de que tuviese cuidado con lo que iba a decir.
Ángel: Eh.
Patricia: Eh.
Ángel: Eh, escúchame.
Patricia: Eh, no – sonrió señalándome acusadoramente y yo me tomé la licencia para hacerlo también.
Ángel: Eh, escúchame. Que no me entere yo que te quedas con ganas de decir algo, eh, que no me entere yo.
Y también como todos los días, llegué a la mesa corriendo, con la única diferencia de que me caí y me hice bastante daño en el tobillo. Me encantó ver cómo se preocupaba por mí y también cómo se reía más tarde de mi caída. Aproveché la primera oportunidad bajo la forma de cebo con los contenidos del día, para hablarle.
Ángel: ¿Qué te creías que iba a decir ahí arriba?
Patricia: ¿Algo propio de Miki?
Ángel: Será porque estás deseando escucharlo… - fingí indiferencia mientras organizaba las hojas de mi guión.
Patricia: O que tú estás deseando tener derecho para decirlo… - me contestó, en tono mordaz.
Ángel: También, también – reí.
Levantó una ceja, exhibiendo su mejor sonrisa seductora mientras yo la miraba burlón y directo porque sabía que no se le ocurría nada con que rebatirme.
Cambiamos las expresiones de nuestros rostros en cuanto Gonzalo nos previno de que el cebo estaba a punto de terminar, pero mi cabeza no dejó ni por un instante de darle vueltas a lo que Patricia creía que iba a decirle allí arriba.
Me agaché levemente para tocarme el tobillo y me quejé entre risas de que me dolía. Ella, también sonriendo, me hizo un gesto para que me callase y me espetó:
Patricia: Alquílate Ghost.
Ángel: ¿Qué? ¿Que me alquile Ghost?
Patricia: Sí, ahora, ahora te lo explico, en un vídeo.
Paré de leer, aturdida. Aquella era una reproducción muy exacta de la conversación que mantuvimos aquel día. Sonreí al releerla.
Sin embargo, los juegos de palabras y los dobles sentidos a veces se nos escapaban de las manos. Como al día siguiente, sin ir más lejos…
Ángel: No me apetece nada correr hoy… No aplaudáis, en serio – grité al público.
Patricia: Sigo sin oírte cuando estás ahí.
Ángel: ¡Oye!
Patricia: ¡Oye! Oye, dime… oye ¿qué?
Ángel: Es que esto es un rollo, yo sé que debería correr…
Patricia: Oye, ¡tú! ¡Que no te oigo! – me interrumpió.
Ángel: Oye, tú – la imité.
Patricia: Ahora.
Ángel: Que es que no me apetece nada correr.
Patricia: Es tu problema – le puso ímpetu para sonar borde y yo la ignoré.
Ángel: Nada es nada… pero debería correr, lo que pasa es que… - bufé, cansado.
Patricia: Pero más a menudo, además – masculló ella mientras yo hablaba.
Ángel: Qué pereza colega – reí al escucharla - Ehhh… nada que eso. Venga, lo intento pero…
Patricia: Inténtalo, de verdad, hazme caso, más a menudo – esbozó una sonrisa burlona mientras se agachaba a coger el cronómetro.
Ángel: ¿Estás haciendo…?
Patricia: ¡Hombre, que los años no pasan en balde, Ángel!
Ángel: No, pero ¿estás haciendo bromas sexuales con dobles sentidos? – ella me miró, extrañada - pregunto, ¿eh? Pregunto.
Patricia: ¿Por qué te vas a lo sexual si yo me estoy yendo a lo deportivo?
Ángel: ¡Oh, perdona! Como estamos diciendo “hay que correr muy a menudo”… Perdona por llevármelo a lo sexual, soy el raro, claro… - ironicé, sin atender a su boca abierta - Que hay niños viéndonos, que da igual, venga – me reí - Que somos Barrio Sésamo, venga… - me metí detrás de la campana de la pasarela.
Patricia: Yo hablaba de que fueras al gimnasio, jo, como todo el mundo…
Ángel: ¿Qué, que? – me asomé para escucharla.
Patricia: Da igual, déjalo, anda, viejo verde…
Volví a ponerme en posición para coger carrerilla. Hacía tiempo que habría dejado de correr para llegar a la mesa si no fuese por aquellos momentos.
Hice un tiempo de mierda e incluso, desde el público, se escuchó un “buuu” general y un espontáneo “¡A tu casa!” que ella se encargó de repetir.
Patricia: 5.20 y “a tu casa” dicen por ahí…
Me senté, compungido.
Ángel: Si es que lo he dicho; hoy no tengo ganas de correr…- enfaticé la última palabra mirando a Patricia de reojo, con una leve sonrisa, pero ella no se dio cuenta."
Pues no, no me di cuenta en absoluto. No me creyó cuando le dije que me refería meramente a lo deportivo y lo cierto es que hizo bien. A ver si se creía que yo iba a desaprovechar cualquier oportunidad para meter cizaña…
A mí también habían acabado por gustarme aquellos momentos que, a lo largo del tiempo también se vieron trasladado a fuera de cámaras, en los que, por azar o por la necesidad de grabar un sketch, nos encontrábamos antes de plató.
Una vez estábamos en mesa, teníamos más dificultades para decirnos aquellas cosas que sólo nosotros entendíamos pero de las que se preveía una cierta connotación sexual. Mientras se estaba emitiendo un vídeo el público de casa no podía escucharnos, a no ser que los micros se quedasen abiertos, pero la sala de control y, a menudo, el público que estaba en plató sí que podía escuchar todo lo que nos decíamos, por lo que decidimos volver a aquellas épocas en las que nos dedicábamos a pasarnos notas en las hojas ya pasadas del guión del día. Me pregunté si también habría plasmado en aquella especie de diario aquellas conversaciones que siempre solía quedarse él.
Última edición por KeLa_13 el Mar Nov 30, 2010 1:10 pm, editado 1 vez
KeLa_13- Mensajes : 343
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Ueee soy la primera en comentarte! Te tengo por el msn, y ya te comenté este capi, como todos, pero es igual. Aprovecho para decirte que me estás jodiendo la mañana de estudio, y que te odio.
Como estoy generosa, voy a descatar un par de frases molonas:
Ella es mi todo aunque no tengamos nada
Me encanta también la reacción de Patri cuando ve que la historia va sobre ella: “¡La… hostia!”
Sin líneas sólo somos dos tontos que, al improvisar, acabar por meterse en las complicaciones del coqueteo.
Como estoy generosa, voy a descatar un par de frases molonas:
Ella es mi todo aunque no tengamos nada
Me encanta también la reacción de Patri cuando ve que la historia va sobre ella: “¡La… hostia!”
Sin líneas sólo somos dos tontos que, al improvisar, acabar por meterse en las complicaciones del coqueteo.
Legna- Mensajes : 516
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Aiii me encanta me encanta!!
Conforme iba leyendo las conversaciones me iba acordando de cuando pasó *-*
me gusta que sea todo tan realista!
Conforme iba leyendo las conversaciones me iba acordando de cuando pasó *-*
me gusta que sea todo tan realista!
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
Yujuuu! siempre estoy deseando que pongas un cap nuevo! me encanta de verdad, es increible que cada vez que ibas diciendo los momentos me iban viniendo a la cabeza con todo detalle ^^, y por cierto, gracias por acordarte de mi xDD sigue prontoo =P
Davilito- Mensajes : 185
Fecha de inscripción : 27/05/2010
Localización : La Isla de Leon
Re: Retazos de mentira, retazos de verdad
TE QUIERO <33
Te diría muchas más cosas de estos capis pero es que creo que no es necesario... SIEMPRE estoy deseando conectarme al messenger y que me digas: "escribí, ¿te paso?" Y cuando no lo haces me dan ganas de matarte pero ese es otro tema que tocaremos en próximas... ediciones.
Te diría muchas más cosas de estos capis pero es que creo que no es necesario... SIEMPRE estoy deseando conectarme al messenger y que me digas: "escribí, ¿te paso?" Y cuando no lo haces me dan ganas de matarte pero ese es otro tema que tocaremos en próximas... ediciones.
p.a.t.r.ii- Mensajes : 440
Fecha de inscripción : 01/10/2009
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