Solos de verdad

Buenas! Antes de nada, os cuento un poco… Empecé este fic hace unos días, sin la intención de acabarlo (nunca acabo ninguno) ni mucho menos de subirlo, pero hoy estaba estudiando y me ha llegado la inspiración (vamos, que necesitaba una excusa para hacer el vago), así que ya que he perdido el tiempo, he decidido subirlo, aunque sé que ahora esto está un poco vacío (cosa lógica) con lo cual me leerán 4 y comentarán 2. En fin, a lo que voy… que es un solo capi, se supone que ocurre después de la marcha de Ángel, narra Patri, y como no me apetecía explayarme, hay pequeños saltos temporales separados con asteriscos, pero espero que se entienda. Ah, y el título es lo primero que se me ha ocurrido, así que es probable que lo cambie.
Creo que eso es todo, así que ahí va:

Tras hablarlo con Berta y Miki, me encargué yo de llamar a Ángel…

- Al parecer soy la única que prefería ir hoy, así que hemos decidido dejarlo para mañana. Maldita democracia… -me quejé-. De todas formas tampoco es seguro. Al final acabaremos yendo la semana que viene, lo estoy viendo.
-¿Y a mí nadie me deja votar? También me venía mejor hoy. Y la semana que viene es probable que no pueda.
-Haberlo dicho antes, hombre. ¿Tienes visita?
-La semana que viene creo que sí. Lo de hoy lo decía porque ésta ha invitado a sus amigas a cenar a casa, y yo ahí estorbo. Me venía bien hacer tiempo con vosotros. Ahora tendré que unirme a su apasionante reunión. Es eso, o quedarme vagando por las calles, cosa que me estoy planteando seriamente –bromeó.

En ese momento, inevitablemente se me pasó por la cabeza la posibilidad de ir yo sola a verle. Tenía la excusa perfecta de hacerle compañía. Además, si a ambos nos venía mejor ese día, ¿por qué teníamos que depender de los demás? Se suponía que éramos amigos, ¿no? No tenía nada de malo. Sin embargo, sabía que esa sólo era la teoría, y que en el fondo no éramos amigos normales que pudieran quedar a solas. Seguramente le haría sentir incómodo si se lo proponía. No quería ponerle en un compromiso. Y para qué negarlo, también me avergonzaba que se diera cuenta de que estaba deseando tenerle sólo para mí.
Decidí no decírselo directamente. Trataría de tantearle, y con un poco de suerte, incluso me lo propondría él. Así de retorcida soy a veces.

-Si quieres, intento convencerles. Todavía estamos a tiempo –le propuse.
-Tampoco es plan de traerles obligados.
-Bien que ellos me obligan a mí a hacer lo que les viene mejor –repliqué, fingiendo indignación.
-Pues pasa de ellos y ven tú.
No me esperaba conseguirlo tan fácilmente. Me sorprendió que Ángel tomara la iniciativa de esa manera. Ahora sólo quedaba hacerme un poco la remolona para no ser tan evidente.
-¿Yo sola? Igual les sienta mal…
-No creo. Tampoco vamos a irnos de fiesta. Podemos tomar algo en el bar del hotel o ir a cenar por allí cerca, y hablamos tranquilamente.
-La verdad es que desde nuestros antiguos desayunos en la cafetería, no hemos podido hablar a solas.
-¿Ves? Casi es mejor sin ellos.
-¿Qué te parece entonces si te espero en recepción? –sugerí, sin andarme con más rodeos.
-¿Y antes del monólogo no nos vemos?
-Creo que prefiero llegar con el tiempo justo. Soy muy discreta, ya lo sabes.
-Como quieras.

*****

Salí un poco antes de que terminara el monólogo para evitar que me abordara la gente y pillar a Ángel antes de que subiera a la habitación que compartía con otros cómicos y que hacía las veces de camerino. No tardé en verle aparecer, a paso ligero. Sonrió al localizarme, acercándose de inmediato hasta mí. Nos dimos dos besos, algo que todavía se me hacía raro.

-Tengo que subir a por mis cosas. No tardo nada.
-Mientras aprovecho para ir al baño, ¿vale? –me apresuré a decirle, señalando las escaleras que bajaban a los baños del hotel.- Te lo digo por si al volver ves que no estoy.
-Puedes subir al mío si quieres. –¿Al suyo? Mi cara debió ser un poema.- Vamos, me parece una tontería que uses un baño público teniendo yo uno en mi habitación.

¿Ángel y yo a solas en una habitación de hotel? ¿Y lo decía así, tan tranquilo? Igual era una cámara oculta. Por instinto, miré a los lados, como esperando que de entre las sombras apareciera un cámara acompañado de alguien con una sonrisa burlona y un ramo de rosas. Bueno, en verdad estaba asegurándome de que no hubiera moros en la costa. Sólo me faltaba que nos vieran. A saber lo que pensarían. El caso es que ese día los astros parecían haberse alineado. Nadie pasaba por allí en ese momento, y el tipo de recepción no estaba en el mostrador. “Ahora o nunca, Patricia. Esta vez no hay tiempo para hacerse la remolona.”

-Bueno, vale, gracias.

*****

Me invitó con un gesto a pasar primero. Accedí, observando la estancia conforme entraba.

-No está mal como camerino –comenté, tratando de normalizar la situación.
-Como el del programa no encontraré ninguno.

¿Estaba siendo irónico o esa frase tenía un trasfondo sentimental? No le di importancia.

-El del programa no tiene tele, ni cama, ni…
-Ni baño –añadió, señalándolo para que entrara.
-Ni baño –corroboré, dirigiendo mis pasos hasta la puerta.- No tardo nada.
-Tómate tu tiempo.

Lo primero que hice nada más cerrar fue respirar hondo. La situación se enrarecía por momentos, y lo más extraño de todo era que a él no parecía importarle. Me acerqué al lavabo y me miré en el espejo. Abrí el grifo para lavarme las manos. Seguro que él lo estaría escuchando desde el otro lado. Menos mal que no me había dado un apretón.
Me adecenté un poco y salí. Le encontré cerrando su bandolera, que estaba apoyada sobre la cama.

-Te veo concentrado.

Giró la cabeza para mirarme y me sonrió.

-Esta cremallera se está riendo de mí.
-Si es que… más vale maña que fuerza –aproveché para picarle.
-Vaya, y eso lo dices sin ni siquiera intentarlo. Adelante –hizo con la mano un gesto de invitación. –A ver si doña mañosa lo consigue.

Yo me acerqué, caminando de una forma altiva, y le aparté de en medio al llegar a su lado, bastante sobreactuada. Examiné la cremallera.

-Se te ha atascado con algo.
-¿No me digas? –ironizó.

Le ignoré, comenzando a tirar de la cremallera, sin éxito.

-¿Qué llevas aquí, un cadáver? Normal que no cierre si está a reventar.
-¿En serio ese era tu plan? ¿Tirar como una loca? –Se rio-. No veo la maña por ninguna parte.
-A ver, cállate y sujeta mientras yo tiro.
-Anda, déjalo, es igual.
-Algún día tendrás que abrir esto, ¿no?

Suspiró y finalmente me obedeció. Colocó sus manos sobre la bandolera. Yo hice presión cerca de la cremallera, y comencé a tirar con cuidado. Mientras lo hacía, podía notar de reojo cómo él no me quitaba la vista de encima. ¿A qué venía eso ahora? Intenté no pensarlo. Seguí con lo mío, procurando que pareciera que no me había dado cuenta. Y no fue fácil. Tenía que hacer verdaderos esfuerzos por no mirarle. Me ponía realmente nerviosa sentirme observada por él. Así soy yo, capaz de quedarme en bragas delante de un millón de personas, y luego sentirme intimidada ante la mirada de una sola. Y más aún si esa persona es él.
Tras unos pocos segundos que a mí se me hicieron eternos, conseguí desatascar aquel dichoso trasto.

-¡Toma ya! –exclamé victoriosa.

Alcé la vista, encontrándome con Ángel más cerca de lo que esperaba.

-No te pongas chulita tampoco, ¿eh? Que has necesitado mi ayuda. –Su tono de voz me pareció sutilmente más bajo del habitual.
-No intentes quitarme mérito. –Mi subconsciente me traicionó, haciendo que yo también bajara el tono.

Y entonces supe que habíamos entrado en una de esas situaciones que sólo me ocurrían con él. Sólo con él era capaz de mantener dos conversaciones a la vez. Mientras de nuestras bocas salían tonterías, nuestro lenguaje corporal hablaba de cosas mucho más interesantes, hasta que alguno de los dos se encargaba de poner distancia, rompiendo la magia, y acto seguido ambos fingíamos que no había pasado nada. Era la clase de situación que luego creía que no había existido, que ni él estaba tan cerca, ni hablaba tan bajo.
Pero aquella vez fue diferente. Ninguno de los dos apartó la mirada, ni se movió un solo centímetro. Le tenía tan cerca que podía notar su olor. Mi mirada se desvió a sus labios, que esbozaban una leve sonrisa. Y entonces me percaté de que estábamos aún más cerca que hace sólo unos instantes, y que cada vez parecíamos estarlo más. Hasta que, antes de que pudiera darme cuenta, la distancia entre nosotros no existía, porque nuestros labios se habían unido, aunque apenas fuera un roce.
Mil sensaciones me recorrieron, colapsándome por completo. Mi respiración se cortó en seco, el pulso se me disparó y no podía hacer otra cosa que templar como una niña indefensa. Aún así, reuní el valor para dejar que mi boca se entreabriera y recibiera a la suya. Total, ¿qué otra cosa podíamos hacer ya? Éramos como dos imanes que a una cierta distancia no podían evitar unirse, y que una vez unidos, eran realmente complicados de separar.
Nuestras bocas se acoplaron lentamente, sin rastro alguno de torpeza. Encajaban a la perfección, como si se conocieran desde siempre. Y es que por una parte todo aquello era muy extraño y por otra, demasiado normal, porque aunque resultara inesperado, no había sido repentino. Llevaba años escondido, esperando.
No necesitamos decirnos nada cuando quitamos la bandolera de encima de la cama para tenerla entera para nosotros solos… Solos de verdad. Tan solos que ni siquiera el miedo que siempre nos había acompañado, tenía cabida esta vez.
Nada podía interponerse entre nosotros, tampoco la ropa. Nuestros cuerpos demostraron no tener nada que envidiar a la destreza nuestras bocas. Sabían exactamente qué hacer, dónde tocar.
Por primera vez en todos esos años, y aunque sólo fuera por un rato, olvidamos todo lo demás. Nos miramos a los ojos sin vergüenza mientras explorábamos los rincones más íntimos de nuestra piel, mientras danzábamos al ritmo de nuestras respiraciones, gimiendo, sudando, aferrándonos al otro como si nunca quisiéramos soltarnos. Quedó demostrado que conectábamos de verdad, desde el primer tímido roce hasta el último espasmo de placer.

Y luego… silencio. Pero no un silencio incómodo, sino cómplice.
No sé cuánto rato pasamos enredados, mirándonos y acariciándonos sin más. Perdí la noción del tiempo.
Descubrí que alguien como él no se olvida, no al menos si lo tienes clavado de forma tan profunda. Que daba igual lo que hiciera para llenar mi vida sin él, porque bastaría un chasquido de sus dedos para hacer que cualquier príncipe azul se convirtiera en rana.
Todavía no sabía si ese día nos rendimos o empezamos a luchar. Si estábamos siendo valientes o más cobardes que nunca. Tampoco era algo que me importara en aquel momento. Estábamos él y yo. No necesitaba más.

Bueno, antes de ponerme a soltar todas las sensaciones que me da este fic, te voy a dar la bienvenida, por que veo que eres nueva ^^ mas vale tarde que nunca.
Y ahora vamos con el fic, me ha gustado mucho, siempre he pensado en eso, momento que estos 2 se queden solos, caen, y muy bien expresado todo la verdad, y algunas frases dignas de resaltar, “Que daba igual lo que hiciera para llenar mi vida sin él, porque bastaría un chasquido de sus dedos para hacer que cualquier príncipe azul se convirtiera en rana” me ha encantado esa frase O.O, y bueno, no voy a añadir nada mas, que espero que sigas pronto y me ha gustado mucho, de verdad ^^

Eh, ¡pero esto qué eeeees! Sigue ya, pero ya de ya!!!
ME HA ENCANTADO. Y además la situación en la que "se desatan", en otras personas no sería creíble, pero en ellos (o en los personajes que yo tengo creados en mi cabeza para que me encante leer y escribir fics) me creo absolutamente que algo así pudiera pasar.

Que sigasssss!!!
Me gusta un montón

Wooow. A mí también me ha encantado de verdad... Yo también lo he pensado muchas veces, que les da como 'palo' quedar solos por que tienen tanta química...jajaja!
El último párrafo es precioso [Descubrí que alguien como él no se olvida, no al menos si lo tienes clavado de forma tan profunda (...)]


Sigue pronto

PRE-CIO-SO!

De verdad que sí. ME ha gustado muchísimo es una situación que, ahora que Ángel ya no está en el programa, podría darse perfectamente.

Lo que más me ha gustado te lo destaco ahora:

"Tenía que hacer verdaderos esfuerzos por no mirarle. Me ponía realmente nerviosa sentirme observada por él. Así soy yo, capaz de quedarme en bragas delante de un millón de personas, y luego sentirme intimidada ante la mirada de una sola. Y más aún si esa persona es él."

"Éramos como dos imanes que a una cierta distancia no podían evitar unirse, y que una vez unidos, eran realmente complicados de separar."

"Y es que por una parte todo aquello era muy extraño y por otra, demasiado normal, porque aunque resultara inesperado, no había sido repentino. Llevaba años escondido, esperando. "

"Todavía no sabía si ese día nos rendimos o empezamos a luchar. Si estábamos siendo valientes o más cobardes que nunca."

Solo una última cosa... seguro que no vas a seguir esta preciosidad??

Espero que la intencion de no acabarlo haya cambiado porque esta muy bien.

"Éramos como dos imanes que a una cierta distancia no podían evitar unirse, y que una vez unidos, eran realmente complicados de separar"

Sigue pronto!!

Yo estoy con la gente que te pide que lo sigas. Es impresionante darse cuenta de la cantidad de sentimiento que tienen los párrafos de este capítulo.

“-Creo que prefiero llegar con el tiempo justo. Soy muy discreta, ya lo sabes.”
Sí sí, tan discreta que luego en el programa le falta tiempo para decir que ayer estuvo con Ángel o en plena gala de los TP soltar que le echa de menos. Claro, mujer, eres tan discreta…

Y estoy con el resto de comentarios: es una situación de lo más aceptable y posible entre ellos. Vamooos... les dejas solicos con una cremallera y tiembla todo el hotel... Lo has aprovechado muy bien para hacer que se fuesen acercando hasta comerse la boca. Premio para usted.

Me gustan, en especial, algunas frases que ya han destacado marty y Albeta pero que yo voy a volver a poner, porque LO VALEN.

"Así soy yo, capaz de quedarme en bragas delante de un millón de personas, y luego sentirme intimidada ante la mirada de una sola. Y más aún si esa persona es él."

"Todavía no sabía si ese día nos rendimos o empezamos a luchar. Si estábamos siendo valientes o más cobardes que nunca."

"Éramos como dos imanes que a una cierta distancia no podían evitar unirse, y que una vez unidos, eran realmente complicados de separar"

E, incluso, destacaría una más:

“Sólo con él era capaz de mantener dos conversaciones a la vez. Mientras de nuestras bocas salían tonterías, nuestro lenguaje corporal hablaba de cosas mucho más interesantes, hasta que alguno de los dos se encargaba de poner distancia, rompiendo la magia, y acto seguido ambos fingíamos que no había pasado nada. Era la clase de situación que luego creía que no había existido, que ni él estaba tan cerca, ni hablaba tan bajo.”

Sigue escribiendo cosas así, por Dios.

¡¡¡me encanta!! siguelo por fabor q esta muy bien, no me les quiero imaginar a los dos solos en una habitacion de hotel harian de todo me nos hablar jeje, por cierto enserio patricia ha dicho en el programa q ha estado con angel?? q dia ha sido? esq hay dias q no lo puedo ver.

¡¡Me encanta!!
Me gusta como lo describes todo y eso de que les da como rollo de estar a solas me lo creo.
Está muy bien descrito. En serio, deberías seguir el fic!

Muchísimas gracias por todos los comentarios! Así le dan a una ganas de seguir. Pero me conozco, y sé que lo dejaré a medias, así que mejor retirarse elegantemente xD

Aprovecho para comentar que releyendo esto he caído en la cuenta de que tal vez no se entiendan algunas cosas. A veces olvido que la gente no está en mi cabeza. Aclaro que el teatro de la chocita (donde Ángel hace su monólogo) pertenece al hotel senator, de forma que según creo (tampoco estoy segura del todo), hay una habitación destinada a los cómicos y que usan de camerino. El hall del teatro y la recepción del hotel están conectados y es en esta última donde le espera Patri. Soy lo peor xD

[quote="win86]por cierto enserio patricia ha dicho en el programa q ha estado con angel?? q dia ha sido? esq hay dias q no lo puedo ver.[/quote]
He preguntado a personas varias, porque yo tampoco lo había visto, y nadie sabe nada, así que supongo que KeLa_13 no se refería a una ocasión en concreto. No sé.

Pues igual lo he soñado... porque yo tampoco estoy viendo el programa. Pero me sonaba que alguien me lo contó

Llevaba tiempo sin leer ningún fic, hace días que no entraba y ayer sólo lo hice para ver fanvids y hoy, no se por qué me he dicho, venga, voy a ver algún fic y me he topado con el tuyo, en principio ni iba a comentar, sólo quería quitarme el mono pero...
Que maravilla de fic y no sé si quiero que lo sigas o que acabe aquí, porque realmente es maravilloso así, pero si te invito amablemente (escribe más o muere!) a que escribas algo más. Enserio, sin palabras me hallo

Está de putisi** madre! es genial! son ellos, es como si fuese un hecho real. Estoy segurisima de que ha pasado y no es fruto de tu imaginación
No.. en serio, me encanta y lo describes a la perfección

Muchas gracias también a vosotras dos!!! ♥

¡Me ha gustado bastante tu fic!
Es corto y sencillo, fácil de leer
Enhorabuena, porque escribes realmente bien

Ha sido un fic corto y justo, perfecto para leer, sigue escribiendo