Será la Navidad... Fin
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Será la Navidad... Fin
Hola!!!!!!!!!! Aqui esta estrellitafugaz, a no estrelitha, cambio poco existoso de nombre por una persona que ni suqiera lo pilló, soy un desastre... jajaaja
Pues eso, q aquí os traigo un minific navideño ... Teniendo en cuenta que el último tb era minific pues, ya sabeis... pero esta vez está ya acabado, asi que puedo confirmar q es, digamos un medianific, vale? supongo q lo partiré en unos 7 capitulos mas o menos... Aquí os dejo el primero... Nos sitúamos en el dia 23 de esta mismo mes, de esta misma semana, o sea, en este miércoles. No es continuación del otro ni nada.
Un beso y volveré a comentar por los vuestros pero he estado liadilla. Espero q os guste
Edito: rectifico 5, seran 5 capitulos jejeje ¿imresiona, eh? ya sé hacer minifics.
CAPITULO 1
Ella entró en la cafetería, bastante antes que de costumbre y de mejor humor que en las últimas semanas.
Patricia: - Holaaa, buenos días- Saludó a su compañero sonriendo más que cualquier otro día, mientras éste tomaba un café apoyado en la barra de la cafetería del edificio.
Ángel: - ¡Hola!
Patricia: - ¿Qué? ¿Cogiendo fuerzas para el último día?
Ángel: - Si, más o menos… ¿Y tú que haces tan temprano aquí?
Patricia: - Pues nada, darlo todo también- Se rió- por ser el último día, claro.
Ángel: - ¡Vaya! Pues debe salirnos un programón hoy….- Dijo sonriéndole y volviendo a soplar sobre su taza.
Camarero: - Toma Paty- le dijo el camarero, sirviéndole un cortado.
Patricia: - Gracias… ¿Nos sentamos, o vas con prisa?
Le pilló un poco por sorpresa aquella invitación, pero no le pareció una mala idea.
Ángel: - ¿Qué? Amm no, no, tengo un ratito, vamos.
Ella le sonrió y fueron hacia una de las mesas.
Ángel: - ¿Y qué? ¿Que planes tienes para estos días?
Patricia: - Ninguno…- dijo desilusionada- bueno ninguno que no sea hacer que la tarjeta
de crédito eche humo comprando regalitos y esas cosas…. Y bueno decir jou jou jou muchas veces y poco más.
Él se rió.
Ángel: - ¿Y eso?- Le preguntó extrañado, porque sabía que le encantaba hacer miles de planes en aquellas fechas.
Patricia: - Bueno, mi plan era irme con Dani a Nueva York… es muy típico, lo sé- dijo asintiendo- pero me apetecía, nunca he estado allí en Navidad, y tenía muchas ganas… pero bueno, ya sabes…- le dijo haciendo mención a su reciente y notoria ruptura.
Ángel: - Ya, bueno, pues vete tú, ¿no? Lo has dejado con tu novio, no te has muerto, aún puedes hacerlo.
Patricia: - ¿Sola?- dijo llevándose una mano al pecho- Calla, calla, que yo soy una perita en dulce, y puede ser muy tentador que pasee mi elegancia por alli, sin compañía- dijo riéndose.
Pero él supo entrever que no le seducía nada la idea de tener que viajar sola, sólo que disfrazaba aquel temor con humor.
Ángel: - Pensaba que eras el tipo de persona independiente a la que no le importa viajar sola- Le dijo sonriendo, pero a la vez serio, porque realmente lo pensaba así.
Ella sonrió también: - ¿Sabes? Yo también lo creía, pero ahora me he dado cuenta que no, soy mucho menos independiente de lo que creía.
Ángel: - Pues no sé, ve con alguna amiga… alguien habrá que quiera ir contigo a N. York, ¿no?
Ella hizo una interjección negando con la cabeza- Si no tengo ni con quien ir a tomarme un chocolate calentito- Dijo poniendo cara de pena, mientras él no entendía nada. Ella se encogió de hombros sin haber cambiado su expresión: - ¿Qué? Es una tradición que tengo desde pequeña ¿Vale?- Se hizo la ofendida.
Él se rió: - Vale, vale- dijo levantando las palmas de la mano y curvando sus labios- Si se trata de una tradición tan seria, no me meto.
Los dos se rieron.
Patricia: - Además, ¿no ves que soy tan especial, que tengo que ir a sitios especiales? Y a parte, no mantengo este cuerpazo a base de chocolate… No es un capricho que me dé todos los días...pero… ¡Es Navidad!- Se rió por la cara que estaba poniendo él y continuó hablando: - Bueno que me lío yo sola… que en el fondo me da igual, tampoco tengo tantas ganas ya de irme, ya no me hace ilusión. Lo he pensado mejor, y haré uno de mis viajecitos a Bangladesh que hace ya tiempo que quiero volver, y ver como está todo por allí.
Ángel: - mUy bien, menudo cambio de escenario ¿no? - Ella se encogió de hombros - Total, ¿que hay en Nueva York, mujer?- dijo negando con la cabeza- Frío, demasiada gente, café malo en vasos de plástico…
Ella se rió
Patricia: - Pues eso digo yo, total, tres o cuatro edificios altos, alguna tienda cutre de ropa… algún teatro poco importante… - cada vez se creía menos su mentira e iba exagerando su tristeza- escaparates llenos… Papás Noeles en cada esquina felicitándote la navidad… calles nevadas…- y empezó a hacer como que lloraba, mientras él comenzaba a reírse.
Ángel: - Que tonta estás…
Patricia: - Bueno ¿y tú que vas a hacer?- dijo saliendo rápidamente de su papel, como hacía en el programa.
Ángel: - Pues no lo sé aún.
Patricia: - ¡Vaya! Veo que lo tienes todo planeado al detalle…
Ángel: - Sí, así soy yo- dijo riéndose- No sé la verdad no sé que hacer con tantos días… Imagino que iré a comer a casa de mi madre, que le hará ilusión a la mujer verme allí en Navidad… pero a parte ni idea.
Patricia: - ¿Y eso? ¿No os vais a ningún sitio?
Ángel: - ¿Quienes?
Patricia: - Bueno, no sé, Emma y tú, ¿no?
Él dejó escapara una sonrisa, pero no era de felicidad, más bien nostálgica, mientras arrugaba la nariz y negaba con la cabeza…
Ángel: - Estooo, lo hemos dejado.
Patricia: - ¿Qué?- Preguntó con sorpresa, ya que jamás se lo habría imaginado- Lo siento, no sabía nada- Siempre pensó que se casarían, tendrían hijos, serían felices, y comerían perdices y todas esas cosas tan idealizadazas… No se imaginaba a Ángel con otra persona que no fuera ella, aunque no les había visto demasiado juntos, pero desde que le conoció había estado con ella, y que ella supiera, no habían pasado por ninguna crisis, ni momentos bajos o de darse un tiempo ni nada.
Ángel: - Tranquila, supongo que eso es bueno- Dijo dándole vueltas al café- Yo aún tengo la suerte de tener cierta intimidad- soltó la cucharilla y puso una mano sobre la suya, ya que lo peor de haber pasado aquello, era lo mediático que había sido todo para ella… No podía llevarlo con tranquilidad, como cualquier persona normal, casi ni olvidarlo… Y sabía que aquello le estaba costando mucho de llevar, sabía por las semanas que acababa de pasar, aunque no se dijeran nada, y aquella mañana en la que ambos estaban más comunicativos, le salió aquel gesto casi sin pensarlo.
Patricia: - Sí- dijo con tristeza- Y no sabes lo que valoraría yo ahora mismo tener eso, así que procura no perderlo.
Ángel: - Eso intento- Dijo sonriéndole con cariño, y llevando de nuevo su mano a la taza.
Patricia: - Y… ¿cuando fue?
Angel: -Pues hace ya varios días
Patricia: - Y… no sé, ¿Estás bien?
Ángel: - ¿Tú me has visto mal?
Patricia: - No.- Dijo rotunda, pero luego dudó- Bueno, como siempre, pero es que creo que es imposible que alguien sepa como estás nunca…- Hizo una pausa y le miró seria- Eres un muro, chaval- intentó bromear.
Ángel: - Bueno, no me va tan mal así- se encogió de hombros.
Patricia: - Ya pero n…
Una voz demasiado grave y elevada como para ignorarla, les interrumpió
Dani: - HOMBREE! Mira donde está el capullito
Ángel: - Buenos días a ti también Dani.
Dani: - Si, si, buenos días y todas esas cosas- dijo llegando hasta él y moviendo su silla hacia detrás- Y buenos días a ti también- miró a Patricia- Pero me permita la señorita que tengo que llevarme a su caballero a hacer su trabajo… ¡YA!- Miró a Ángel, que refunfuñó un poco alegando que era el último día y que era Navidad, y después miró a Patricia.
Ángel: - Bueno, ya has oído aquí al chico con más espíritu Navideño que yo… tengo que irme.
Ella odió más que nunca a Dani, hacía mucho tiempo que no hablaban tranquilamente, bueno, en realidad, hacía mucho tiempo que no hablaban, punto.
Así que le sonrió y asintió: - Tranquilo.
Se quedó allí y se tomó su cortado, que ya estaba helado, y pensando en lo que para ella era una nueva noticia. Después pasó por maquillaje y peluquería. Le encantaba que todo el mundo estuviera tan feliz, no sabía si era por eso de la Navidad, o simplemente porque tenían vacaciones, y tiempo para sí mismos, y eso siempre sienta bien; pero el caso es que empezaba a molestarle todo el mundo hablando de sus miles de planes, todos chillando mientras iban de lado a lado o cantando y corriendo hacia todas partes, así que se fue discretamente hacia su camerino, no formando parte de la conversación como otras muchas veces.
Se cruzó con Pilar de camino, por fin alguien más calmado.
Pila: - Hola Paty
Patricia: - Hombre, por fin alguien que saluda como las personas.
Ella no le dijo nada, sólo se expresó cambiando el gesto de su cara.
Patricia: - ¿Qué pasa?- No es que hablaran demasiado, pero sabía que no estaba bien.
Pilar: - Nada, es solo que… no sé, es mi último día aquí…
Patricia: - Ya, bueno a todos nos llegará ese momento antes o después- Le dijo algo fría, porque no le daba nada de pena.
Pilar: - Sí, pero el mío ya ha llegado.
Patricia: - Hombre Pili, no te lo tomes a mal, pero, eso ha sido elección tuya, ¿no?- Siguió diciéndole sin demasiada compasión, ya que aunque ella pasaba bastante del enfrentamiento de cadenas, le había defraudado un poco.
Pilar: - Lo sé, y no sabes como me arrepiento ahora mismo… Saber que no volveré a pasar por estos pasillos, que no volveré a tener que ir corriendo a comer porque tengo que irme a grabar un repor, que no grabaré ningún otro skech con Miki haciendo cualquier chorrada, que no hablaremos de nuestras tonterías mientras estamos en maquillaje…- Y Patricia, por primera vez, se dio cuenta que aunque no eran amigas, iba a echarle de menos, al fin y al cabo ella había estado allí desde el principio, con Ángel y con ella. Vio que estaba a punto de llorar, y se sintió mal, la verdad es que muchas veces no la habían tenido demasiado en cuenta, al estar más tiempo fuera que dentro de plató, iba un poco más a su royo. Se acercó y le dio un abrazo.
Patricia: - Ay, Pilar, Pilar… que vas a volar del nido que te ha visto nacer- dijo riéndose- No te preocupes, te irá bien- le dijo después más seria.
Ella le abrazó como si de su mejor amiga se tratase, y como si fueran exactamente las palabras que necesitaba oír: - Gracias Paty, sé que tampoco hemos congeniado excesivamente, pero te tengo mucho cariño, de verdad, eres muy grande.
Patricia: - Yo también, se te echará de menos por aquí- le dijo sonriendo
Pilar: - Gracias.
Ángel, en aquel momento estaba pasando por el fondo del pasillo y les vio, pero no dijo nada.
Pilar: - ¿Me pondréis a parir, verdad?- dijo secándose las lágrimas.
Patricia: - Cada día… no lo dudes- le dijo intentando parecer seria, pero se rieron las dos.
Pilar: - Bueno, me voy a preparar el último repor, que me estoy poniendo muy tonta…
Patricia: - Debe ser esto de la Navidad, estamos así todos…. Que aunque no queramos…
Pilar le dio un beso: - Gracias Paty- le apretó la mano y se fue.
Entró en su camerino y se dejó caer en el pequeño sofá que allí había conseguido poner, ya que tenía bastantes ratos muertos, y le venía bien descansar de vez en cuando.
Suspiró, y estiró el brazo para coger unas fotos que tenía en un libro guardadas desde hacía tiempo. Y viéndolas, y pensando en que Pilar se iba, se dio cuenta de todos los momentos que habían pasado allí juntos, y que algún día, cada vez más cercano, todo terminaría. Y aunque la mitad de días iba sin ilusión, y sin ganas, que es como se hace cualquier cosa cuando se convierte en tu rutina, lo cierto es que estaba muy cómoda allí, con sus compañeros, con sus amigos, con Ángel… Era curioso como era incapaz de clasificarle en ninguno de esos dos grupos, Miki era su amigo, Dani, Pilar sus compañeros… pero, ¿y él? Ángel… era Ángel, simplemente.
Recordó sus inicios, el primer día de programa, y también el segundo… Se dio cuenta que había cambiado mucho todos, aunque no les gustara reconocerlo, pero así era. A todos les había influido de alguna forma aquellos años, y su nueva popularidad; y viendo aquellas fotos, se dio cuenta de que incluso habían cambiado físicamente; ella había perdido su carita de niña, y Ángel toda su ilusión, y eso quedaba reflejado en su rostro… Y fue cuando se dio cuenta de lo muchísimo que echaba de menos la relación que tenían por aquel entonces y lo mucho que había procurado ni pensarlo… Hablaban sin demasiada confianza, a penas se conocían, pero cada día se acercaban un poco más. No hablaban nunca en serio, ni de temas importantes, pero no dejaban de reírse siempre que estaban juntos, les encantaba bromear, y de vez en cuando picarse. Era algo especial, una química diferente, habían congeniado desde el primer momento, pero aquello poco a poco se fue perdiendo, se volvieron serios, como si se hubieran cansado de verse cada día por saber que al día siguiente también iban a hacerlo; como si se hubieran acostumbrado a tenerse y hubieran dejado de valorarse; como si tuvieran miedo a que aquella recién estrenada amistad creciera demasiado… Y cambiaron las risas por sonrisas de cortesía, y las bromas, por conversaciones diplomáticas… Sin más, poco a poco, con el tiempo, se habían ido distanciando…
Y cuando se paró a pensar en que aquello terminaría, que algún día se apagarían las luces de aquel plató para siempre, que Gonzalo pediría un último aplauso y que en la despedida no diría: Hasta mañana, corazones, gracias… una sensación de angustia se apoderó de ella. ¿Que era ella sin todo ese mundo? Y no porque fuera a tener problemas para iniciar otros proyectos, que de hecho ya tenía, sino porque se habían ido adaptando unos a otros hasta ser prácticamente una familia, y sabía que por muchas quejas que de vez en cuando tuviera, lo echaría demasiado de menos…
...
Pues eso, q aquí os traigo un minific navideño ... Teniendo en cuenta que el último tb era minific pues, ya sabeis... pero esta vez está ya acabado, asi que puedo confirmar q es, digamos un medianific, vale? supongo q lo partiré en unos 7 capitulos mas o menos... Aquí os dejo el primero... Nos sitúamos en el dia 23 de esta mismo mes, de esta misma semana, o sea, en este miércoles. No es continuación del otro ni nada.
Un beso y volveré a comentar por los vuestros pero he estado liadilla. Espero q os guste
Edito: rectifico 5, seran 5 capitulos jejeje ¿imresiona, eh? ya sé hacer minifics.
CAPITULO 1
Ella entró en la cafetería, bastante antes que de costumbre y de mejor humor que en las últimas semanas.
Patricia: - Holaaa, buenos días- Saludó a su compañero sonriendo más que cualquier otro día, mientras éste tomaba un café apoyado en la barra de la cafetería del edificio.
Ángel: - ¡Hola!
Patricia: - ¿Qué? ¿Cogiendo fuerzas para el último día?
Ángel: - Si, más o menos… ¿Y tú que haces tan temprano aquí?
Patricia: - Pues nada, darlo todo también- Se rió- por ser el último día, claro.
Ángel: - ¡Vaya! Pues debe salirnos un programón hoy….- Dijo sonriéndole y volviendo a soplar sobre su taza.
Camarero: - Toma Paty- le dijo el camarero, sirviéndole un cortado.
Patricia: - Gracias… ¿Nos sentamos, o vas con prisa?
Le pilló un poco por sorpresa aquella invitación, pero no le pareció una mala idea.
Ángel: - ¿Qué? Amm no, no, tengo un ratito, vamos.
Ella le sonrió y fueron hacia una de las mesas.
Ángel: - ¿Y qué? ¿Que planes tienes para estos días?
Patricia: - Ninguno…- dijo desilusionada- bueno ninguno que no sea hacer que la tarjeta
de crédito eche humo comprando regalitos y esas cosas…. Y bueno decir jou jou jou muchas veces y poco más.
Él se rió.
Ángel: - ¿Y eso?- Le preguntó extrañado, porque sabía que le encantaba hacer miles de planes en aquellas fechas.
Patricia: - Bueno, mi plan era irme con Dani a Nueva York… es muy típico, lo sé- dijo asintiendo- pero me apetecía, nunca he estado allí en Navidad, y tenía muchas ganas… pero bueno, ya sabes…- le dijo haciendo mención a su reciente y notoria ruptura.
Ángel: - Ya, bueno, pues vete tú, ¿no? Lo has dejado con tu novio, no te has muerto, aún puedes hacerlo.
Patricia: - ¿Sola?- dijo llevándose una mano al pecho- Calla, calla, que yo soy una perita en dulce, y puede ser muy tentador que pasee mi elegancia por alli, sin compañía- dijo riéndose.
Pero él supo entrever que no le seducía nada la idea de tener que viajar sola, sólo que disfrazaba aquel temor con humor.
Ángel: - Pensaba que eras el tipo de persona independiente a la que no le importa viajar sola- Le dijo sonriendo, pero a la vez serio, porque realmente lo pensaba así.
Ella sonrió también: - ¿Sabes? Yo también lo creía, pero ahora me he dado cuenta que no, soy mucho menos independiente de lo que creía.
Ángel: - Pues no sé, ve con alguna amiga… alguien habrá que quiera ir contigo a N. York, ¿no?
Ella hizo una interjección negando con la cabeza- Si no tengo ni con quien ir a tomarme un chocolate calentito- Dijo poniendo cara de pena, mientras él no entendía nada. Ella se encogió de hombros sin haber cambiado su expresión: - ¿Qué? Es una tradición que tengo desde pequeña ¿Vale?- Se hizo la ofendida.
Él se rió: - Vale, vale- dijo levantando las palmas de la mano y curvando sus labios- Si se trata de una tradición tan seria, no me meto.
Los dos se rieron.
Patricia: - Además, ¿no ves que soy tan especial, que tengo que ir a sitios especiales? Y a parte, no mantengo este cuerpazo a base de chocolate… No es un capricho que me dé todos los días...pero… ¡Es Navidad!- Se rió por la cara que estaba poniendo él y continuó hablando: - Bueno que me lío yo sola… que en el fondo me da igual, tampoco tengo tantas ganas ya de irme, ya no me hace ilusión. Lo he pensado mejor, y haré uno de mis viajecitos a Bangladesh que hace ya tiempo que quiero volver, y ver como está todo por allí.
Ángel: - mUy bien, menudo cambio de escenario ¿no? - Ella se encogió de hombros - Total, ¿que hay en Nueva York, mujer?- dijo negando con la cabeza- Frío, demasiada gente, café malo en vasos de plástico…
Ella se rió
Patricia: - Pues eso digo yo, total, tres o cuatro edificios altos, alguna tienda cutre de ropa… algún teatro poco importante… - cada vez se creía menos su mentira e iba exagerando su tristeza- escaparates llenos… Papás Noeles en cada esquina felicitándote la navidad… calles nevadas…- y empezó a hacer como que lloraba, mientras él comenzaba a reírse.
Ángel: - Que tonta estás…
Patricia: - Bueno ¿y tú que vas a hacer?- dijo saliendo rápidamente de su papel, como hacía en el programa.
Ángel: - Pues no lo sé aún.
Patricia: - ¡Vaya! Veo que lo tienes todo planeado al detalle…
Ángel: - Sí, así soy yo- dijo riéndose- No sé la verdad no sé que hacer con tantos días… Imagino que iré a comer a casa de mi madre, que le hará ilusión a la mujer verme allí en Navidad… pero a parte ni idea.
Patricia: - ¿Y eso? ¿No os vais a ningún sitio?
Ángel: - ¿Quienes?
Patricia: - Bueno, no sé, Emma y tú, ¿no?
Él dejó escapara una sonrisa, pero no era de felicidad, más bien nostálgica, mientras arrugaba la nariz y negaba con la cabeza…
Ángel: - Estooo, lo hemos dejado.
Patricia: - ¿Qué?- Preguntó con sorpresa, ya que jamás se lo habría imaginado- Lo siento, no sabía nada- Siempre pensó que se casarían, tendrían hijos, serían felices, y comerían perdices y todas esas cosas tan idealizadazas… No se imaginaba a Ángel con otra persona que no fuera ella, aunque no les había visto demasiado juntos, pero desde que le conoció había estado con ella, y que ella supiera, no habían pasado por ninguna crisis, ni momentos bajos o de darse un tiempo ni nada.
Ángel: - Tranquila, supongo que eso es bueno- Dijo dándole vueltas al café- Yo aún tengo la suerte de tener cierta intimidad- soltó la cucharilla y puso una mano sobre la suya, ya que lo peor de haber pasado aquello, era lo mediático que había sido todo para ella… No podía llevarlo con tranquilidad, como cualquier persona normal, casi ni olvidarlo… Y sabía que aquello le estaba costando mucho de llevar, sabía por las semanas que acababa de pasar, aunque no se dijeran nada, y aquella mañana en la que ambos estaban más comunicativos, le salió aquel gesto casi sin pensarlo.
Patricia: - Sí- dijo con tristeza- Y no sabes lo que valoraría yo ahora mismo tener eso, así que procura no perderlo.
Ángel: - Eso intento- Dijo sonriéndole con cariño, y llevando de nuevo su mano a la taza.
Patricia: - Y… ¿cuando fue?
Angel: -Pues hace ya varios días
Patricia: - Y… no sé, ¿Estás bien?
Ángel: - ¿Tú me has visto mal?
Patricia: - No.- Dijo rotunda, pero luego dudó- Bueno, como siempre, pero es que creo que es imposible que alguien sepa como estás nunca…- Hizo una pausa y le miró seria- Eres un muro, chaval- intentó bromear.
Ángel: - Bueno, no me va tan mal así- se encogió de hombros.
Patricia: - Ya pero n…
Una voz demasiado grave y elevada como para ignorarla, les interrumpió
Dani: - HOMBREE! Mira donde está el capullito
Ángel: - Buenos días a ti también Dani.
Dani: - Si, si, buenos días y todas esas cosas- dijo llegando hasta él y moviendo su silla hacia detrás- Y buenos días a ti también- miró a Patricia- Pero me permita la señorita que tengo que llevarme a su caballero a hacer su trabajo… ¡YA!- Miró a Ángel, que refunfuñó un poco alegando que era el último día y que era Navidad, y después miró a Patricia.
Ángel: - Bueno, ya has oído aquí al chico con más espíritu Navideño que yo… tengo que irme.
Ella odió más que nunca a Dani, hacía mucho tiempo que no hablaban tranquilamente, bueno, en realidad, hacía mucho tiempo que no hablaban, punto.
Así que le sonrió y asintió: - Tranquilo.
Se quedó allí y se tomó su cortado, que ya estaba helado, y pensando en lo que para ella era una nueva noticia. Después pasó por maquillaje y peluquería. Le encantaba que todo el mundo estuviera tan feliz, no sabía si era por eso de la Navidad, o simplemente porque tenían vacaciones, y tiempo para sí mismos, y eso siempre sienta bien; pero el caso es que empezaba a molestarle todo el mundo hablando de sus miles de planes, todos chillando mientras iban de lado a lado o cantando y corriendo hacia todas partes, así que se fue discretamente hacia su camerino, no formando parte de la conversación como otras muchas veces.
Se cruzó con Pilar de camino, por fin alguien más calmado.
Pila: - Hola Paty
Patricia: - Hombre, por fin alguien que saluda como las personas.
Ella no le dijo nada, sólo se expresó cambiando el gesto de su cara.
Patricia: - ¿Qué pasa?- No es que hablaran demasiado, pero sabía que no estaba bien.
Pilar: - Nada, es solo que… no sé, es mi último día aquí…
Patricia: - Ya, bueno a todos nos llegará ese momento antes o después- Le dijo algo fría, porque no le daba nada de pena.
Pilar: - Sí, pero el mío ya ha llegado.
Patricia: - Hombre Pili, no te lo tomes a mal, pero, eso ha sido elección tuya, ¿no?- Siguió diciéndole sin demasiada compasión, ya que aunque ella pasaba bastante del enfrentamiento de cadenas, le había defraudado un poco.
Pilar: - Lo sé, y no sabes como me arrepiento ahora mismo… Saber que no volveré a pasar por estos pasillos, que no volveré a tener que ir corriendo a comer porque tengo que irme a grabar un repor, que no grabaré ningún otro skech con Miki haciendo cualquier chorrada, que no hablaremos de nuestras tonterías mientras estamos en maquillaje…- Y Patricia, por primera vez, se dio cuenta que aunque no eran amigas, iba a echarle de menos, al fin y al cabo ella había estado allí desde el principio, con Ángel y con ella. Vio que estaba a punto de llorar, y se sintió mal, la verdad es que muchas veces no la habían tenido demasiado en cuenta, al estar más tiempo fuera que dentro de plató, iba un poco más a su royo. Se acercó y le dio un abrazo.
Patricia: - Ay, Pilar, Pilar… que vas a volar del nido que te ha visto nacer- dijo riéndose- No te preocupes, te irá bien- le dijo después más seria.
Ella le abrazó como si de su mejor amiga se tratase, y como si fueran exactamente las palabras que necesitaba oír: - Gracias Paty, sé que tampoco hemos congeniado excesivamente, pero te tengo mucho cariño, de verdad, eres muy grande.
Patricia: - Yo también, se te echará de menos por aquí- le dijo sonriendo
Pilar: - Gracias.
Ángel, en aquel momento estaba pasando por el fondo del pasillo y les vio, pero no dijo nada.
Pilar: - ¿Me pondréis a parir, verdad?- dijo secándose las lágrimas.
Patricia: - Cada día… no lo dudes- le dijo intentando parecer seria, pero se rieron las dos.
Pilar: - Bueno, me voy a preparar el último repor, que me estoy poniendo muy tonta…
Patricia: - Debe ser esto de la Navidad, estamos así todos…. Que aunque no queramos…
Pilar le dio un beso: - Gracias Paty- le apretó la mano y se fue.
Entró en su camerino y se dejó caer en el pequeño sofá que allí había conseguido poner, ya que tenía bastantes ratos muertos, y le venía bien descansar de vez en cuando.
Suspiró, y estiró el brazo para coger unas fotos que tenía en un libro guardadas desde hacía tiempo. Y viéndolas, y pensando en que Pilar se iba, se dio cuenta de todos los momentos que habían pasado allí juntos, y que algún día, cada vez más cercano, todo terminaría. Y aunque la mitad de días iba sin ilusión, y sin ganas, que es como se hace cualquier cosa cuando se convierte en tu rutina, lo cierto es que estaba muy cómoda allí, con sus compañeros, con sus amigos, con Ángel… Era curioso como era incapaz de clasificarle en ninguno de esos dos grupos, Miki era su amigo, Dani, Pilar sus compañeros… pero, ¿y él? Ángel… era Ángel, simplemente.
Recordó sus inicios, el primer día de programa, y también el segundo… Se dio cuenta que había cambiado mucho todos, aunque no les gustara reconocerlo, pero así era. A todos les había influido de alguna forma aquellos años, y su nueva popularidad; y viendo aquellas fotos, se dio cuenta de que incluso habían cambiado físicamente; ella había perdido su carita de niña, y Ángel toda su ilusión, y eso quedaba reflejado en su rostro… Y fue cuando se dio cuenta de lo muchísimo que echaba de menos la relación que tenían por aquel entonces y lo mucho que había procurado ni pensarlo… Hablaban sin demasiada confianza, a penas se conocían, pero cada día se acercaban un poco más. No hablaban nunca en serio, ni de temas importantes, pero no dejaban de reírse siempre que estaban juntos, les encantaba bromear, y de vez en cuando picarse. Era algo especial, una química diferente, habían congeniado desde el primer momento, pero aquello poco a poco se fue perdiendo, se volvieron serios, como si se hubieran cansado de verse cada día por saber que al día siguiente también iban a hacerlo; como si se hubieran acostumbrado a tenerse y hubieran dejado de valorarse; como si tuvieran miedo a que aquella recién estrenada amistad creciera demasiado… Y cambiaron las risas por sonrisas de cortesía, y las bromas, por conversaciones diplomáticas… Sin más, poco a poco, con el tiempo, se habían ido distanciando…
Y cuando se paró a pensar en que aquello terminaría, que algún día se apagarían las luces de aquel plató para siempre, que Gonzalo pediría un último aplauso y que en la despedida no diría: Hasta mañana, corazones, gracias… una sensación de angustia se apoderó de ella. ¿Que era ella sin todo ese mundo? Y no porque fuera a tener problemas para iniciar otros proyectos, que de hecho ya tenía, sino porque se habían ido adaptando unos a otros hasta ser prácticamente una familia, y sabía que por muchas quejas que de vez en cuando tuviera, lo echaría demasiado de menos…
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Última edición por estrelitha el Jue Dic 31, 2009 11:46 am, editado 1 vez
estrelitha- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 10/12/2009
Re: Será la Navidad... Fin
Sííííí!!!! Estrellita, estrellafugaz, estrelitha... eemmmm... la jodida artista vuelveeee!!!!!! Te coronas!!! Te coronas!!! La conversación con Ángel me ha encantado, lástima que Dani le haya recordado que tiene que trabajar y esas cosas... Y tu manera de abordar lo de cuando SLQH se acabe mediante el ejemplo de Pilar, buah, eso me ha tocado la patata, la verdad... no quiero imaginármelo, xD.
"Era algo especial, una química diferente, habían congeniado desde el primer momento, pero aquello poco a poco se fue perdiendo, se volvieron serios, como si se hubieran cansado de verse cada día por saber que al día siguiente también iban a hacerlo; como si se hubieran acostumbrado a tenerse y hubieran dejado de valorarse; como si tuvieran miedo a que aquella recién estrenada amistad creciera demasiado… Y cambiaron las risas por sonrisas de cortesía, y las bromas, por conversaciones diplomáticas… Sin más, poco a poco, con el tiempo, se habían ido distanciando…"
Amén. Qué facilidad para explicar las cosas... Con la boca abierta me tienes, ya te lo digo.
Ay, Estrella, con el último párrafo casi me haces llorar, tía...
"Era algo especial, una química diferente, habían congeniado desde el primer momento, pero aquello poco a poco se fue perdiendo, se volvieron serios, como si se hubieran cansado de verse cada día por saber que al día siguiente también iban a hacerlo; como si se hubieran acostumbrado a tenerse y hubieran dejado de valorarse; como si tuvieran miedo a que aquella recién estrenada amistad creciera demasiado… Y cambiaron las risas por sonrisas de cortesía, y las bromas, por conversaciones diplomáticas… Sin más, poco a poco, con el tiempo, se habían ido distanciando…"
Amén. Qué facilidad para explicar las cosas... Con la boca abierta me tienes, ya te lo digo.
Ay, Estrella, con el último párrafo casi me haces llorar, tía...
KeLa_13- Mensajes : 343
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Será la Navidad... Fin
Uooohhh! cuando he visto el titulito y tu nombre en creador del tema se me han puesto los ojos con el signo del dólar... vale, del dólar no, pero de un corazoncito lleno de felicidad sí
Es el primer capi y ya me va encantando, los últimos párrafos geniales, y como siempre con frases que marcan... [vale, aquí iba el párrafo que ha puesto Kela, así que no voy a repetirlo.. GRACIAS KELA, GRACIAS ¬¬ ya hablaremos tú y yo seriamente (sí, seriamente, a ver cuando... creo que es imposible)]
Bueno, pues eso, que ya tengo ganitas de que continues.. ^^ a la espectativa me hallo! xD
PD: Que bien que no has tardado tanto en volver a escribir... y eso que yo ya tenía preparado las sogas y esas cositas por si acaso, pero no han echo falta... YUHUUUUU! un crimen menos que cometer!
Es el primer capi y ya me va encantando, los últimos párrafos geniales, y como siempre con frases que marcan... [vale, aquí iba el párrafo que ha puesto Kela, así que no voy a repetirlo.. GRACIAS KELA, GRACIAS ¬¬ ya hablaremos tú y yo seriamente (sí, seriamente, a ver cuando... creo que es imposible)]
Bueno, pues eso, que ya tengo ganitas de que continues.. ^^ a la espectativa me hallo! xD
PD: Que bien que no has tardado tanto en volver a escribir... y eso que yo ya tenía preparado las sogas y esas cositas por si acaso, pero no han echo falta... YUHUUUUU! un crimen menos que cometer!
cLau-90- Mensajes : 625
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Localización : -
Re: Será la Navidad... Fin
Jodida artista!!!!!
Es el primer capítulo y ya me tienes enamorada de nuevo!
A parte del párrafo que ha puesto Kela, yo añadiría algo más:
"Y aunque la mitad de días iba sin ilusión, y sin ganas, que es como se hace cualquier cosa cuando se convierte en tu rutina, lo cierto es que estaba muy cómoda allí, con sus compañeros, con sus amigos, con Ángel… Era curioso como era incapaz de clasificarle en ninguno de esos dos grupos, Miki era su amigo, Dani, Pilar sus compañeros… pero, ¿y él? Ángel… era Ángel, simplemente."
PD: Nueva York... algún día quiero ir allí
Es el primer capítulo y ya me tienes enamorada de nuevo!
A parte del párrafo que ha puesto Kela, yo añadiría algo más:
"Y aunque la mitad de días iba sin ilusión, y sin ganas, que es como se hace cualquier cosa cuando se convierte en tu rutina, lo cierto es que estaba muy cómoda allí, con sus compañeros, con sus amigos, con Ángel… Era curioso como era incapaz de clasificarle en ninguno de esos dos grupos, Miki era su amigo, Dani, Pilar sus compañeros… pero, ¿y él? Ángel… era Ángel, simplemente."
PD: Nueva York... algún día quiero ir allí
Albeta- Mensajes : 114
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Edad : 34
Re: Será la Navidad... Fin
Pensé que jamás volvería a ver un fic tuyo... *Patri dramatiza*
Es que siempre dices que vas a tardar mucho y nos asustas, joer xDDD
Me encanta como ha empezado y sé que me va a encantar la continuación... eres una jodida artista y eso se nota
Geniales los párrafos que han puesto por aquí arriba Albeta y Kela [y Clau, que se ha copiado de Kela xD]
Es que siempre dices que vas a tardar mucho y nos asustas, joer xDDD
Me encanta como ha empezado y sé que me va a encantar la continuación... eres una jodida artista y eso se nota
Geniales los párrafos que han puesto por aquí arriba Albeta y Kela [y Clau, que se ha copiado de Kela xD]
p.a.t.r.ii- Mensajes : 440
Fecha de inscripción : 01/10/2009
Legna- Mensajes : 516
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Será la Navidad... Fin
oye no vayas de misteriosa y desvela mi identidad. Da igual que no lo pillara, lo más importante es que me llegaste al corazón... jamás olvidaré ese detallazo pequeña zorrilla mía.estrelitha escribió:Hola!!!!!!!!!! Aqui esta estrellitafugaz, a no estrelitha, cambio poco existoso de nombre por una persona que ni suqiera lo pilló, soy un desastre... jajaaja
Y nada, sé que no esperabas que te comentara porque hoy me iba de viaje después de clase, pero resulta que ha nevado y la parte de ir a clase me la he saltado, así que aquí estoy, apurando las últimas horitas jeje.
También sé que ayer me mandaste el fic con la intención de que me lo leyera en vacaciones, pero no pude evitarlo y me tiré una hora y media leyéndolo antes de acostarme. Por tu culpa he dormido menos de 4 horas, pero ha merecido la pena. No voy a adelantar nada, porque el resto de mortales (claramente inferiores a mí) no lo han leído, pero sí te diré que cuando ya parece que es imposible que te superes, lo haces, no sé cómo.
Que mientras lo leía tuve que parar un par de veces para respirar hondo porque tanta sobrecarga de emociones no me permitía seguir. Que hasta se me saltó alguna lagrimilla al final de lo bonito que es todo.
Y que no entiendo cómo a estas alturas me sigues impresionando, joder, si ya sé que eres una diosa.
Bueno, me estoy extendiendo mucho así que no comentaré nada concreto de este capi, porque además resalté muchas frases esta vez. Si quieres te lo pasaré cuando vuelva para que veas lo que me llamó la atención (en rojo, lo gracioso. en morado, lo profundo/increíble/flipante)
Gracias por este regalazo.
Legna- Mensajes : 516
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Será la Navidad... Fin
si nuevo fic!! bueno, minific!
genial, ya desde el primer capi me tienes enganchada, los ultimos parrafos han sido... ufff indescriptibles enserio
que ganas de seguir leyendo
artista!
genial, ya desde el primer capi me tienes enganchada, los ultimos parrafos han sido... ufff indescriptibles enserio
que ganas de seguir leyendo
artista!
Re: Será la Navidad... Fin
Bien... en primer lugar disculparme contigo. No te comenté el tan espléndido último capítulo de tu último fic. Quería, lo juro, pero no me salía ningún comentario que estuviese a la altura. Y a veces el silencio es la conversación o comentario más inteligente... Si no sabes que decir, calla... Y así hice. Además me sentí identificada con muchos momentitos del fic, y preferí mantenerme al margen, jeje.
Y pasemos a comentar este primer capi. Para empezar diré que...DIOS, ERES LA MUSA POLIMNIA MEZCLADA CON AFRODITA (es que no hay ninguna diosa de la escritura romantica...o cosas por el estilo).
Para continuar diré que... escribes siempre como una historia paralela a la realidad... Quiero decir, muchas veces, me leo los capis, y digo... madre mía si es que está describiendo los sentimientos y las situaciones, y son tan reales. No sé. Por ejemplo esto:
"Y viéndolas, y pensando en que Pilar se iba, se dio cuenta de todos los momentos que habían pasado allí juntos, y que algún día, cada vez más cercano, todo terminaría. "
Esto, seguro que lo ha pensado en algún momento, estoy segura. Y nosotros/as también... es más, hoy comenté con KeLa... que qué ibamos a hacer cuando seloque se acabase... porque aunque vivamos en una nube pensando que va a perdurar... en el fondo uno de nuestros temores es el fin de eso...
1º Porque si termina...quien sabe si Ángel y Patri volverán a compartir plató, programa, o cualquier cosa. (Porque si hacen alguna serie o lo que sea no será lo mismo... allí hay tomas... y el programa al ser directo, vemos absolutamente todo lo que pasa... No pueden decir: venga, repitamos que esto ha quedao... no. Queda como queda, y no hay segundas oportunidades.) Y sí. Sabemos que seguirán compartiendo su día a día, y sabemos que el programa los ha unido a todos mucho... pero, a nosotras nos hacía felices VER todo lo que ocurría y sigue ocurriendo entre ellos... porque de alguna manera nos hacen participes de ello (porque a veces, se nota tanto las relaciones que hay entre ellos, que no lo pueden esconder a las cámaras, y sonríen escondiéndose detrás de las palabras de un guión... pero los gestos los delantan... ya sabemos).
"¿y él? Ángel… era Ángel, simplemente. "
KeLa, ¿te acuerdas de mi historia? Esto... vuelves a dar en el clavo en LA siutuación que viví... No sabía cómo podía definir a una persona... No era amigo, no era compañero, pero... ¿era algo? Demasiado complicado para entender, y demasiado personal para contar...
"Se dio cuenta que había cambiado mucho todos, aunque no les gustara reconocerlo, pero así era. A todos les había influido de alguna forma aquellos años "
Totalmente de acuerdo... Patri, con la carita de niña que tenía... y la de improvisación que ha ganado estando en un programa directo... ha ganado en picardía, desparpajo, y en echarle morro cuando las cosas salen mal, intentando que no se noten los fallos del programa.Y cada día aprende más a ignorar los comentarios de la gente a la que no le agrada. (Como el Lequio... anda que decir que la Paty tenía las piernas gorditas... sht, hijo mío, ve al oculista, que está delgadísima)
Ángel... Dios, comparádme al Ángel de los monólogos, de sus comienzos con el Ángel de hoy... Sigue siendo buenísimo. Pero ha ganado muchas tablas en televisión, y sigue siendo un vergonzoso a la vez...sino id a algun monólogo suyo, veréis. (No deja de mirar al suelo, mover el cable del micro... ). Tiene mucha más experiencia y se le nota.
"Ángel toda su ilusión, y eso quedaba reflejado en su rostro… "
A veces me da esa sensación, que está cansado del programa... y puede que sea así, pero el estar rodeado de la gente q lo está... hace que el programa esté durando tanto. Como dijo Patri...: la clave es el humor interno del programa lo que hace que después de tanto tiempo siga triunfandoy no nos aburramos. (No sé si lo dijo así exactamente, pero lo de humor interno...a mi me llamó la atención)
"como si se hubieran acostumbrado a tenerse y hubieran dejado de valorarse"
Como cuando alguien te pregunta "¿cómo estás?" Una pregunta que por el uso que se le ha dado... cada vez la tenemos por menos importante, porque es algo que pregunta cualquiera, o porque es taaaaan común... Y que casi damos la respuesta hasta sin pensar... "bien"... Pero que yo pienso: que agradable, mira, le interesa como esté.
Las cosas cuanto más se repiten, tenemos el error de devaluarlas, como somos los humanos...
"Y cambiaron las risas por sonrisas de cortesía, y las bromas, por conversaciones diplomáticas… Sin más, poco a poco, con el tiempo, se habían ido distanciando… "
Me parece tan real que ni comento.
"Y cuando se paró a pensar en que aquello terminaría, que algún día se apagarían las luces de aquel plató para siempre, que Gonzalo pediría un último aplauso y que en la despedida no diría: Hasta mañana, corazones, gracias… una sensación de angustia se apoderó de ella. ¿Que era ella sin todo ese mundo? Y no porque fuera a tener problemas para iniciar otros proyectos, que de hecho ya tenía, sino porque se habían ido adaptando unos a otros hasta ser prácticamente una familia, y sabía que por muchas quejas que de vez en cuando tuviera, lo echaría demasiado de menos…"
Con esto he llorado...no quiero pensar en ello... Cómo puede haberme llegado tanto un programa hasta el punto de llorar por su final? Supongo que todos tienen su parte de "culpa".
Ángel y Patri por la historia que creemos que hay o que podría haber. Algo que sólo saben ellos. Además del humor de Ángel, también la manera de ser de Patricia, por su transparencia, y por dejarnos ver que lo que muestra a los fans, es lo que ella es.
Miki por haberme cautivado, porque pese a "ser" un niño, ama lo que hace. Pone todo su corazón en todo lo que hace... y da sin esperar... El amor que reparte a todos los de seloque traspasa la pantalla.
Dani, por su humor. Por hacer que cuando el programa no ha sido de los mejores, intentar poner el punto final bien puesto. Y por querer tener siempre a la gente cerca... el, sus monologos, los bares...
Berta, sencillamente... su naturalidad. La adoro, jaja.
Estrella, perdon por este HIPERCOMENTARIO...pero me has llegado, para variar un poquito...
LO SIENTOOOO!!!!
PERFECTO TU COMIENZO.
Y pasemos a comentar este primer capi. Para empezar diré que...DIOS, ERES LA MUSA POLIMNIA MEZCLADA CON AFRODITA (es que no hay ninguna diosa de la escritura romantica...o cosas por el estilo).
Para continuar diré que... escribes siempre como una historia paralela a la realidad... Quiero decir, muchas veces, me leo los capis, y digo... madre mía si es que está describiendo los sentimientos y las situaciones, y son tan reales. No sé. Por ejemplo esto:
"Y viéndolas, y pensando en que Pilar se iba, se dio cuenta de todos los momentos que habían pasado allí juntos, y que algún día, cada vez más cercano, todo terminaría. "
Esto, seguro que lo ha pensado en algún momento, estoy segura. Y nosotros/as también... es más, hoy comenté con KeLa... que qué ibamos a hacer cuando seloque se acabase... porque aunque vivamos en una nube pensando que va a perdurar... en el fondo uno de nuestros temores es el fin de eso...
1º Porque si termina...quien sabe si Ángel y Patri volverán a compartir plató, programa, o cualquier cosa. (Porque si hacen alguna serie o lo que sea no será lo mismo... allí hay tomas... y el programa al ser directo, vemos absolutamente todo lo que pasa... No pueden decir: venga, repitamos que esto ha quedao... no. Queda como queda, y no hay segundas oportunidades.) Y sí. Sabemos que seguirán compartiendo su día a día, y sabemos que el programa los ha unido a todos mucho... pero, a nosotras nos hacía felices VER todo lo que ocurría y sigue ocurriendo entre ellos... porque de alguna manera nos hacen participes de ello (porque a veces, se nota tanto las relaciones que hay entre ellos, que no lo pueden esconder a las cámaras, y sonríen escondiéndose detrás de las palabras de un guión... pero los gestos los delantan... ya sabemos).
"¿y él? Ángel… era Ángel, simplemente. "
KeLa, ¿te acuerdas de mi historia? Esto... vuelves a dar en el clavo en LA siutuación que viví... No sabía cómo podía definir a una persona... No era amigo, no era compañero, pero... ¿era algo? Demasiado complicado para entender, y demasiado personal para contar...
"Se dio cuenta que había cambiado mucho todos, aunque no les gustara reconocerlo, pero así era. A todos les había influido de alguna forma aquellos años "
Totalmente de acuerdo... Patri, con la carita de niña que tenía... y la de improvisación que ha ganado estando en un programa directo... ha ganado en picardía, desparpajo, y en echarle morro cuando las cosas salen mal, intentando que no se noten los fallos del programa.Y cada día aprende más a ignorar los comentarios de la gente a la que no le agrada. (Como el Lequio... anda que decir que la Paty tenía las piernas gorditas... sht, hijo mío, ve al oculista, que está delgadísima)
Ángel... Dios, comparádme al Ángel de los monólogos, de sus comienzos con el Ángel de hoy... Sigue siendo buenísimo. Pero ha ganado muchas tablas en televisión, y sigue siendo un vergonzoso a la vez...sino id a algun monólogo suyo, veréis. (No deja de mirar al suelo, mover el cable del micro... ). Tiene mucha más experiencia y se le nota.
"Ángel toda su ilusión, y eso quedaba reflejado en su rostro… "
A veces me da esa sensación, que está cansado del programa... y puede que sea así, pero el estar rodeado de la gente q lo está... hace que el programa esté durando tanto. Como dijo Patri...: la clave es el humor interno del programa lo que hace que después de tanto tiempo siga triunfandoy no nos aburramos. (No sé si lo dijo así exactamente, pero lo de humor interno...a mi me llamó la atención)
"como si se hubieran acostumbrado a tenerse y hubieran dejado de valorarse"
Como cuando alguien te pregunta "¿cómo estás?" Una pregunta que por el uso que se le ha dado... cada vez la tenemos por menos importante, porque es algo que pregunta cualquiera, o porque es taaaaan común... Y que casi damos la respuesta hasta sin pensar... "bien"... Pero que yo pienso: que agradable, mira, le interesa como esté.
Las cosas cuanto más se repiten, tenemos el error de devaluarlas, como somos los humanos...
"Y cambiaron las risas por sonrisas de cortesía, y las bromas, por conversaciones diplomáticas… Sin más, poco a poco, con el tiempo, se habían ido distanciando… "
Me parece tan real que ni comento.
"Y cuando se paró a pensar en que aquello terminaría, que algún día se apagarían las luces de aquel plató para siempre, que Gonzalo pediría un último aplauso y que en la despedida no diría: Hasta mañana, corazones, gracias… una sensación de angustia se apoderó de ella. ¿Que era ella sin todo ese mundo? Y no porque fuera a tener problemas para iniciar otros proyectos, que de hecho ya tenía, sino porque se habían ido adaptando unos a otros hasta ser prácticamente una familia, y sabía que por muchas quejas que de vez en cuando tuviera, lo echaría demasiado de menos…"
Con esto he llorado...no quiero pensar en ello... Cómo puede haberme llegado tanto un programa hasta el punto de llorar por su final? Supongo que todos tienen su parte de "culpa".
Ángel y Patri por la historia que creemos que hay o que podría haber. Algo que sólo saben ellos. Además del humor de Ángel, también la manera de ser de Patricia, por su transparencia, y por dejarnos ver que lo que muestra a los fans, es lo que ella es.
Miki por haberme cautivado, porque pese a "ser" un niño, ama lo que hace. Pone todo su corazón en todo lo que hace... y da sin esperar... El amor que reparte a todos los de seloque traspasa la pantalla.
Dani, por su humor. Por hacer que cuando el programa no ha sido de los mejores, intentar poner el punto final bien puesto. Y por querer tener siempre a la gente cerca... el, sus monologos, los bares...
Berta, sencillamente... su naturalidad. La adoro, jaja.
Estrella, perdon por este HIPERCOMENTARIO...pero me has llegado, para variar un poquito...
LO SIENTOOOO!!!!
PERFECTO TU COMIENZO.
tuckylina- Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 10/12/2009
Re: Será la Navidad... Fin
Dios... Tienes la sublime capacidad de transmitir con lo que escribes. No sere NUNCA como tu. Has conseguido, tambien, plasmar lo que muchos pensamos en esa historia. Lo que pienso sobre lo que sentiria en el ultimo programa de SLQH lo has plasmado ahi y me ha llegado tambien.
Por favor sigue, me he convertido en un seguidor tuyo.
Por favor sigue, me he convertido en un seguidor tuyo.
Re: Será la Navidad... Fin
JO-DER!
wiii, no esperaba que subieras tan rápido, me lo dijeron ayer creo, porque llevo unos días de estres y no me había dado ni cuenta..
No me gusta atrasarme con tu comentario porque las locas estas ya lo han dicho todo y han resaltado (para mí sería todo) lo más profundo y me dejan sin qué poder decir. HMM, así que sólo te diré que estoy impaciente para que subas el segundo capi y poder comentarte la primera y ser la más original muahahaha
wiii, no esperaba que subieras tan rápido, me lo dijeron ayer creo, porque llevo unos días de estres y no me había dado ni cuenta..
No me gusta atrasarme con tu comentario porque las locas estas ya lo han dicho todo y han resaltado (para mí sería todo) lo más profundo y me dejan sin qué poder decir. HMM, así que sólo te diré que estoy impaciente para que subas el segundo capi y poder comentarte la primera y ser la más original muahahaha
copito- Mensajes : 136
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Será la Navidad... Fin
Joliiin, me has hecho ponerme nostalgica hasta a mi... madre mia... empieza nuevo fic de estrelitha!! Esto prometee!!
famososenlaweb- Mensajes : 36
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Edad : 31
Localización : Barcelona
Re: Será la Navidad... Fin
Perdon perdon perdon, mi intencion era haber subido ayer, u hoy, pero no ha podido ser, pero no os despisteis q probablemente mañana suba otro y pasado también, quería coordinarlo un poco a "tiempo real" jejeje pero me ha pillado el toro...
Muchisimas gracias por los comentarios, vosotros me dejais sin palabras a mi, cosa por otra parte normal, teniendo en cuenta q tuckylina las debe haber usado todas...jajajaja gracias por tu analisis en profundidad...
Prometo pasar por los vuestros, y comentar en cuanto pueda. un besito, aqui va otro!
CAPITULO 2
El sonido de unos nudillos contra la puerta le sacó de aquellos pensamientos.
Patricia: - ¿Si?
Ángel: - Soy yo, Ángel.
¿Ángel? Ella se extrañó muchísimo, nunca iba a su camerino, es más en todo aquel tiempo podía haberlo hecho como mucho un par de veces, por alguna cosa en concreto… Se miró al espejo, procurando estar bien, pero porque siempre procuraba estarlo… y porque se había emocionado más de la cuenta en los último sesenta minutos.
Él ante su silencio volvió a hablar
Ángel: - Si estás ocupada, no impor
Patricia: - No, no pasa Ángel- le dijo sin dejarle terminar de hablar. Y él abrió lentamente la puerta, asomando la cabeza con un ojo cerrado y el otro entreabierto: - ¿Puedo mirar?- preguntó por si se estaba cambiando.
Patricia: - Tu siempre, hombre- le contestó ella sonriendo, y haciendo renacer, casi por arte de magia, parte de su antigua forma de entenderse.
Él se rió y por un momento se quedaron los dos callados y mirándose. Estaba siendo un día de lo más extraño, no sabían si era por eso de la Navidad, o porque al día siguiente tendrían vacaciones y hasta el año próximo no se verían, y probablemente sería la última vez que eso ocurriera en aquel programa o porque Pilar se iba y se quedarían ellos dos solos como representantes de aquello desde el primer día… pero había un ambiente especial.
Patricia: - ¿Y tú venías a…?- interrumpió aquel silencio.
Ángel: - A verte- dijo como si fuera lo más normal del mundo.
Patricia: - Ah, claro a verme…¿cómo no se me había ocurrido antes?- dijo mirando hacia otro lado, como si le dijera a alguien imaginario que Ángel se había vuelto loco:- Bueno pues si quieres mirarme, sentado igual estarás más cómodo- dijo haciéndose hacia un lado del sofá.
Ángel: - Buena idea- dijo ocupando ese espacio. ¡Anda! ¿Y estas fotos?- Dijo cogiéndolas.
Patricia: - Nada, las tenía por ahí, y me ha dado por mirarlas…
Ángel: - Madre mía, como hemos cambiado ¿no?
Patricia: - Muchísimo, eso estaba pensando yo… Cuántas cosas hemos vivido ahí fuera ¿eh? Cuantos ratitos…
Ángel: - Sí- dijo sonriendo con cierta nostalgia, se veía realmente feliz, y no sabía cuando había perdido esa ilusión.
Ángel: - Os he visto antes a las dos- dijo mientras tenía una foto de ella y Pilar en las manos- en el pasillo… ¿Cuanto amor hay en el ambiente no?
Patricia: - Sí, ya sabes, la Navidad, que nos atonta un poquito…
Ángel: - ¿Está bien? – Le había extrañado tanto ver aquel abrazo, como estar en el camerino con ella hablando.
Patricia: - Sí, bueno, no sé, creo que se arrepiente algo.
Ángel: - Un poco tarde.
Patricia: - Sí, eso mismo creo yo.
Ni siquiera habían hablado de lo que pensaban de la marcha de Pilar, hacía tiempo que no comentaban nada de lo que pasaba a su alrededor, sus conversaciones se ceñían al trabajo, única y exclusivamente.
Patricia: - Me ha sentado bastante mal que nos deje tirados la verdad, aunque sé que es una tontería pero…- trataba de excusarse- no sé, no me ha gustado.
Ángel: - Tranquila, te entiendo, a mi tampoco- y poniendo una mano en su rodilla, dijo: - bueno pues aquí nos quedamos tú y yo, desde el principio y hasta el final.
Ella puso una mano sobre la suya: - Hasta que se hunda el barco ¿no?
Él se encogió de hombros, como si no tuviera otra opción, como si fuera prácticamente una obligación moral. Y ella así entendió su gesto, porque lo compartía.
Patricia: - Supongo que simplemente ella ha sido más lista, que ha saltado antes de que eso ocurra.
Y él vio que se estaba poniendo demasiado seria
Ángel: - Sí, pero mira en Titanic, los protagonistas son los que se esperan a saltar al último momento, o incluso los abuelitos que se quedan en la cama, hundiéndose juntos, o la madre con sus hijos… ¿quién se acuerda de los otro? – dijo poniendo un cara muy graciosa.
Ella se rió por lo que estaba diciendo
Patricia: - Sí, pero él muere Ángel! ¡Jack muere!- dijo mirándole muy seria como si aquello fuera peor que que hubiera llegado el fin del mundo.
Ángel: - Tenía que salvar a la chica, Patricia, compréndelo- dijo como si eso lo explicara todo.
Patricia: - ¡Que tío más tonto, la verdad! Y que patético…- dijo levantando una ceja y los dos se rieron.
Ángel: - Seguro que tú eres ella, y al ver que le había palmado dirías: ¡este novio mío, es tonto! Y lo tirarías al agua indignada y murmurando entre dientes…
Los dos se rieron como hacía tiempo que no hacían.
Patricia: - Oye, que en el fondo tengo mi corazoncito ¿eh?
Ángel: - Imagino…- dijo él y volvieron a quedarse callados.
Patricia: - Oye, que al final no me has dicho para qué habías venido.
Ángel: - ¿Cómo que no? A verte.
Ella le miró sin poder dejar escapar una sonrisilla delatadora, aunque con cierto aire de incredulidad, no tanto porque no fueran ciertas sus palabras, sino porque las dijera así sin más.
Ángel: - ¿Te parece mala idea?
Patricia: - No, no, sólo me extraña, nada más- No quería que se arrepintiera de haber ido, porque el hecho es que le había encantado. Había olvidado lo a gusto que podían estar el uno con el otro.
Ángel: - No sé, es que estaba muy bien hablando antes contigo, y me he tenido que ir y me ha sabido mal, dejarte así… Además, hacía mucho tiempo que no hablábamos tranquilamente ¿no?- preguntó como si tuviera alguna duda, y no se hubiera dado cuenta hasta ese momento, pero ambos sabían que no era así.
Ella asintió
Patricia: - ¿Qué nos ha pasado?
Ángel: - ¿A qué te refieres exactamente?- Suponía de lo que hablaba pero quería asegurarse que no todo eran impresiones suyas…
Patricia: - ¿Es obvio, no?- Dijo moviendo la foto que tenía en la mano de ellos dos: - Ya no nos reímos así, ni nos miramos así, ni hablamos como antes.
Ángel: - Bueno en verdad siempre hemos hablado de tonterías, tampoco hemos perdido tanto- dijo tratando de quitarle importancia porque, sino, temía no poder seguir con la conversación y estar a la altura de una persona de su edad.
Patricia: - Ya, pero ahora ni eso Ángel… Y lo echo de menos- Ya que se estaban sincerando bastante, era tontería no decírselo.
Ángel: - No sé, al principio todo es nuevo, yo por ejemplo venía con ilusión, contento, con ganas de demostrar a la gente que otra televisión era posible, y de hacerles sonreír, y de hacerte sonreír a ti también…
Patricia: - ¿Y ya no?
Él se encogió de hombros.
Ángel: - No sé Patricia, ahora simplemente es mi trabajo, me he acostumbrado a todo, no es algo especial, es mi día a día… Al principio ni siquiera me creía estar presentando un programa con Patricia Conde y que yo te pareciera un tío simpático para mi era alg
Patricia: - Ah, vale, era eso- dijo entre triste y dolida.
Ángel: - No, no me has entendido
Patricia: - Sí, yo creo que sí.
Él se sintió completamente estúpido por decir aquello, aunque era verdad. Al principio llevarse tan bien con ella era como un logro, como un honor, que una mujer como ella, pudiera encontrarle gracioso, interesante, incluso por su forma de mirarle juraría que atractivo… Y llevarse tan bien con ella le resultaba tan desconcertante como maravilloso. Era como algo de lo que sentirse orgulloso, y se esforzaba en que aquello siguiera siendo así, porque le gustaba hacerle sonreír, mucho, tal vez demasiado. Ella era tan alta, tan rubia, tan preciosa, tan perfecta… y ella le miraba a él, como si pensara exactamente lo mismo, y eso le hacía sentirse bien. Pero con el tiempo, dejó de parecerle tan increíble, e incluso se enfadó consigo mismo, por haberse considerado inferior…. Y en verdad, dejó de parecerle increíble todo, porque poco a poco estaba perdiendo la ilusión.
Patricia: - ¿Vienes o no?
Ángel: - ¿Qué?- Se había quedado ensimismado pensando, y ella estaba en la puerta de su camerino con Dani esperándole.
Dani: - ¡A comer tío! ¿Que si vienes?
Ángel: - Sí, sí…claro.
Con la marcha de Pilar estaba el ambiente algo enrarecido, y habían decidido, por lo menos, comer aquel día todos juntos, ya que nunca lo hacían. Habían pedido comida, así incluso las cocineras podían descansar y sentarse con ellos también… y ¿por qué no decirlo? ellos descansar de la monótona comida de siempre.
No tenían demasiado tiempo, pero fue bastante animado todo, siempre alguno de ellos tenía alguna taradez que contar, era lo bueno de rodearse de gente tan ingeniosa, nunca había silencios que rellenar. Después comieron algunos turrones y brindaron con champagne por todos.
No volvieron a tener ningún rato para estar a solas hasta que empezó el programa… Que aunque ahí no lo estaban precisamente, pero sentían como que aquel tiempo era compartido con gente cómplice de toda aquella historia.
“Lo siento, no me he explicado bien. Si te apetece, y me dejas, me gustaría volver a intentarlo mientras nos tomamos un chocolate calentito, ¿puedo invitarte?”
Al leer aquella frase sobre su guión, volvió a ponerse nerviosa por como se estaban sucediendo los hechos aquel día.
“Me lo pensaré”
“Pues no tardes mucho, que o te espero o me voy a mi casa”
Y esa era exactamente la actitud que más le molestaba a ella, y la que más le atraía a la vez… Siempre tan esquivo, siempre tan frío, siempre pasando de todo aparentemente, como si nada le importara, como si tuviera mejores cosas que hacer que perder el tiempo estando con ella.
“Tranquilo, vete a casa”
“OK. Feliz Navidad”- Le escribió y le sonrió como un imbécil.
Imbécil.
Ángel: - Hasta luego.
Patricia: - Ciao.
Se levantó, y en un despliegue de amabilidad impropio de él, saludó al público con la mano cuando se iba, por ser navidad, por supuesto, y se fue. Ella, el resto del programa, se dedicó a maldecirlo de todas las formas que sabía… que eran pocas, o más bien ninguna.
Terminó el programa y atendió como siempre con una sonrisa a toda la gente que había ido a verles. Tardó bastante aquel día en terminar, porque entre foto y autógrafo, iban acercándose miembros del equipo a despedirse y desearles una feliz navidad.
Por fin llegó a su camerino, bastante cansada, y deseando estar en su casa…. Empezó a quitarse la camisa cuando una voz le interrumpió
Ángel: - Ey, ey, ey, ¿iba en serio lo de que yo podía mirar siempre?
Patricia: - ¡Ángel! ¿Qué haces aquí? – Dijo tapándose, poniendo la camisa por encima del sujetador y sujetándola con los brazos.
Ángel: - ¿Creías que iba a irme así?
Patricia: - Claro! Así eres tú!
Ángel: - No, así crees que soy.
Patricia: - No, así te gusta hacernos creer que eres…
Ángel: - Estoo ¿te importa si lo dejamos aquí? Porque nos estamos metiendo en un bucle raro…- dijo riéndose.
Patricia: - Vale, pero he ganado entonces.
Ángel: - Como quieras, pero ¿aceptas la invitación o no?
Patricia: - Que síiii… Pero si me dejas que me cambie…- dijo con media sonrisa y señalando con la mirada la puerta.
Ángel: - ¡Vaya! Que pudorosa te has vuelto!- le provocó mientras iba hacia la puerta, que no llegó a abrir porque ella se interpuso, soltando la camiseta, y empezando a bajarse los shorts, quedándose en ropa interior, sin dejar de sonreír, como si estuviera ganando una apuesta… Nadie ganaba a Patricia Conde… Él se puso algo nervioso cuando vio que llevaba las manos a su espalda.
Ángel: - Venga Patricia, hasta luego…- dijo abriendo la puerta y saliendo.
Y ella se quedó sonriendo, y poniéndose su ropa cuando vio que la puerta se abría de nuevo
Ángel: - Te espero bajo- dijo asomando la cabeza y guiñándole un ojo, porque la conocía y sabía que no iba a desnudarse, que sólo lo había hecho para provocarle, y que en cuánto hubiera cerrado habría empezado a vestirse. Ella se rió, le encantaba que entrara a su juego, y que le conociera tanto. Le empujó con cuidado y cerró la puerta.
A los pocos minutos le llegó un mensaje
“Y abrígate más que hace mucho frío en la calle”
Iba a contestarle, pero bastante oficial era el tonteo aquel día, no quería arrepentirse de nada. Cuando terminó, bajó, y se acercó hasta su coche, él bajó la ventanilla.
Ángel: - ¿Cuántos fans tienes, no?- Le dijo riéndose y señalando a toda la gente que estaba fuera, esperándoles.
Patricia: - Sí, bonito, míos y tuyos también…- Le dijo algo molesta.
Ángel: - Ya, pero yo no puedo pararme, que he quedado con una rubia dentro de veinte minutos, y no quiero hacerle esperar.
Patricia: - ¡Que cabrón eres!- Le dijo suspirando- Y vuelve a mirar tu agenda que creo que hasta por lo menos dentro de una hora no has quedado- Dijo levantando una ceja y yendo hacia su coche.
Él pasó con el suyo por su lado.
Ángel: - Perdone, señorita, ¿y podría decirme dónde he quedado, que no lo recuerdo?- Ella se rió, porque ni se había dado cuenta, de que no habían quedado en ningún sitio.
Patricia: - ¡Anda que tonta! – Sacó un papel y le apuntó la dirección- Ésta es la chocolatería especial. ¿La conoces?
Él cogió el papel y lo leyó.
Ángel: - ¿Eso esta por el parque del templo de Debod?
Patricia: - Justo
Ángel: - Vale, pues ahora nos vemos, que tengo que hacer unas cosillas.
Patricia: - Claro, claro- dijo metiéndose en su coche, para sacarlo fuera del parking, por si querían cerrar ya.- ¡Y será verdad que no se va a parar el tío!- dijo hablando sola, mientras veía como salía a la carretera…
Y como otras muchas veces, salió a atender a la gente que allí estaba esperando, con bastante paciencia y tiempo, ya que tenía muchos días de vacaciones y libertad por delante… Y como la mayoría de veces también, muchos tenían que conformarse con ella, porque él se iba, y le tocaba responder por los dos.
Muchisimas gracias por los comentarios, vosotros me dejais sin palabras a mi, cosa por otra parte normal, teniendo en cuenta q tuckylina las debe haber usado todas...jajajaja gracias por tu analisis en profundidad...
Prometo pasar por los vuestros, y comentar en cuanto pueda. un besito, aqui va otro!
CAPITULO 2
El sonido de unos nudillos contra la puerta le sacó de aquellos pensamientos.
Patricia: - ¿Si?
Ángel: - Soy yo, Ángel.
¿Ángel? Ella se extrañó muchísimo, nunca iba a su camerino, es más en todo aquel tiempo podía haberlo hecho como mucho un par de veces, por alguna cosa en concreto… Se miró al espejo, procurando estar bien, pero porque siempre procuraba estarlo… y porque se había emocionado más de la cuenta en los último sesenta minutos.
Él ante su silencio volvió a hablar
Ángel: - Si estás ocupada, no impor
Patricia: - No, no pasa Ángel- le dijo sin dejarle terminar de hablar. Y él abrió lentamente la puerta, asomando la cabeza con un ojo cerrado y el otro entreabierto: - ¿Puedo mirar?- preguntó por si se estaba cambiando.
Patricia: - Tu siempre, hombre- le contestó ella sonriendo, y haciendo renacer, casi por arte de magia, parte de su antigua forma de entenderse.
Él se rió y por un momento se quedaron los dos callados y mirándose. Estaba siendo un día de lo más extraño, no sabían si era por eso de la Navidad, o porque al día siguiente tendrían vacaciones y hasta el año próximo no se verían, y probablemente sería la última vez que eso ocurriera en aquel programa o porque Pilar se iba y se quedarían ellos dos solos como representantes de aquello desde el primer día… pero había un ambiente especial.
Patricia: - ¿Y tú venías a…?- interrumpió aquel silencio.
Ángel: - A verte- dijo como si fuera lo más normal del mundo.
Patricia: - Ah, claro a verme…¿cómo no se me había ocurrido antes?- dijo mirando hacia otro lado, como si le dijera a alguien imaginario que Ángel se había vuelto loco:- Bueno pues si quieres mirarme, sentado igual estarás más cómodo- dijo haciéndose hacia un lado del sofá.
Ángel: - Buena idea- dijo ocupando ese espacio. ¡Anda! ¿Y estas fotos?- Dijo cogiéndolas.
Patricia: - Nada, las tenía por ahí, y me ha dado por mirarlas…
Ángel: - Madre mía, como hemos cambiado ¿no?
Patricia: - Muchísimo, eso estaba pensando yo… Cuántas cosas hemos vivido ahí fuera ¿eh? Cuantos ratitos…
Ángel: - Sí- dijo sonriendo con cierta nostalgia, se veía realmente feliz, y no sabía cuando había perdido esa ilusión.
Ángel: - Os he visto antes a las dos- dijo mientras tenía una foto de ella y Pilar en las manos- en el pasillo… ¿Cuanto amor hay en el ambiente no?
Patricia: - Sí, ya sabes, la Navidad, que nos atonta un poquito…
Ángel: - ¿Está bien? – Le había extrañado tanto ver aquel abrazo, como estar en el camerino con ella hablando.
Patricia: - Sí, bueno, no sé, creo que se arrepiente algo.
Ángel: - Un poco tarde.
Patricia: - Sí, eso mismo creo yo.
Ni siquiera habían hablado de lo que pensaban de la marcha de Pilar, hacía tiempo que no comentaban nada de lo que pasaba a su alrededor, sus conversaciones se ceñían al trabajo, única y exclusivamente.
Patricia: - Me ha sentado bastante mal que nos deje tirados la verdad, aunque sé que es una tontería pero…- trataba de excusarse- no sé, no me ha gustado.
Ángel: - Tranquila, te entiendo, a mi tampoco- y poniendo una mano en su rodilla, dijo: - bueno pues aquí nos quedamos tú y yo, desde el principio y hasta el final.
Ella puso una mano sobre la suya: - Hasta que se hunda el barco ¿no?
Él se encogió de hombros, como si no tuviera otra opción, como si fuera prácticamente una obligación moral. Y ella así entendió su gesto, porque lo compartía.
Patricia: - Supongo que simplemente ella ha sido más lista, que ha saltado antes de que eso ocurra.
Y él vio que se estaba poniendo demasiado seria
Ángel: - Sí, pero mira en Titanic, los protagonistas son los que se esperan a saltar al último momento, o incluso los abuelitos que se quedan en la cama, hundiéndose juntos, o la madre con sus hijos… ¿quién se acuerda de los otro? – dijo poniendo un cara muy graciosa.
Ella se rió por lo que estaba diciendo
Patricia: - Sí, pero él muere Ángel! ¡Jack muere!- dijo mirándole muy seria como si aquello fuera peor que que hubiera llegado el fin del mundo.
Ángel: - Tenía que salvar a la chica, Patricia, compréndelo- dijo como si eso lo explicara todo.
Patricia: - ¡Que tío más tonto, la verdad! Y que patético…- dijo levantando una ceja y los dos se rieron.
Ángel: - Seguro que tú eres ella, y al ver que le había palmado dirías: ¡este novio mío, es tonto! Y lo tirarías al agua indignada y murmurando entre dientes…
Los dos se rieron como hacía tiempo que no hacían.
Patricia: - Oye, que en el fondo tengo mi corazoncito ¿eh?
Ángel: - Imagino…- dijo él y volvieron a quedarse callados.
Patricia: - Oye, que al final no me has dicho para qué habías venido.
Ángel: - ¿Cómo que no? A verte.
Ella le miró sin poder dejar escapar una sonrisilla delatadora, aunque con cierto aire de incredulidad, no tanto porque no fueran ciertas sus palabras, sino porque las dijera así sin más.
Ángel: - ¿Te parece mala idea?
Patricia: - No, no, sólo me extraña, nada más- No quería que se arrepintiera de haber ido, porque el hecho es que le había encantado. Había olvidado lo a gusto que podían estar el uno con el otro.
Ángel: - No sé, es que estaba muy bien hablando antes contigo, y me he tenido que ir y me ha sabido mal, dejarte así… Además, hacía mucho tiempo que no hablábamos tranquilamente ¿no?- preguntó como si tuviera alguna duda, y no se hubiera dado cuenta hasta ese momento, pero ambos sabían que no era así.
Ella asintió
Patricia: - ¿Qué nos ha pasado?
Ángel: - ¿A qué te refieres exactamente?- Suponía de lo que hablaba pero quería asegurarse que no todo eran impresiones suyas…
Patricia: - ¿Es obvio, no?- Dijo moviendo la foto que tenía en la mano de ellos dos: - Ya no nos reímos así, ni nos miramos así, ni hablamos como antes.
Ángel: - Bueno en verdad siempre hemos hablado de tonterías, tampoco hemos perdido tanto- dijo tratando de quitarle importancia porque, sino, temía no poder seguir con la conversación y estar a la altura de una persona de su edad.
Patricia: - Ya, pero ahora ni eso Ángel… Y lo echo de menos- Ya que se estaban sincerando bastante, era tontería no decírselo.
Ángel: - No sé, al principio todo es nuevo, yo por ejemplo venía con ilusión, contento, con ganas de demostrar a la gente que otra televisión era posible, y de hacerles sonreír, y de hacerte sonreír a ti también…
Patricia: - ¿Y ya no?
Él se encogió de hombros.
Ángel: - No sé Patricia, ahora simplemente es mi trabajo, me he acostumbrado a todo, no es algo especial, es mi día a día… Al principio ni siquiera me creía estar presentando un programa con Patricia Conde y que yo te pareciera un tío simpático para mi era alg
Patricia: - Ah, vale, era eso- dijo entre triste y dolida.
Ángel: - No, no me has entendido
Patricia: - Sí, yo creo que sí.
Él se sintió completamente estúpido por decir aquello, aunque era verdad. Al principio llevarse tan bien con ella era como un logro, como un honor, que una mujer como ella, pudiera encontrarle gracioso, interesante, incluso por su forma de mirarle juraría que atractivo… Y llevarse tan bien con ella le resultaba tan desconcertante como maravilloso. Era como algo de lo que sentirse orgulloso, y se esforzaba en que aquello siguiera siendo así, porque le gustaba hacerle sonreír, mucho, tal vez demasiado. Ella era tan alta, tan rubia, tan preciosa, tan perfecta… y ella le miraba a él, como si pensara exactamente lo mismo, y eso le hacía sentirse bien. Pero con el tiempo, dejó de parecerle tan increíble, e incluso se enfadó consigo mismo, por haberse considerado inferior…. Y en verdad, dejó de parecerle increíble todo, porque poco a poco estaba perdiendo la ilusión.
Patricia: - ¿Vienes o no?
Ángel: - ¿Qué?- Se había quedado ensimismado pensando, y ella estaba en la puerta de su camerino con Dani esperándole.
Dani: - ¡A comer tío! ¿Que si vienes?
Ángel: - Sí, sí…claro.
Con la marcha de Pilar estaba el ambiente algo enrarecido, y habían decidido, por lo menos, comer aquel día todos juntos, ya que nunca lo hacían. Habían pedido comida, así incluso las cocineras podían descansar y sentarse con ellos también… y ¿por qué no decirlo? ellos descansar de la monótona comida de siempre.
No tenían demasiado tiempo, pero fue bastante animado todo, siempre alguno de ellos tenía alguna taradez que contar, era lo bueno de rodearse de gente tan ingeniosa, nunca había silencios que rellenar. Después comieron algunos turrones y brindaron con champagne por todos.
No volvieron a tener ningún rato para estar a solas hasta que empezó el programa… Que aunque ahí no lo estaban precisamente, pero sentían como que aquel tiempo era compartido con gente cómplice de toda aquella historia.
“Lo siento, no me he explicado bien. Si te apetece, y me dejas, me gustaría volver a intentarlo mientras nos tomamos un chocolate calentito, ¿puedo invitarte?”
Al leer aquella frase sobre su guión, volvió a ponerse nerviosa por como se estaban sucediendo los hechos aquel día.
“Me lo pensaré”
“Pues no tardes mucho, que o te espero o me voy a mi casa”
Y esa era exactamente la actitud que más le molestaba a ella, y la que más le atraía a la vez… Siempre tan esquivo, siempre tan frío, siempre pasando de todo aparentemente, como si nada le importara, como si tuviera mejores cosas que hacer que perder el tiempo estando con ella.
“Tranquilo, vete a casa”
“OK. Feliz Navidad”- Le escribió y le sonrió como un imbécil.
Imbécil.
Ángel: - Hasta luego.
Patricia: - Ciao.
Se levantó, y en un despliegue de amabilidad impropio de él, saludó al público con la mano cuando se iba, por ser navidad, por supuesto, y se fue. Ella, el resto del programa, se dedicó a maldecirlo de todas las formas que sabía… que eran pocas, o más bien ninguna.
Terminó el programa y atendió como siempre con una sonrisa a toda la gente que había ido a verles. Tardó bastante aquel día en terminar, porque entre foto y autógrafo, iban acercándose miembros del equipo a despedirse y desearles una feliz navidad.
Por fin llegó a su camerino, bastante cansada, y deseando estar en su casa…. Empezó a quitarse la camisa cuando una voz le interrumpió
Ángel: - Ey, ey, ey, ¿iba en serio lo de que yo podía mirar siempre?
Patricia: - ¡Ángel! ¿Qué haces aquí? – Dijo tapándose, poniendo la camisa por encima del sujetador y sujetándola con los brazos.
Ángel: - ¿Creías que iba a irme así?
Patricia: - Claro! Así eres tú!
Ángel: - No, así crees que soy.
Patricia: - No, así te gusta hacernos creer que eres…
Ángel: - Estoo ¿te importa si lo dejamos aquí? Porque nos estamos metiendo en un bucle raro…- dijo riéndose.
Patricia: - Vale, pero he ganado entonces.
Ángel: - Como quieras, pero ¿aceptas la invitación o no?
Patricia: - Que síiii… Pero si me dejas que me cambie…- dijo con media sonrisa y señalando con la mirada la puerta.
Ángel: - ¡Vaya! Que pudorosa te has vuelto!- le provocó mientras iba hacia la puerta, que no llegó a abrir porque ella se interpuso, soltando la camiseta, y empezando a bajarse los shorts, quedándose en ropa interior, sin dejar de sonreír, como si estuviera ganando una apuesta… Nadie ganaba a Patricia Conde… Él se puso algo nervioso cuando vio que llevaba las manos a su espalda.
Ángel: - Venga Patricia, hasta luego…- dijo abriendo la puerta y saliendo.
Y ella se quedó sonriendo, y poniéndose su ropa cuando vio que la puerta se abría de nuevo
Ángel: - Te espero bajo- dijo asomando la cabeza y guiñándole un ojo, porque la conocía y sabía que no iba a desnudarse, que sólo lo había hecho para provocarle, y que en cuánto hubiera cerrado habría empezado a vestirse. Ella se rió, le encantaba que entrara a su juego, y que le conociera tanto. Le empujó con cuidado y cerró la puerta.
A los pocos minutos le llegó un mensaje
“Y abrígate más que hace mucho frío en la calle”
Iba a contestarle, pero bastante oficial era el tonteo aquel día, no quería arrepentirse de nada. Cuando terminó, bajó, y se acercó hasta su coche, él bajó la ventanilla.
Ángel: - ¿Cuántos fans tienes, no?- Le dijo riéndose y señalando a toda la gente que estaba fuera, esperándoles.
Patricia: - Sí, bonito, míos y tuyos también…- Le dijo algo molesta.
Ángel: - Ya, pero yo no puedo pararme, que he quedado con una rubia dentro de veinte minutos, y no quiero hacerle esperar.
Patricia: - ¡Que cabrón eres!- Le dijo suspirando- Y vuelve a mirar tu agenda que creo que hasta por lo menos dentro de una hora no has quedado- Dijo levantando una ceja y yendo hacia su coche.
Él pasó con el suyo por su lado.
Ángel: - Perdone, señorita, ¿y podría decirme dónde he quedado, que no lo recuerdo?- Ella se rió, porque ni se había dado cuenta, de que no habían quedado en ningún sitio.
Patricia: - ¡Anda que tonta! – Sacó un papel y le apuntó la dirección- Ésta es la chocolatería especial. ¿La conoces?
Él cogió el papel y lo leyó.
Ángel: - ¿Eso esta por el parque del templo de Debod?
Patricia: - Justo
Ángel: - Vale, pues ahora nos vemos, que tengo que hacer unas cosillas.
Patricia: - Claro, claro- dijo metiéndose en su coche, para sacarlo fuera del parking, por si querían cerrar ya.- ¡Y será verdad que no se va a parar el tío!- dijo hablando sola, mientras veía como salía a la carretera…
Y como otras muchas veces, salió a atender a la gente que allí estaba esperando, con bastante paciencia y tiempo, ya que tenía muchos días de vacaciones y libertad por delante… Y como la mayoría de veces también, muchos tenían que conformarse con ella, porque él se iba, y le tocaba responder por los dos.
estrelitha- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 10/12/2009
Re: Será la Navidad... Fin
Jaarrrl, me encanta, me encanta, ME ENCANTA.. XD
Sublime, como siempre. Tan real, tan perfecto, tan tuyo!
"Él se sintió completamente estúpido por decir aquello, aunque era verdad. Al principio llevarse tan bien con ella era como un logro, como un honor, que una mujer como ella, pudiera encontrarle gracioso, interesante, incluso por su forma de mirarle juraría que atractivo… Y llevarse tan bien con ella le resultaba tan desconcertante como maravilloso. Era como algo de lo que sentirse orgulloso, y se esforzaba en que aquello siguiera siendo así, porque le gustaba hacerle sonreír, mucho, tal vez demasiado. Ella era tan alta, tan rubia, tan preciosa, tan perfecta… y ella le miraba a él, como si pensara exactamente lo mismo, y eso le hacía sentirse bien. Pero con el tiempo, dejó de parecerle tan increíble, e incluso se enfadó consigo mismo, por haberse considerado inferior…. Y en verdad, dejó de parecerle increíble todo, porque poco a poco estaba perdiendo la ilusión."
Tía... en serio, que grande xD no tengo ni palabras... es que lo clavas!
Y nada, que sigas en cuanto puedas porque ansiosa estoy... ya sólo quedan 3 capis y me muero por saber como continúa xD
¡Artista! Te hago la ola desde aquí... no creo que la veas
Sublime, como siempre. Tan real, tan perfecto, tan tuyo!
"Él se sintió completamente estúpido por decir aquello, aunque era verdad. Al principio llevarse tan bien con ella era como un logro, como un honor, que una mujer como ella, pudiera encontrarle gracioso, interesante, incluso por su forma de mirarle juraría que atractivo… Y llevarse tan bien con ella le resultaba tan desconcertante como maravilloso. Era como algo de lo que sentirse orgulloso, y se esforzaba en que aquello siguiera siendo así, porque le gustaba hacerle sonreír, mucho, tal vez demasiado. Ella era tan alta, tan rubia, tan preciosa, tan perfecta… y ella le miraba a él, como si pensara exactamente lo mismo, y eso le hacía sentirse bien. Pero con el tiempo, dejó de parecerle tan increíble, e incluso se enfadó consigo mismo, por haberse considerado inferior…. Y en verdad, dejó de parecerle increíble todo, porque poco a poco estaba perdiendo la ilusión."
Tía... en serio, que grande xD no tengo ni palabras... es que lo clavas!
Y nada, que sigas en cuanto puedas porque ansiosa estoy... ya sólo quedan 3 capis y me muero por saber como continúa xD
¡Artista! Te hago la ola desde aquí... no creo que la veas
cLau-90- Mensajes : 625
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Localización : -
Re: Será la Navidad... Fin
Jodeeeeeeeeeeeeeer!!!
Si es que eres una jodida crack!
Me ha gustado todo muchísimo (como siempre, vamos) pero sobre todo, me ha salido la sonrisilla tonta en el momento que me he imaginado a Patri cerrándole la puerta y quedándose en ropa interior porque "con él hay confianza"... y más aún cuando él ha vuelto a abrir desde fuera porque la conoce y sabía que no se iba a despelotar
Y el final.. ¡Qué gran verdad!
Ángel se bajó del coche un minutillo cuando fui yo porque Dani le gritó: ¡HAN VENIDO DE CANARIAS! y como que se sintió obligado xDDD
Patri SIEMPRE se para.. que hasta tenía aquel día una fiesta de Vogue [iba con un chico en el coche y todo] y le dio igual... más mona... [para qué coño cuento esto? da igual...]
Eso.. que soy tu fan y que si sacaras un libro lo compraría sin dudarlo!!
Si es que eres una jodida crack!
Me ha gustado todo muchísimo (como siempre, vamos) pero sobre todo, me ha salido la sonrisilla tonta en el momento que me he imaginado a Patri cerrándole la puerta y quedándose en ropa interior porque "con él hay confianza"... y más aún cuando él ha vuelto a abrir desde fuera porque la conoce y sabía que no se iba a despelotar
Y el final.. ¡Qué gran verdad!
Ángel se bajó del coche un minutillo cuando fui yo porque Dani le gritó: ¡HAN VENIDO DE CANARIAS! y como que se sintió obligado xDDD
Patri SIEMPRE se para.. que hasta tenía aquel día una fiesta de Vogue [iba con un chico en el coche y todo] y le dio igual... más mona... [para qué coño cuento esto? da igual...]
Eso.. que soy tu fan y que si sacaras un libro lo compraría sin dudarlo!!
p.a.t.r.ii- Mensajes : 440
Fecha de inscripción : 01/10/2009
Re: Será la Navidad... Fin
sin palabras, impresionante
todo lo que escribes lo transformas en algo realmente bonito y especial
ya de por si no soy mucho de palabras y con tu fic las pocas que me quedan me las borras de un plumazo
todo lo que escribes lo transformas en algo realmente bonito y especial
ya de por si no soy mucho de palabras y con tu fic las pocas que me quedan me las borras de un plumazo
Re: Será la Navidad... Fin
Increíble
Me he leído el fic y en serio, es IMPRESIONANTE
Sigue prontitoo
Me he leído el fic y en serio, es IMPRESIONANTE
Sigue prontitoo
Rebee- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 20/12/2009
Edad : 29
Re: Será la Navidad... Fin
Artiiiiistaaa!!!!!!!!!! Eso es lo que ereees!!!!!!
Es que me emocionas con tus frasazas, con cada capítulo que pones, con cada fic que escribees!! Dios, eres grande, estrella, eres muu grande!
El trocito que ha destacado Clau... genial, perfecto de verdad. Te lo juro que me llegan hasta las comas que escribes!!
Lo del Titanic me ha matado muy mucho jajajaja. Y el tonteo que se llevan me parece de lo más grande!
Estrella, yo también te hago la ola...
Un besazo, cacho artistaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!
Es que me emocionas con tus frasazas, con cada capítulo que pones, con cada fic que escribees!! Dios, eres grande, estrella, eres muu grande!
El trocito que ha destacado Clau... genial, perfecto de verdad. Te lo juro que me llegan hasta las comas que escribes!!
Lo del Titanic me ha matado muy mucho jajajaja. Y el tonteo que se llevan me parece de lo más grande!
Estrella, yo también te hago la ola...
Un besazo, cacho artistaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!
KeLa_13- Mensajes : 343
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Será la Navidad... Fin
Hola!!! Feliz Navidad!!!! Aqui os dejo de regalito otro capitulo! Por si a caso alguien no se ha metido en estos días, cosa muy normal, colgué el segundo antesdeayer, para q lo leais antes q este por eso de seguir un orden... jajajaja Bueno q aqui va,q espero q os guste. un besito y a ser buenos!
CAPITULO3
Tardó bastante en llegar a su cita, porque al ser el último día había más gente de lo normal, y después se encontró bastante tráfico y tuvo que enfrentarse a buscar aparcamiento también. Así que casi dos horas después, y muchos suspiros de desespero, por fin llegó.
Él miró el reloj en cuánto la vio aparecer.
Ángel: - ¡Que impuntual!
Patricia: - Mira, no me toques los cojones, que hasta me han dado un regalito para ti! No te los mereces!
Se quitó el abrigo, algo estresada y se sentó.
Ángel: - Eso ya lo sé yo… Pero en el fondo lo hago por ellos.
Patricia: - Venga, venga, que eso suena a cuando mi padre me daba una torta en el culo.
Ángel: - Que no, lo digo de verdad… Así no dejo que nadie me idealice, ni me cojan demasiado cariño, y pueden volver con sus vidas pensando que soy un soso o un cabrón… me da igual, yo no voy a saberlo, y ellos en un tiempo se olvidaran del tío simple de la tele… Es ley de vida… Yo solo quiero hacer mi trabajo bien, de forma honrada y entreteniendo a la gente, fin. No quiero que nadie creas que soy más de lo que en realidad soy., ni que me admiren, por dios, ¿admirarme a mi?
Patricia: - Vale, sí, muy razonable todo, pero… ¿no es un poco dura la forma en qué lo haces?
Ángel: - Yo no lo veo así. Simplemente no tengo tu paciencia, ni dedicación, pero si tengo que atenderles, lo hago, pero no me involucro más allá.
Patricia: - Si es que somos diferentes en todo… Bueno, ¿entonces quieres el regalito o no?
Ángel: - ¡Claro!
Patricia: - Pues luego te lo doy que se me ha olvidado en el coche.
Patricia: - ¿Y que nunca hayamos hablado de esto, en tres años, hasta hoy? Creo que siempre te he culpado por ser así- dijo riéndose- pero ahora creo que te entiendo un poco…
Ángel: - Hay tantas cosas de las que no hemos hablado… - dijo casi hablando para si mismo…
Patricia: - ¿Ves? Ahí si estamos de acuerdo…
El camarero llegó justo en ese momento y les sirvió dos chocolates… Era obvio que una chocolatería fueran a tomar chocolate, pero había de muchos tipos… y ella no recordaba que ninguno de los dos lo hubiera pedido.
Patricia: - No perdone, el mío lo quiero sin g
Camarero: - Si, si, no se preocupes señorita, son los dos sin gluten.- Dijo dejándolos sobre la mesa.
Ella le miró extrañada: - ¿los dos?- le preguntó cuando el camarero se hubo marchado.
Él se encogió de hombros: - Sí, es que tenía pinta de despistado el hombre y no quería que se equivocara trayéndolo.
Ella se rió: - ¡Que tonto estás! ¿Pero cuando lo has pedido?
Él sonrió y no contestó, sólo se llevó la taza hasta sus labios y sopló.
Ángel: - Hacía años que no me tomaba uno de estos…
Patricia: - ¿Sin gluten?- preguntó riéndose.
Él se rió: - No, un chocolate a la taza, sin más.
Patricia: - A mi me encanta- dijo muy feliz…- En Navidad sabe especial.
Ángel: - No sabía que fueras tan forofa de la Navidad- dijo riéndose.
Patricia: - Bueno, en verdad no lo soy, pero me gusta que esté todo el mundo como más…- pensó la palabra que buscaba- sensible… no, no, más… receptivo a que cualquier cosa pase…
Ángel: - Yo lo odio, parece una obligación demostrar tus sentimientos en estas épocas…
Patricia: - Bueno, yo es que más bien lo veo como una oportunidad…- Dijo mirándole fijamente, observándole por encima de la taza que había llevado hasta sus labios- En Navidad, todo es posible… De todas formas, no me sorprendes, no te pegaba eso de que te gustara la Navidad, y tampoco te creas tan original por eso, que a casi nadie le gusta ya… No queda espíritu, amigo- dijo riéndose.
Ángel: - Perdí la ilusión hace mucho tiempo…
Ella quiso saber más, porque algo en su forma de decirlo le había indicado que había una explicación detrás, y porque no se imaginaba que alguna vez la hubiera tenido.
Patricia: - ¿Por algo en especial?
Ángel: - Mis padres se separaron por estas fechas.
Patricia: - Vaya, no lo sabía- obviamente- ¡Que oportunos también ellos!
Ángel: - Sí, pero era mejor así… No fue traumático, pero tampoco una fiesta.
Ella le escuchaba atenta, le encantaba que le estuviera contando cosas de él…
Patricia: - ¿Eras muy pequeño?
Ángel: - Pues tendría unos 9 o 10 años
Patricia: - Vamos, los suficientes para enterarte de lo que pasaba.
Él asintió, y a la vez dejó escapar una sonrisa nostálgica, mientras miraba a la nada: - Mi hermana y yo nos empeñamos en cenar los cuatro juntos esa noche, nos encerramos en mi habitación, y hasta que no oímos que mi padre estaba en casa, no salimos.
Ella sonrió con ternura imaginándoselo.
Ángel: - Un desastre, un auténtico desastre- le dijo llevando la vista a ella y riéndose- Creo que desde aquel día odio tanto la navidad…
Patricia: - Vaya- dijo con pena- Lo siento.
Ángel: - Ya lo he superado, ¿Eh?- dijo sonriendo- ya ha pasado algún añito.
Patricia: - Si, unos cuantos, viejete- dijo sacándole la lengua e intentando que pasara aquel momento de recuerdos tristes.
Patricia: - ¿Y desde entonces eres así?
Ángel: - Así, ¿cómo?
Patricia: - Así, tan hermético, me cuesta horrores llegar a ti.
Él sonrió ante su ataque de sinceridad
Ángel: - No supongo que no puedo echarle toda la culpa a aquello… Ya nacería así, imagino.
Patricia: - Eso, mucho mejor, échaselas a la genética- dijo riéndose.- Vamos, que cuando se trata de hablar de ti, no eres hombre de muchas palabras, y punto.
Él se encogió de hombros.
Patricia: - Pues que raro.
Ángel: - ¿El qué?
Patricia: - Que un hombre de pocas palabras haya acabado siendo guionista…
Ángel: - Emmmm…. Esto…. Ahí me has pillado- Los dos se rieron, y se sintió extrañamente cómodo con ella, como estaba haciéndolo el resto del día, y se preguntaba como era posible que en casi cuatro años jamás hubieran hablado de aquella forma - No, a ver, simplemente me cuesta confiar en la gente, es como si los sentimientos fuera lo único que realmente nos pertenece a casa uno, y no me gusta ir regalando eso a cualquiera.
Patricia: - Pero es que tengo la impresión de que todo el mundo te parece cualquiera…- dijo algo nerviosa
Ángel: - La mayoría, la verdad- dijo sonriendo.
Patricia: - Bueno, entonces debo sentirme una afortunada hoy, ¿no?- preguntó con una sonrisa de medio lado.
Ángel: - Ya sabes, la magia de la navidad.- le dijo riéndose y tomando la última cucharada de chocolate.
Patricia: - Sí, sí, tu ríete, pero en Navidad a veces ocurren milagros- Él se rió con ganas, aquello superaba toda expectativa que pensaba que una persona medianamente cuerda y de casi 30 años pudiera esperar de algo tan tonto como unas simples fiestas. Ella levantó una ceja mirándole seria: - Hombre, ¿qué significa sino este momento? Tú y yo, aquí, charlando y tomando un chocolate la tarde de antes de Nochebuena…
Él siguió sonriendo: - Mujer, raro es, pero tanto como un milagro… Define milagro.
Ella se rió: - Que tonto eres.
Camarero: - Disculpen
Los dos se giraron y le miraron.
Camarero: - Son las 9…- dijo con algo de preocupación- Vamos a cerrar en diez minu.
Ángel: - Si, no se preocupe, ya nos vamos.
El camarero asintió agradecido y volvió a la barra.
Patricia: - Voy un momentín al baño.
Ángel: - Vale- le sonrió y comenzó a ponerse su gabardina.
Ella entró al aseo, y después mientras se lavaba las manos, se miró en el espejo, intentando ver si había algo diferente en ella, algo que le indicara que lo que estaba pasando aquel día no era real… Cuando salió él ya estaba en la barra pagando.
Patricia: - ¿Cuánto era? – Le preguntó en la puerta mientras se ponía el abrigo y sus guantes.
Ángel: - Nada, invitaba la casa.
Ella se rió.
Patricia: - Claro, claro… Venga dímelo, que invite yo, que cobro más que tú- le dijo
para provocarle.
Ángel: - Sí, pero yo tengo muchos menos caprichos- Le devolvió él.
Y ella no supo qué decirle, no le había sentado demasiado bien, y él se dio cuenta.
Ángel: - Ya invitas tú a cenar- le dijo sonriendo mientras aceleraba el paso y se adelantaba a ella, que tuvo que, prácticamente, andar a saltos para poder alcanzarle.
Patricia: - ¿Perdona? ¿Quién te ha dicho que quiera cenar contigo?
Ángel: - Bueno, si quieres, claro- dijo algo cortado repentinamente.
Patricia: - Me lo pensaré- dijo con chulería y sonriendo.
Ángel: - ¿Y qué hacemos mientras lo decides?
Patricia: - ¿Un paseíto por aquí, excedería la cantidad de ambiente Navideño que puedes soportar en un sólo día?
Ángel: - No lo sé, podemos probar a ver…
Patricia: - Vale- dijo ella contenta- Si ves que empiezas a saturarte de gente sonriente, y luces, arbolitos decorados y que vas a empezar a transformarte o algo, avísame y nos vamos- dijo riéndose.
Él giró la cabeza y le miró sonriendo, no se creía la ilusión que tenía por aquellas cosas aún.
Patricia: - ¿Que pasa?- le dijo ella con una sonrisa nerviosa al ver que le miraba así.
Ángel: - Nada, que me hace gracia.
Patricia: - ¿El qué?
Ángel: - Verte así, tan ilusionada.
Patricia: - Bueno, no lo estoy tanto, es sólo que estoy contenta, de no estar encerrada en mi casa, sola… me gusta estar aquí contigo- dijo metiendo las manos en los bolsillos de su abrigo y reanudando el paso mientras sonreía y él se quedaba allí parado.
Ella volvió porque se había quedado allí parado, como absorto. ¿Le gustaba estar con él? ¿Aunque fuera lejos del trabajo? Tal vez a él tampoco le parecía mala idea compartir su tiempo libre con esa personita tan viva y llena de ilusión aún… Pero ¿lo merecía? ¿Sería capaz de contagiarse de su fuerza o le apagaría con él?
Patricia: - Venga, vamos…- dijo llegando hasta él y cogiéndose a su brazo- Tenemos muchos Papa Noeles con los que cruzarnos- dijo obligándole a seguir andando cogida a él, mientras él trataba de mostrar que aquello no le había ni impresionado, que no tenía que acostumbrarse a tenerle pegada a él. Si se mostraba seguro, se sentía seguro, así de simple era para todo.
Ángel: - Oye, ¿y no vas a Valladolid a ver a tus padres? Estar con la familia siempre es una buena opción en estas fechas, dicen, ¿no? Y si no te apetecía estar sola…- dijo como si no acabara de entender algo.- Si hasta yo voy a ir a ver a los míos…- dijo riéndose.
Patricia: - No, es que no están. Se fueron ayer… les regalé un viaje para su aniversario el mes pasado.
Ángel: - ¡Vaya!
Patricia: - Sí ¿maldita sea yo!- dijo haciendo como que se enfadaba consigo misma.- No, pero no pasa nada, me gusta estar sola de vez en cuando, es sólo que hoy me he levantado con el día un poco tonto.
Ángel: - Sí, no se está mal del todo.
Patricia: - ¡Mira como te mira ese niño, Ángel!- dijo señalando a un pequeñajo que había bajo un gorro en su carrito.
Él se rió y le sacó la lengua.
Patricia: - Vas a asustarle- dijo sonriéndole ella, y el niño giró la cara.
Ángel: - ¿Ves? Él y yo nos entendíamos…
Patricia: - ¡Hombres! – Exclamó y se soltó de él.
Siguieron andando sin ningún rumbo aparentemente.
Ángel: - Mira, este sitio tiene buena pinta- dijo parando en la puerta de un restaurante- Y extrañamente no tiene casi gente.
Patricia: - ¿Extrañamente, Ángel? ¿Has visto que precios?- Dijo parada leyendo la carta.
Él se rió
Ángel: - Pues no me he fijado, la verdad, como invitas tú…
Patricia: - Bueno, yo aún no te he contestado a si me apetece cenar contigo. ¿Eh?- dijo con chulería.
Ángel: - Mujer, ya que hemos llegado hasta aquí…
Ella se rió.
Patricia: - Anda, tira pa´dentro, que hace frío y me muero de hambre.
Un señor muy arreglado les recibió en la puerta.
Camarero: - Hola buenas noches- Ellos respondieron
Camarero: - La reserva está a nombre de…
Ella se apresuró a contestar
Patricia: - No, no teníamos reserva.
Camarero:- Pues lo lamento mucho, pero si no es con reserva no pod
Ángel:- Ángel Martín, a nombre de Ángel Martín.
Ella le miró totalmente confundida, mientras aquel señor pasaba su dedo índice por un papel: - Martín… Martín… Ángel Martín, correcto. ¿Me permiten los abrigos por favor?
Ella aún no había apartado su vista de él
Ángel: - Venga, dale el abrigo, que está esperando el buen hombre.
Patricia: - Pero… pero… tú… y ¿cómo…
Ángel: - ¿Vas a acabar la frase o no? - Preguntó sonriendo y poniendo las manos sobre su cintura para que caminara hacia la mesa a la que les estaba guiando el camarero, que les acomodó en las sillas.
Patricia: - Gracias- contestó algo incómoda por la situación pero intentando que no se notara y deseando que se fueran los camareros para averiguar cómo había organizado aquello. Pero a penas tuvieron tiempo ni de mirar las cartas.
Camarero: - ¿Ya saben los señores que tomaran?
Patricia: - ¿También vas a elegir por mi? – lE preguntó a Ángel levantando una ceja.
Ángel: - Eso nunca- respondió riéndose. Y ella no podía evitar que aquella actitud tan decidida le atrajera: - Aunque te recomendaría un Rosbif de atún con ensaladilla de patata, o si no, también está muy buena la Merluza Orly son salsa tártara…
Patricia: - Bien, entonces creo que pediré un solomillo- dijo girándose hacia el camarero que tenía que hacer esfuerzos por aguantarse la risa, y
Ángel le devolvía la carta haciéndose el ofendido.
En cuánto se fue, acercó su cabeza hasta la suya y dijo en voz bajita:
Patricia: - Bueno, va, dime como lo has hecho, ¿cómo has sabido qué vendríamos por aquí? Bueno y que quedaríamos esta tarde y…¿cuándo lo has reservado y…- Él sólo sonreía
Ángel: - La magia de la navidad ¿no?
Patricia: - No, va Ángel, la magia de la navidad no reserva mesa en este sitio tan… tan…- dijo mirando a su alrededor- tan… perfecto.
Ángel: - ¿Entonces te gusta?
Patricia: - ¡Coño! ¡Claro que me gusta!- dijo levantando demasiado la voz por la emoción., mientras él el daba una patadita por debajo de la mesa y se reía. Las dos únicas mesas que habían ocupadas, se giraron hacia ella, que avergonzada, levantó la mano pidiendo disculpas: - Perdón, perdón.
Él disfrutaba mirándole mientras se reía.
Patricia: - Va en serio, cuéntamelo, ¿cómo lo has hecho?
Ángel: - ¿Tú no creías en Papa Noel?
Patricia: - Claro, y en los reyes magos, y en el ratoncito Pérez y… espera, ¿Que tipo de pregunta es esa? – se rió.
Ángel: - ¿Y a qué no te preguntabas como podían hacerlo?
Patricia: - Pues no, creía en ellos ¿vale? No iba a cuestionarme tantas cosas- dijo intentando parecer indignada.
Ángel: - Pues ya está, puedes creer en un tipo gordo que vestía de rojo y volaba con renos, y ¿en mi no crees?...
Ella se quedó callada, no sabía dónde quería llegar, y como siempre intentó escapar de la situación.
Patricia: - Es distinto Ángel, tú vistes incluso peor- dijo riéndose a la vez que ponía de morritos.
Ángel: - Bueno da igual, no hace falta que contestes, disfrutemos de la cena y ya está, ¿vale?
Patricia: - Vale, acepto.- Le sonrió y levantó la copa de vino que él acababa de servirle.
Él hizo lo mismo.
Patricia: - Bueno, pues… por la magia de la navidad- Él asintió sonriendo y ambos bebieron de sus copas.
El resto de la cena transcurrió con cierta normalidad, al menos todo lo normal que podía ser, siendo ellos y siendo esa situación tan rara para ambos. A veces se reían, a veces se contaban cosas de su infancia, a veces se quedaban callados y se miraban y a veces sin quererlo llevaban la conversación a situaciones más comprometedoras.
Camarero: - ¿Está todo a su gusto?
Patricia: - Sí, todo perfecto, gracias- respondió sonriendo mientras llevaba la vista hacia Ángel y entredientes sin haber dejado de sonreír le decía: - pero va a costarme un ojo de la cara, cabrón.
Camarero: - ¿Y de postre? ¿Desean algo?
Patricia: - Uffff, yo no puedo más- dijo quitándose la servilleta de encima de sus piernas y poniéndola sobre la mesa.
Ángel: - ¿Me dejas pedir un postre para los dos?
Patricia: - Buenoooo, está bien, pero sólo porque tu pescado tenía mejor pinta…
Ángel: - Es que eres una cabezona- Ella sonrió, él se encogió de hombros y el camarero hizo un sonido con la garganta para indicarles que aún seguía allí, y que estaba esperando que le dijeran algo.
Minutos más tarde, ambos disfrutaban de aquel delicioso postre.
Patricia: - Buenísimo Ángel, no había probado nada más bueno en mi vida.
Él estuvo tentado de responder a aquello, pero consideraba que demasiado se había insinuado ya en un sólo día.
Ángel: - ¿Puedes comer de esto?
Patricia: - Me da igual- dijo llevándose otro trocito a la boca- Un poco no va a matarme… y sí lo hace da igual porque moriré con buen sabor de boca.- Ambos se rieron.- Creo que había olvidado el sabor del chocolate de verdad… ¿Cómo has podido beberte el de esta tarde, sabiendo que debía saber a algo parecido a esto?- Él sólo sonreía y había dejado de comer, viendo lo que estaba disfrutando ella.
Ángel: - No estaba tan malo… Sólo diferente.
Patricia: - Que diplomático…- Dijo limpiándose con elegancia la boca después de habérselo terminado- Oye, no has comido casi.- dijo algo avergonzada.
Ángel: - Da igual, no era tan especial para mi- dijo riéndose.- Oye ¿voy al baño un momentín y nos vamos? Es tarde.
Patricia: - Vale.
Ella aprovechó para ir a la barra a pagar, como él había hecho antes.
Camarero: - Emm, señorita, esto ya está pagado.
Patricia: - ¿Qué? ¿Cómo?
Camarero: - Con tarjeta Mast
Patricia: - No, no, me refiero, que no hemos pedido la cuenta ni
Camarero: - Ah! No, no, pero aquí trabajamos de una forma diferente… Al realizar la
reserva, debe darn
Patricia: - Vale, vale, da igual. Muchas gracias.
Él salió del aseo y ella se acercó hasta él.
Patricia: - Pero tú… ¿por qué haces esto? ¿No vas a dejar que te invite yo a nada o qué?
Ángel: - Otro día invitas tú, no te enfades mujer.
Llegaron hasta la puerta y les ofrecieron sus abrigos.
Patricia: - Pero ¿por qué? ¿Qué te pasa hoy?
Ángel: - Nada, pero ya estaba bien que tuviera un detalle en más de tres años, ¿no?
Patricia: - Pues no lo sé, un ramo de flores es un detalle, pero lo de hoy….
Camarero: - Buenas noches- dijo abriéndoles la puerta- Esperamos volver a verles por aquí.
Ellos asintieron, y salieron a al calle.
Patricia: - Pero lo de hoy…- continuó hablando mientras se ponía los guantes- no es un detalle, es… es…
Ángel: - La magia de la navidad… invitaba Papa Noel, tonta.
Patricia: - ¡Pues haberme avisado que habría pedido algo más caro!
Los dos se rieron, mientras salía vaho de sus bocas.
Ángel: - ¿Tienes frío?
Patricia: - No, por dios, eso si que no. No vayas a darme tu chaqueta, que moriré de una sobredosis de amor aquí mismo, y hablo en serio: - Los dos estallaron en una carcajada- Y sí, me muero de frío.
Él pasó el brazo por su espalda hasta su hombro, acercándola a sí mismo y dándole calor con su mano, moviéndolo sobre su brazo. Ella giró la cara y le sonrió.
Ángel: - No pensaba coger una pulmonía por ti, ¿Eh?- dijo con media sonrisa. Y ella sonrió porque aquello le gustaba más que que le ofreciera su chaqueta, mucho más… y así pasaban el rato, tonteando pero intentando a la vez que no se notara…tanteando el terreno para ver hasta dónde podían o debían llegar.
Ángel: - ¿Dónde has dejado el coche?
Patricia: - Delante del tuyo. Después de mil vueltas, he encontrado un sitio justo ahí.
Ángel: - Genial, pues estamos ya al lado, vamos, pues.
Patricia: - ¿Ya? Ni a una copa ¿puedo invitarte? – dijo algo triste, ya dándole igual que supiera que no había tenido suficiente, que quería estar más tiempo con él…
Ángel: - Es que mañana madrugo, que me voy pronto a Barcelona, y son más de las dos, y debería estar descansado que son bastante kilómetros.
Patricia: - Si, si, tienes razón, no sabía que era tan tarde, no importa- le sonrió- Además que no tenga ninguna queja hoy.
Ángel: - Eres fácil de complacer entonces- dijo sonriendo él.
Patricia: - No tanto, pero me has pillado desprevenida hoy- sonrió ella, mientras se cogía a su brazo, porque estaba muerta de frío, rodeándolo con su pecho y sus brazos y seguían así andando hacia sus coches.
Patricia: - Y… ¿eres así siempre?
Ángel: - ¿Tan hermético y cerrado?- Dijo recordándole sus propias palabras de hacía sólo unas horas.
Patricia: - NO, no, así tan detallista…
Ángel: - ¡Qué va! Sólo dos o tres veces al año, pero has tenido suerte.
Siguieron andando hasta el coche.
Patricia: - Aún no me has explicado lo que habías querido decir esta mañana, y habíamos quedado para eso ¿recuerdas?
Ángel: - No, no me acuerdo- mintió exageradamente mal.
Patricia: - ¿No?- preguntó levantando una ceja- Vaya, te refrescaré la memoria, venías a decir algo así que como era Patricia Conde, pues te esforzabas en hacerme sonreír, porque era como una medalla, o no sé- dijo pareciendo enfadada.
Ángel: - No es eso- dijo algo serio, había mucho más detrás, pero aquel no era el momento- ¿Te importa si lo dejamos para otro rato?
Ella en el fondo lo sabía, y empezaba a darle igual la razón por la cual le gustaba verle sonreír en un principio, y porqué después dejó de hacerlo, porque lo importante era que aquel día, estaba siendo perfecto.
Patricia: - Bueno, está bien- Además, le encantaba tener también, una excusa para quedar otro día- pero sólo por esta vez ¿Eh?- Dijo sonriéndole.
Patricia: - Bueno, ahí están nuestros pequeñines- dijo llegando hasta dónde habían aparcado. Y se quedaron parados entre ellos, sin saber muy bien qué decir para despedirse.
Ella le miraba intensamente, intentando que leyera sus pensamientos: - Vale, esto es una película y ahora tiene que besar a la chica, vamos Ángel, hazlo- llevaba la mirada de sus ojos a sus labios, no podía ser más clara, mientras tragaba saliva con dificultad, algo nerviosa: - Vamos no seas tonto, ha sido perfecto, no pienses, no pensemos, aunque sólo sea por hoy.
Pero a él, no le llegaban del todo sus pensamientos…
Ángel: - Bueno, pues… Feliz Navidad- Dijo sonriéndole y poniendo una mano sobre su brazo- Había estado tentado de besarle, por un instante incluso sintió que ella lo estaba esperando, pero se asustó. No entendía quién era el que llevaba todo el día actuando por él, pero pensó que antes de dar aquel paso era mejor asegurarse, darse unos días y que los dos fueran a estar seguros de aquello.
Patricia: - Sí, feliz navidad- dijo sonriéndole significativamente, sin haber apartado su mirada ni un segundo, sin haber pestañeado si quiera ninguno de los dos.
El puso una mano en su nuca y se acercó a darle dos besos, que sin poderlo evitar, terminaron en la comisura de sus labios. Ella entendió sus dudas, y pensó en las suyas propias. Así que no buscó más, y le dio un pico, casi como si fuera algo de amigos.
Patricia: - Gracias…- dijo aún notando su mano en su nuca, contacto que le reconfortaba tanto, como le llevaba a querer más- ha sido un día increíble.
Ángel: - Era mi regalo de navidad- dijo ya más tranquilo, al saber que no iba a esperar más.
Patricia: - Ve con cuidado mañana, debe haber mucha gente en la carretera.
Él asintió sonriéndole: - Tranquila.
Patricia: - Buenas noches.
Ángel: - Buenas noches- dijo bajando la mano de su cuello a su espalda y cintura con un breve roce, porque su cabeza le alejaba, pero su cuerpo le acercaba a ella.
Cada uno fue hacia su coche. Ella salió primero y sacó una mano por la ventanilla despidiéndose de él, que hizo lo mismo…
Llegó a su casa muy confundida, cada vez más.
Cada hora de aquel día había sido tan especial como desconcertante. Se fue a dormir, pero no podía quitárselo de la cabeza. Porque todo aquello… ¿debía haber significado algo, no? Incluso al despedirse podía haber visto en sus ojos, sus dudas, pero entonces ¿por qué no lo había hecho? ¿Por qué no le había besado?
Era consciente de que aquella era una situación muy rara para ambos, jamás lo habría pensado, si imaginado, pero no como algo real, ni factible, no como algo que pudiera suceder… Él era Ángel, Ángel Martín, el mismo que ni siquiera daba dos besos antes de irse de vacaciones… y ella Patricia, Patricia Conde, la mujer fría que no tenía entre sus planes volver a enamorarse… Y ellos dos eran Ángel y Patricia, una combinación tan rara como perfecta… ¿No podía ser, no?
Decidió dar un paso ella, poner algo de su parte, por si las dudas de él, eran en torno a lo que ella sentía, que supiera que estaba dispuesta a intentarlo, al fin y al cabo, todo lo había hecho él, ese día. Y harta de dar vueltas en la cama, y decidir si hacerlo o no, le envió un mensaje.
“Cuando vuelvas llámame, ¿vale? Que creo que ya tengo la definición de milagro. Ha sido un día perfecto. Un beso.”
“Eso está hecho, no estaré demasiados días por allí. No vale buscarla ¿eh, tramposa? Para mi también lo ha sido. Buenas noches y feliz navidad”
Sonrió y dejó el móvil en la mesita al leer su respuesta, gracias que no había querido hacerle sufrir tardando en contestarle, porque se hubiera arrepentido cada segundo de habérselo enviado. No pudo evitar sonreír al pensar que aquello que estaba pasando era real…
Deseó que pasaran pronto aquellos días, y que él volviera.
Estaba ansiosa por volverlo a ver… tres años teniéndole al lado día a día, y jamás lo había sentido tan cerca como aquella noche y aquel momento, en que ni siquiera estaban juntos. Lo necesitaba, porque necesitaba saber si aquello que estaba imaginando tenía algún fundamento o no, o se estaba dejando llevar por no sabía que fuerza. Sabía que lo suyo siempre había sido, especial, o al menos diferente, pero no hasta ese punto… No hasta el punto de estar pensando en él a esas horas de la noche, no hasta el punto de desear besarle y que le besara, más que cualquier otra cosa.
CAPITULO3
Tardó bastante en llegar a su cita, porque al ser el último día había más gente de lo normal, y después se encontró bastante tráfico y tuvo que enfrentarse a buscar aparcamiento también. Así que casi dos horas después, y muchos suspiros de desespero, por fin llegó.
Él miró el reloj en cuánto la vio aparecer.
Ángel: - ¡Que impuntual!
Patricia: - Mira, no me toques los cojones, que hasta me han dado un regalito para ti! No te los mereces!
Se quitó el abrigo, algo estresada y se sentó.
Ángel: - Eso ya lo sé yo… Pero en el fondo lo hago por ellos.
Patricia: - Venga, venga, que eso suena a cuando mi padre me daba una torta en el culo.
Ángel: - Que no, lo digo de verdad… Así no dejo que nadie me idealice, ni me cojan demasiado cariño, y pueden volver con sus vidas pensando que soy un soso o un cabrón… me da igual, yo no voy a saberlo, y ellos en un tiempo se olvidaran del tío simple de la tele… Es ley de vida… Yo solo quiero hacer mi trabajo bien, de forma honrada y entreteniendo a la gente, fin. No quiero que nadie creas que soy más de lo que en realidad soy., ni que me admiren, por dios, ¿admirarme a mi?
Patricia: - Vale, sí, muy razonable todo, pero… ¿no es un poco dura la forma en qué lo haces?
Ángel: - Yo no lo veo así. Simplemente no tengo tu paciencia, ni dedicación, pero si tengo que atenderles, lo hago, pero no me involucro más allá.
Patricia: - Si es que somos diferentes en todo… Bueno, ¿entonces quieres el regalito o no?
Ángel: - ¡Claro!
Patricia: - Pues luego te lo doy que se me ha olvidado en el coche.
Patricia: - ¿Y que nunca hayamos hablado de esto, en tres años, hasta hoy? Creo que siempre te he culpado por ser así- dijo riéndose- pero ahora creo que te entiendo un poco…
Ángel: - Hay tantas cosas de las que no hemos hablado… - dijo casi hablando para si mismo…
Patricia: - ¿Ves? Ahí si estamos de acuerdo…
El camarero llegó justo en ese momento y les sirvió dos chocolates… Era obvio que una chocolatería fueran a tomar chocolate, pero había de muchos tipos… y ella no recordaba que ninguno de los dos lo hubiera pedido.
Patricia: - No perdone, el mío lo quiero sin g
Camarero: - Si, si, no se preocupes señorita, son los dos sin gluten.- Dijo dejándolos sobre la mesa.
Ella le miró extrañada: - ¿los dos?- le preguntó cuando el camarero se hubo marchado.
Él se encogió de hombros: - Sí, es que tenía pinta de despistado el hombre y no quería que se equivocara trayéndolo.
Ella se rió: - ¡Que tonto estás! ¿Pero cuando lo has pedido?
Él sonrió y no contestó, sólo se llevó la taza hasta sus labios y sopló.
Ángel: - Hacía años que no me tomaba uno de estos…
Patricia: - ¿Sin gluten?- preguntó riéndose.
Él se rió: - No, un chocolate a la taza, sin más.
Patricia: - A mi me encanta- dijo muy feliz…- En Navidad sabe especial.
Ángel: - No sabía que fueras tan forofa de la Navidad- dijo riéndose.
Patricia: - Bueno, en verdad no lo soy, pero me gusta que esté todo el mundo como más…- pensó la palabra que buscaba- sensible… no, no, más… receptivo a que cualquier cosa pase…
Ángel: - Yo lo odio, parece una obligación demostrar tus sentimientos en estas épocas…
Patricia: - Bueno, yo es que más bien lo veo como una oportunidad…- Dijo mirándole fijamente, observándole por encima de la taza que había llevado hasta sus labios- En Navidad, todo es posible… De todas formas, no me sorprendes, no te pegaba eso de que te gustara la Navidad, y tampoco te creas tan original por eso, que a casi nadie le gusta ya… No queda espíritu, amigo- dijo riéndose.
Ángel: - Perdí la ilusión hace mucho tiempo…
Ella quiso saber más, porque algo en su forma de decirlo le había indicado que había una explicación detrás, y porque no se imaginaba que alguna vez la hubiera tenido.
Patricia: - ¿Por algo en especial?
Ángel: - Mis padres se separaron por estas fechas.
Patricia: - Vaya, no lo sabía- obviamente- ¡Que oportunos también ellos!
Ángel: - Sí, pero era mejor así… No fue traumático, pero tampoco una fiesta.
Ella le escuchaba atenta, le encantaba que le estuviera contando cosas de él…
Patricia: - ¿Eras muy pequeño?
Ángel: - Pues tendría unos 9 o 10 años
Patricia: - Vamos, los suficientes para enterarte de lo que pasaba.
Él asintió, y a la vez dejó escapar una sonrisa nostálgica, mientras miraba a la nada: - Mi hermana y yo nos empeñamos en cenar los cuatro juntos esa noche, nos encerramos en mi habitación, y hasta que no oímos que mi padre estaba en casa, no salimos.
Ella sonrió con ternura imaginándoselo.
Ángel: - Un desastre, un auténtico desastre- le dijo llevando la vista a ella y riéndose- Creo que desde aquel día odio tanto la navidad…
Patricia: - Vaya- dijo con pena- Lo siento.
Ángel: - Ya lo he superado, ¿Eh?- dijo sonriendo- ya ha pasado algún añito.
Patricia: - Si, unos cuantos, viejete- dijo sacándole la lengua e intentando que pasara aquel momento de recuerdos tristes.
Patricia: - ¿Y desde entonces eres así?
Ángel: - Así, ¿cómo?
Patricia: - Así, tan hermético, me cuesta horrores llegar a ti.
Él sonrió ante su ataque de sinceridad
Ángel: - No supongo que no puedo echarle toda la culpa a aquello… Ya nacería así, imagino.
Patricia: - Eso, mucho mejor, échaselas a la genética- dijo riéndose.- Vamos, que cuando se trata de hablar de ti, no eres hombre de muchas palabras, y punto.
Él se encogió de hombros.
Patricia: - Pues que raro.
Ángel: - ¿El qué?
Patricia: - Que un hombre de pocas palabras haya acabado siendo guionista…
Ángel: - Emmmm…. Esto…. Ahí me has pillado- Los dos se rieron, y se sintió extrañamente cómodo con ella, como estaba haciéndolo el resto del día, y se preguntaba como era posible que en casi cuatro años jamás hubieran hablado de aquella forma - No, a ver, simplemente me cuesta confiar en la gente, es como si los sentimientos fuera lo único que realmente nos pertenece a casa uno, y no me gusta ir regalando eso a cualquiera.
Patricia: - Pero es que tengo la impresión de que todo el mundo te parece cualquiera…- dijo algo nerviosa
Ángel: - La mayoría, la verdad- dijo sonriendo.
Patricia: - Bueno, entonces debo sentirme una afortunada hoy, ¿no?- preguntó con una sonrisa de medio lado.
Ángel: - Ya sabes, la magia de la navidad.- le dijo riéndose y tomando la última cucharada de chocolate.
Patricia: - Sí, sí, tu ríete, pero en Navidad a veces ocurren milagros- Él se rió con ganas, aquello superaba toda expectativa que pensaba que una persona medianamente cuerda y de casi 30 años pudiera esperar de algo tan tonto como unas simples fiestas. Ella levantó una ceja mirándole seria: - Hombre, ¿qué significa sino este momento? Tú y yo, aquí, charlando y tomando un chocolate la tarde de antes de Nochebuena…
Él siguió sonriendo: - Mujer, raro es, pero tanto como un milagro… Define milagro.
Ella se rió: - Que tonto eres.
Camarero: - Disculpen
Los dos se giraron y le miraron.
Camarero: - Son las 9…- dijo con algo de preocupación- Vamos a cerrar en diez minu.
Ángel: - Si, no se preocupe, ya nos vamos.
El camarero asintió agradecido y volvió a la barra.
Patricia: - Voy un momentín al baño.
Ángel: - Vale- le sonrió y comenzó a ponerse su gabardina.
Ella entró al aseo, y después mientras se lavaba las manos, se miró en el espejo, intentando ver si había algo diferente en ella, algo que le indicara que lo que estaba pasando aquel día no era real… Cuando salió él ya estaba en la barra pagando.
Patricia: - ¿Cuánto era? – Le preguntó en la puerta mientras se ponía el abrigo y sus guantes.
Ángel: - Nada, invitaba la casa.
Ella se rió.
Patricia: - Claro, claro… Venga dímelo, que invite yo, que cobro más que tú- le dijo
para provocarle.
Ángel: - Sí, pero yo tengo muchos menos caprichos- Le devolvió él.
Y ella no supo qué decirle, no le había sentado demasiado bien, y él se dio cuenta.
Ángel: - Ya invitas tú a cenar- le dijo sonriendo mientras aceleraba el paso y se adelantaba a ella, que tuvo que, prácticamente, andar a saltos para poder alcanzarle.
Patricia: - ¿Perdona? ¿Quién te ha dicho que quiera cenar contigo?
Ángel: - Bueno, si quieres, claro- dijo algo cortado repentinamente.
Patricia: - Me lo pensaré- dijo con chulería y sonriendo.
Ángel: - ¿Y qué hacemos mientras lo decides?
Patricia: - ¿Un paseíto por aquí, excedería la cantidad de ambiente Navideño que puedes soportar en un sólo día?
Ángel: - No lo sé, podemos probar a ver…
Patricia: - Vale- dijo ella contenta- Si ves que empiezas a saturarte de gente sonriente, y luces, arbolitos decorados y que vas a empezar a transformarte o algo, avísame y nos vamos- dijo riéndose.
Él giró la cabeza y le miró sonriendo, no se creía la ilusión que tenía por aquellas cosas aún.
Patricia: - ¿Que pasa?- le dijo ella con una sonrisa nerviosa al ver que le miraba así.
Ángel: - Nada, que me hace gracia.
Patricia: - ¿El qué?
Ángel: - Verte así, tan ilusionada.
Patricia: - Bueno, no lo estoy tanto, es sólo que estoy contenta, de no estar encerrada en mi casa, sola… me gusta estar aquí contigo- dijo metiendo las manos en los bolsillos de su abrigo y reanudando el paso mientras sonreía y él se quedaba allí parado.
Ella volvió porque se había quedado allí parado, como absorto. ¿Le gustaba estar con él? ¿Aunque fuera lejos del trabajo? Tal vez a él tampoco le parecía mala idea compartir su tiempo libre con esa personita tan viva y llena de ilusión aún… Pero ¿lo merecía? ¿Sería capaz de contagiarse de su fuerza o le apagaría con él?
Patricia: - Venga, vamos…- dijo llegando hasta él y cogiéndose a su brazo- Tenemos muchos Papa Noeles con los que cruzarnos- dijo obligándole a seguir andando cogida a él, mientras él trataba de mostrar que aquello no le había ni impresionado, que no tenía que acostumbrarse a tenerle pegada a él. Si se mostraba seguro, se sentía seguro, así de simple era para todo.
Ángel: - Oye, ¿y no vas a Valladolid a ver a tus padres? Estar con la familia siempre es una buena opción en estas fechas, dicen, ¿no? Y si no te apetecía estar sola…- dijo como si no acabara de entender algo.- Si hasta yo voy a ir a ver a los míos…- dijo riéndose.
Patricia: - No, es que no están. Se fueron ayer… les regalé un viaje para su aniversario el mes pasado.
Ángel: - ¡Vaya!
Patricia: - Sí ¿maldita sea yo!- dijo haciendo como que se enfadaba consigo misma.- No, pero no pasa nada, me gusta estar sola de vez en cuando, es sólo que hoy me he levantado con el día un poco tonto.
Ángel: - Sí, no se está mal del todo.
Patricia: - ¡Mira como te mira ese niño, Ángel!- dijo señalando a un pequeñajo que había bajo un gorro en su carrito.
Él se rió y le sacó la lengua.
Patricia: - Vas a asustarle- dijo sonriéndole ella, y el niño giró la cara.
Ángel: - ¿Ves? Él y yo nos entendíamos…
Patricia: - ¡Hombres! – Exclamó y se soltó de él.
Siguieron andando sin ningún rumbo aparentemente.
Ángel: - Mira, este sitio tiene buena pinta- dijo parando en la puerta de un restaurante- Y extrañamente no tiene casi gente.
Patricia: - ¿Extrañamente, Ángel? ¿Has visto que precios?- Dijo parada leyendo la carta.
Él se rió
Ángel: - Pues no me he fijado, la verdad, como invitas tú…
Patricia: - Bueno, yo aún no te he contestado a si me apetece cenar contigo. ¿Eh?- dijo con chulería.
Ángel: - Mujer, ya que hemos llegado hasta aquí…
Ella se rió.
Patricia: - Anda, tira pa´dentro, que hace frío y me muero de hambre.
Un señor muy arreglado les recibió en la puerta.
Camarero: - Hola buenas noches- Ellos respondieron
Camarero: - La reserva está a nombre de…
Ella se apresuró a contestar
Patricia: - No, no teníamos reserva.
Camarero:- Pues lo lamento mucho, pero si no es con reserva no pod
Ángel:- Ángel Martín, a nombre de Ángel Martín.
Ella le miró totalmente confundida, mientras aquel señor pasaba su dedo índice por un papel: - Martín… Martín… Ángel Martín, correcto. ¿Me permiten los abrigos por favor?
Ella aún no había apartado su vista de él
Ángel: - Venga, dale el abrigo, que está esperando el buen hombre.
Patricia: - Pero… pero… tú… y ¿cómo…
Ángel: - ¿Vas a acabar la frase o no? - Preguntó sonriendo y poniendo las manos sobre su cintura para que caminara hacia la mesa a la que les estaba guiando el camarero, que les acomodó en las sillas.
Patricia: - Gracias- contestó algo incómoda por la situación pero intentando que no se notara y deseando que se fueran los camareros para averiguar cómo había organizado aquello. Pero a penas tuvieron tiempo ni de mirar las cartas.
Camarero: - ¿Ya saben los señores que tomaran?
Patricia: - ¿También vas a elegir por mi? – lE preguntó a Ángel levantando una ceja.
Ángel: - Eso nunca- respondió riéndose. Y ella no podía evitar que aquella actitud tan decidida le atrajera: - Aunque te recomendaría un Rosbif de atún con ensaladilla de patata, o si no, también está muy buena la Merluza Orly son salsa tártara…
Patricia: - Bien, entonces creo que pediré un solomillo- dijo girándose hacia el camarero que tenía que hacer esfuerzos por aguantarse la risa, y
Ángel le devolvía la carta haciéndose el ofendido.
En cuánto se fue, acercó su cabeza hasta la suya y dijo en voz bajita:
Patricia: - Bueno, va, dime como lo has hecho, ¿cómo has sabido qué vendríamos por aquí? Bueno y que quedaríamos esta tarde y…¿cuándo lo has reservado y…- Él sólo sonreía
Ángel: - La magia de la navidad ¿no?
Patricia: - No, va Ángel, la magia de la navidad no reserva mesa en este sitio tan… tan…- dijo mirando a su alrededor- tan… perfecto.
Ángel: - ¿Entonces te gusta?
Patricia: - ¡Coño! ¡Claro que me gusta!- dijo levantando demasiado la voz por la emoción., mientras él el daba una patadita por debajo de la mesa y se reía. Las dos únicas mesas que habían ocupadas, se giraron hacia ella, que avergonzada, levantó la mano pidiendo disculpas: - Perdón, perdón.
Él disfrutaba mirándole mientras se reía.
Patricia: - Va en serio, cuéntamelo, ¿cómo lo has hecho?
Ángel: - ¿Tú no creías en Papa Noel?
Patricia: - Claro, y en los reyes magos, y en el ratoncito Pérez y… espera, ¿Que tipo de pregunta es esa? – se rió.
Ángel: - ¿Y a qué no te preguntabas como podían hacerlo?
Patricia: - Pues no, creía en ellos ¿vale? No iba a cuestionarme tantas cosas- dijo intentando parecer indignada.
Ángel: - Pues ya está, puedes creer en un tipo gordo que vestía de rojo y volaba con renos, y ¿en mi no crees?...
Ella se quedó callada, no sabía dónde quería llegar, y como siempre intentó escapar de la situación.
Patricia: - Es distinto Ángel, tú vistes incluso peor- dijo riéndose a la vez que ponía de morritos.
Ángel: - Bueno da igual, no hace falta que contestes, disfrutemos de la cena y ya está, ¿vale?
Patricia: - Vale, acepto.- Le sonrió y levantó la copa de vino que él acababa de servirle.
Él hizo lo mismo.
Patricia: - Bueno, pues… por la magia de la navidad- Él asintió sonriendo y ambos bebieron de sus copas.
El resto de la cena transcurrió con cierta normalidad, al menos todo lo normal que podía ser, siendo ellos y siendo esa situación tan rara para ambos. A veces se reían, a veces se contaban cosas de su infancia, a veces se quedaban callados y se miraban y a veces sin quererlo llevaban la conversación a situaciones más comprometedoras.
Camarero: - ¿Está todo a su gusto?
Patricia: - Sí, todo perfecto, gracias- respondió sonriendo mientras llevaba la vista hacia Ángel y entredientes sin haber dejado de sonreír le decía: - pero va a costarme un ojo de la cara, cabrón.
Camarero: - ¿Y de postre? ¿Desean algo?
Patricia: - Uffff, yo no puedo más- dijo quitándose la servilleta de encima de sus piernas y poniéndola sobre la mesa.
Ángel: - ¿Me dejas pedir un postre para los dos?
Patricia: - Buenoooo, está bien, pero sólo porque tu pescado tenía mejor pinta…
Ángel: - Es que eres una cabezona- Ella sonrió, él se encogió de hombros y el camarero hizo un sonido con la garganta para indicarles que aún seguía allí, y que estaba esperando que le dijeran algo.
Minutos más tarde, ambos disfrutaban de aquel delicioso postre.
Patricia: - Buenísimo Ángel, no había probado nada más bueno en mi vida.
Él estuvo tentado de responder a aquello, pero consideraba que demasiado se había insinuado ya en un sólo día.
Ángel: - ¿Puedes comer de esto?
Patricia: - Me da igual- dijo llevándose otro trocito a la boca- Un poco no va a matarme… y sí lo hace da igual porque moriré con buen sabor de boca.- Ambos se rieron.- Creo que había olvidado el sabor del chocolate de verdad… ¿Cómo has podido beberte el de esta tarde, sabiendo que debía saber a algo parecido a esto?- Él sólo sonreía y había dejado de comer, viendo lo que estaba disfrutando ella.
Ángel: - No estaba tan malo… Sólo diferente.
Patricia: - Que diplomático…- Dijo limpiándose con elegancia la boca después de habérselo terminado- Oye, no has comido casi.- dijo algo avergonzada.
Ángel: - Da igual, no era tan especial para mi- dijo riéndose.- Oye ¿voy al baño un momentín y nos vamos? Es tarde.
Patricia: - Vale.
Ella aprovechó para ir a la barra a pagar, como él había hecho antes.
Camarero: - Emm, señorita, esto ya está pagado.
Patricia: - ¿Qué? ¿Cómo?
Camarero: - Con tarjeta Mast
Patricia: - No, no, me refiero, que no hemos pedido la cuenta ni
Camarero: - Ah! No, no, pero aquí trabajamos de una forma diferente… Al realizar la
reserva, debe darn
Patricia: - Vale, vale, da igual. Muchas gracias.
Él salió del aseo y ella se acercó hasta él.
Patricia: - Pero tú… ¿por qué haces esto? ¿No vas a dejar que te invite yo a nada o qué?
Ángel: - Otro día invitas tú, no te enfades mujer.
Llegaron hasta la puerta y les ofrecieron sus abrigos.
Patricia: - Pero ¿por qué? ¿Qué te pasa hoy?
Ángel: - Nada, pero ya estaba bien que tuviera un detalle en más de tres años, ¿no?
Patricia: - Pues no lo sé, un ramo de flores es un detalle, pero lo de hoy….
Camarero: - Buenas noches- dijo abriéndoles la puerta- Esperamos volver a verles por aquí.
Ellos asintieron, y salieron a al calle.
Patricia: - Pero lo de hoy…- continuó hablando mientras se ponía los guantes- no es un detalle, es… es…
Ángel: - La magia de la navidad… invitaba Papa Noel, tonta.
Patricia: - ¡Pues haberme avisado que habría pedido algo más caro!
Los dos se rieron, mientras salía vaho de sus bocas.
Ángel: - ¿Tienes frío?
Patricia: - No, por dios, eso si que no. No vayas a darme tu chaqueta, que moriré de una sobredosis de amor aquí mismo, y hablo en serio: - Los dos estallaron en una carcajada- Y sí, me muero de frío.
Él pasó el brazo por su espalda hasta su hombro, acercándola a sí mismo y dándole calor con su mano, moviéndolo sobre su brazo. Ella giró la cara y le sonrió.
Ángel: - No pensaba coger una pulmonía por ti, ¿Eh?- dijo con media sonrisa. Y ella sonrió porque aquello le gustaba más que que le ofreciera su chaqueta, mucho más… y así pasaban el rato, tonteando pero intentando a la vez que no se notara…tanteando el terreno para ver hasta dónde podían o debían llegar.
Ángel: - ¿Dónde has dejado el coche?
Patricia: - Delante del tuyo. Después de mil vueltas, he encontrado un sitio justo ahí.
Ángel: - Genial, pues estamos ya al lado, vamos, pues.
Patricia: - ¿Ya? Ni a una copa ¿puedo invitarte? – dijo algo triste, ya dándole igual que supiera que no había tenido suficiente, que quería estar más tiempo con él…
Ángel: - Es que mañana madrugo, que me voy pronto a Barcelona, y son más de las dos, y debería estar descansado que son bastante kilómetros.
Patricia: - Si, si, tienes razón, no sabía que era tan tarde, no importa- le sonrió- Además que no tenga ninguna queja hoy.
Ángel: - Eres fácil de complacer entonces- dijo sonriendo él.
Patricia: - No tanto, pero me has pillado desprevenida hoy- sonrió ella, mientras se cogía a su brazo, porque estaba muerta de frío, rodeándolo con su pecho y sus brazos y seguían así andando hacia sus coches.
Patricia: - Y… ¿eres así siempre?
Ángel: - ¿Tan hermético y cerrado?- Dijo recordándole sus propias palabras de hacía sólo unas horas.
Patricia: - NO, no, así tan detallista…
Ángel: - ¡Qué va! Sólo dos o tres veces al año, pero has tenido suerte.
Siguieron andando hasta el coche.
Patricia: - Aún no me has explicado lo que habías querido decir esta mañana, y habíamos quedado para eso ¿recuerdas?
Ángel: - No, no me acuerdo- mintió exageradamente mal.
Patricia: - ¿No?- preguntó levantando una ceja- Vaya, te refrescaré la memoria, venías a decir algo así que como era Patricia Conde, pues te esforzabas en hacerme sonreír, porque era como una medalla, o no sé- dijo pareciendo enfadada.
Ángel: - No es eso- dijo algo serio, había mucho más detrás, pero aquel no era el momento- ¿Te importa si lo dejamos para otro rato?
Ella en el fondo lo sabía, y empezaba a darle igual la razón por la cual le gustaba verle sonreír en un principio, y porqué después dejó de hacerlo, porque lo importante era que aquel día, estaba siendo perfecto.
Patricia: - Bueno, está bien- Además, le encantaba tener también, una excusa para quedar otro día- pero sólo por esta vez ¿Eh?- Dijo sonriéndole.
Patricia: - Bueno, ahí están nuestros pequeñines- dijo llegando hasta dónde habían aparcado. Y se quedaron parados entre ellos, sin saber muy bien qué decir para despedirse.
Ella le miraba intensamente, intentando que leyera sus pensamientos: - Vale, esto es una película y ahora tiene que besar a la chica, vamos Ángel, hazlo- llevaba la mirada de sus ojos a sus labios, no podía ser más clara, mientras tragaba saliva con dificultad, algo nerviosa: - Vamos no seas tonto, ha sido perfecto, no pienses, no pensemos, aunque sólo sea por hoy.
Pero a él, no le llegaban del todo sus pensamientos…
Ángel: - Bueno, pues… Feliz Navidad- Dijo sonriéndole y poniendo una mano sobre su brazo- Había estado tentado de besarle, por un instante incluso sintió que ella lo estaba esperando, pero se asustó. No entendía quién era el que llevaba todo el día actuando por él, pero pensó que antes de dar aquel paso era mejor asegurarse, darse unos días y que los dos fueran a estar seguros de aquello.
Patricia: - Sí, feliz navidad- dijo sonriéndole significativamente, sin haber apartado su mirada ni un segundo, sin haber pestañeado si quiera ninguno de los dos.
El puso una mano en su nuca y se acercó a darle dos besos, que sin poderlo evitar, terminaron en la comisura de sus labios. Ella entendió sus dudas, y pensó en las suyas propias. Así que no buscó más, y le dio un pico, casi como si fuera algo de amigos.
Patricia: - Gracias…- dijo aún notando su mano en su nuca, contacto que le reconfortaba tanto, como le llevaba a querer más- ha sido un día increíble.
Ángel: - Era mi regalo de navidad- dijo ya más tranquilo, al saber que no iba a esperar más.
Patricia: - Ve con cuidado mañana, debe haber mucha gente en la carretera.
Él asintió sonriéndole: - Tranquila.
Patricia: - Buenas noches.
Ángel: - Buenas noches- dijo bajando la mano de su cuello a su espalda y cintura con un breve roce, porque su cabeza le alejaba, pero su cuerpo le acercaba a ella.
Cada uno fue hacia su coche. Ella salió primero y sacó una mano por la ventanilla despidiéndose de él, que hizo lo mismo…
Llegó a su casa muy confundida, cada vez más.
Cada hora de aquel día había sido tan especial como desconcertante. Se fue a dormir, pero no podía quitárselo de la cabeza. Porque todo aquello… ¿debía haber significado algo, no? Incluso al despedirse podía haber visto en sus ojos, sus dudas, pero entonces ¿por qué no lo había hecho? ¿Por qué no le había besado?
Era consciente de que aquella era una situación muy rara para ambos, jamás lo habría pensado, si imaginado, pero no como algo real, ni factible, no como algo que pudiera suceder… Él era Ángel, Ángel Martín, el mismo que ni siquiera daba dos besos antes de irse de vacaciones… y ella Patricia, Patricia Conde, la mujer fría que no tenía entre sus planes volver a enamorarse… Y ellos dos eran Ángel y Patricia, una combinación tan rara como perfecta… ¿No podía ser, no?
Decidió dar un paso ella, poner algo de su parte, por si las dudas de él, eran en torno a lo que ella sentía, que supiera que estaba dispuesta a intentarlo, al fin y al cabo, todo lo había hecho él, ese día. Y harta de dar vueltas en la cama, y decidir si hacerlo o no, le envió un mensaje.
“Cuando vuelvas llámame, ¿vale? Que creo que ya tengo la definición de milagro. Ha sido un día perfecto. Un beso.”
“Eso está hecho, no estaré demasiados días por allí. No vale buscarla ¿eh, tramposa? Para mi también lo ha sido. Buenas noches y feliz navidad”
Sonrió y dejó el móvil en la mesita al leer su respuesta, gracias que no había querido hacerle sufrir tardando en contestarle, porque se hubiera arrepentido cada segundo de habérselo enviado. No pudo evitar sonreír al pensar que aquello que estaba pasando era real…
Deseó que pasaran pronto aquellos días, y que él volviera.
Estaba ansiosa por volverlo a ver… tres años teniéndole al lado día a día, y jamás lo había sentido tan cerca como aquella noche y aquel momento, en que ni siquiera estaban juntos. Lo necesitaba, porque necesitaba saber si aquello que estaba imaginando tenía algún fundamento o no, o se estaba dejando llevar por no sabía que fuerza. Sabía que lo suyo siempre había sido, especial, o al menos diferente, pero no hasta ese punto… No hasta el punto de estar pensando en él a esas horas de la noche, no hasta el punto de desear besarle y que le besara, más que cualquier otra cosa.
estrelitha- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 10/12/2009
Re: Será la Navidad... Fin
Oh my God!!
Jodeeeeeer... No tengo palabras, lo juro...
Me encanta... Me ha gustado muchísimo imaginarme a Ángel en plan papá noel haciendo todo lo posible por sorprenderla aiiiiiin...
Yo me imaginé otra cosa para el final de este capi, pero supongo que será una locura JAJAJAJA
Es perfecto, en serio... aunque escrito por tí, hasta "¿dónde está Wally?" sería interesante, bonito y genialosamente escrito.. [y eso que ese libro, de letras nanai xD]
Es la fiebre, lo siento... xD
Jodeeeeeer... No tengo palabras, lo juro...
Me encanta... Me ha gustado muchísimo imaginarme a Ángel en plan papá noel haciendo todo lo posible por sorprenderla aiiiiiin...
Yo me imaginé otra cosa para el final de este capi, pero supongo que será una locura JAJAJAJA
Es perfecto, en serio... aunque escrito por tí, hasta "¿dónde está Wally?" sería interesante, bonito y genialosamente escrito.. [y eso que ese libro, de letras nanai xD]
Es la fiebre, lo siento... xD
p.a.t.r.ii- Mensajes : 440
Fecha de inscripción : 01/10/2009
Re: Será la Navidad... Fin
OOOHHHHHHH!!! QUÉ JODIDA GENIALIDAD!!! (vaya novedad, si es que yo también...)
que precioso ha sido todo, aquí no destaco nada porque puedo morirme de copiar y pegar xD ella tan sorprendida y él tan detallista... y no me enfado porque no haya habido beso, porque despacito mejor... (recuerda mis palabras para cque uando en un alarde de cabreo te diga lo contrario me las repitas, por favor ) P-E-R-F-E-C-T-O
enfin... que ha sido un regalo de navidad muy bonito, y que estoy esperando ver como continúa... ¿qué harás para sorprendernos?
Termino haciéndote la ola, como siempre
que precioso ha sido todo, aquí no destaco nada porque puedo morirme de copiar y pegar xD ella tan sorprendida y él tan detallista... y no me enfado porque no haya habido beso, porque despacito mejor... (recuerda mis palabras para cque uando en un alarde de cabreo te diga lo contrario me las repitas, por favor ) P-E-R-F-E-C-T-O
enfin... que ha sido un regalo de navidad muy bonito, y que estoy esperando ver como continúa... ¿qué harás para sorprendernos?
Termino haciéndote la ola, como siempre
cLau-90- Mensajes : 625
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Localización : -
Re: Será la Navidad... Fin
Y te vuelves a superaaaar!!!!! Es que contigo alucino, de verdad... Estoy deseando leer el siguiente para ver de qué manera has superado tu fic-obradearte, porque te juro que para mí es inmejorable.
Es que me engancho a leer, jajaja, lo he leído antes de irme a casa de mis abuelos a comer y... he llegado tarde, pero no pasa nada, no se han enfadado... bueno, mi abuela me ha puesto menos carne, pero creo que eso ha sido casualidad... Ay, es que no podía parar de leer y encima se me ha hecho súper cortito. Tengo un problema de carácter adictivo con tu manera de escribir.
Qué ideal es Ángel, currándose todos esos detalles con Patricia, incluído lo de la cena...
"Patricia: - Así, tan hermético, me cuesta horrores llegar a ti.
Él sonrió ante su ataque de sinceridad.
Ángel: - No supongo que no puedo echarle toda la culpa a aquello… Ya nacería así, imagino.
Patricia: - Eso, mucho mejor, échaselas a la genética- dijo riéndose.- Vamos, que cuando se trata de hablar de ti, no eres hombre de muchas palabras, y punto."
Y esta parte me ha hecho mucha gracia, no sé, lo veo muuuy Patri.
Tía, me levanto y te aplaudo desde aquí. HURRA por tí!!!!! HIP HIP, HURRAAAAAAAA
Es que me engancho a leer, jajaja, lo he leído antes de irme a casa de mis abuelos a comer y... he llegado tarde, pero no pasa nada, no se han enfadado... bueno, mi abuela me ha puesto menos carne, pero creo que eso ha sido casualidad... Ay, es que no podía parar de leer y encima se me ha hecho súper cortito. Tengo un problema de carácter adictivo con tu manera de escribir.
Qué ideal es Ángel, currándose todos esos detalles con Patricia, incluído lo de la cena...
"Patricia: - Así, tan hermético, me cuesta horrores llegar a ti.
Él sonrió ante su ataque de sinceridad.
Ángel: - No supongo que no puedo echarle toda la culpa a aquello… Ya nacería así, imagino.
Patricia: - Eso, mucho mejor, échaselas a la genética- dijo riéndose.- Vamos, que cuando se trata de hablar de ti, no eres hombre de muchas palabras, y punto."
Y esta parte me ha hecho mucha gracia, no sé, lo veo muuuy Patri.
Tía, me levanto y te aplaudo desde aquí. HURRA por tí!!!!! HIP HIP, HURRAAAAAAAA
KeLa_13- Mensajes : 343
Fecha de inscripción : 08/12/2009
Re: Será la Navidad... Fin
feliz navidad! que gran regalo
y como siempre me dejas sin palabras, no se como lo consigues, pero te superas con cada capitulo, ha sido todo precioso, de principio a fin...
y como siempre me dejas sin palabras, no se como lo consigues, pero te superas con cada capitulo, ha sido todo precioso, de principio a fin...
Re: Será la Navidad... Fin
Mi fic favorito, sin duda. ¿Has pensado en hacer un libro? Creo que seria un exito si lo hicieras :3
Re: Será la Navidad... Fin
Bueno, no he podido resistir ciertos ataques amenzantes hacia mi persona... Asi q me he visto obligada a subir capítulo. Es larguísimo, y debería haberlo cortado, pero no me daba la gana (creo q es por cumplir una vez y q realmente parezca un minific) jaja
Asi q nada, que aquí va, q espero q os guste!
CAPÍTULO 4
Se levantó de buen humor, no le importaba que fuera a estar sola aquella noche, ni tampoco el día siguiente. Llamó a sus padres que le agradecieron contentos una vez más aquel regalo, porque todo les estaba yendo perfecto, ella sonrió satisfecha, de estar feliz, y poder hacerles feliz. Les dijo que iba a cenar con sus amigos para que no se preocuparan por ella, y colgó satisfecha
Y aunque estaba sola preparó algo de cena y se arregló, porque seguramente después saldría a tomar algo con los amigos. Tenía preparada la película que iba a ver, porque no soportaba las típicas galas que año tras año hacían, y porque siempre le había gustado ver una película de navidad aquella noche, era una más de sus tradiciones navideñas, que le hacían sentirse cerca de los suyos, y no perder lo poquito que quedaba de aquella niña que luchaba por no irse del todo.
No era tan horrible estar sola en noches como esa… cuando sientes que no serán así todas…
Llamaron a la puerta. Y se puso algo nerviosa, porque por un momento pensó que podía ser él.
-Dame el aguinaldo, carita de rosa... dame el aguinaldo no seas roñosa… y si nos lo das, y si nos lo das, te desearemos feliz navidad- Ella sonrió, dio algo de dinero a aquel grupo de niños encantadores, y cerró la puerta riéndose al imaginar la cara de decepción que debía haber puesto al ver que no era él.
- ¿Habéis visto? Era la de la tele- decían los niños emocionados… Y volvieron a llamar a su puerta.
Aquella segunda vez, ya no le hizo tanta gracia, ni tampoco la tercera
Patricia: - ¿No tenéis más casas a las que ir?- preguntó mientras abría, ya sin paciencia.
Ángel: - Sí, pero prefería venir a esta…- dijo poniendo cara de niño bueno y encogiendo los hombros, medio escondido entre su bufanda y su gabardina.
Patricia: - ¡Ángel! ¿Qué… qué haces aquí?
Ángel: - ¿De verdad creías que iba a dejarte sola esta noche?
Patricia:- Sí, así eres tú, ¿no?- le preguntó sonriendo y abriendo la puerta del todo para que entrara.
Ángel: - No, así crees que soy…
Patricia: - No, así quieres que…- dijo riéndose - Esta conversación ya la hemos tenido ¿no?- Él se rió asintiendo- ¿Y tu madre?
Ángel: - En su casa, ¿querías verla?- preguntó riéndose porque sabía a lo que se refería.
Ella puso cara de exasperación y él volvió a reírse.
Ángel: - Nada, que no voy nunca, y ni siquiera le había avisado, porque era una
sorpresa, así que no va a notar que no voy…
Patricia: - Pero… pero…
Ángel: -¿Te ibas, no?
Patricia: - ¿Yo? No, ¿a dónde?
Ángel: - No sé, como te has puesto tan guapa…
Patricia: - Hombre, gracias- Se rió- Pensaba que te habías acostumbrado a verme así…- Los dos se quedaron callados.
Patricia: - Bueno pasa, pasa. No había preparado demasiado de cena, pero nos apañaremos.
Él levantó las bolsas que llevaba en la mano.
Patricia: - Anda, ¿qué traes ahí?
Ángel: - Comida, y vino, y alcohol, y un regalito de Navidad.
Aquello se le empezaba a escapar de las manos… ¿qué significaban tantos detalles?
Patricia: - Pero yo… yo…- ella no le había comprado nada, obviamente.
Ángel: - Tú ¿que?
Patricia: - Nada, da igual. Tú ponte cómodo, esta es tu casa- dijo riéndose mientras no le quitaba la vista de encima viéndole pasar - Voy a preparar las cosas.
Él empezó a quitarse la gabardina y la bufanda, tenía pues la calefacción y se estaba muy calentito en su casa. Ella, mientras, fue a la cocina para sacar doble de cubiertos y de platos, dos copas…
Ángel: - ¿Ibas a ver una película de Navidad, Patricia?
Ella llegó con las cosas al salón algo avergonzada: - ¿Qué? No, no es que…- Él le miró con el DVD en la mano y levantando una ceja
Patricia: - Vale, está bien, me has pillado…- Dijo poniendo morritos y dejando las cosas sobre la mesa. Después le miro y se excusó: - Tradición, ya sabes.
Él se rió.
Patricia: - ¿Qué pasa?- dijo haciéndose la indignada, como si realmente se creyera que era normal que una persona de su edad, y sin la excusa de tener un pequeñajo cerca, fuera a pasar aquella noche viendo una película tan infantil.
Ángel: - Nada, nada- le respondió, porque la verdad era que le estaba produciendo más ternura y sorpresa que cualquier otra cosa, jamás hubiera imaginado que tuviera aquella faceta, tan encerrada en sí.
Patricia: - Y no hace falta que la veamos, ¿eh?- Dijo alzando la voz con mucha dignidad, mientras se iba a la cocina.
Ángel: - No seas tonta, si no me importa, no seré yo quien te haga romper una tradición tan… tan… tierna- Dijo riéndose y hablando tras su espalda, ya que le había seguido hasta la cocina.
Ella se asustó al escucharle tan cerca y al ir a girarse ambos se quedaron parados frente a frente, mirándose. La bandeja de canapés que llevaba en las manos les separaba: - ¿Pue… puedes llevarla a la mesa?
Ángel: - Claro- asintió y la cogió, justo por la zona donde ella la tenía sujeta, ya que no había desviado su vista de sus ojos.
Se recompusieron de aquel momento en cuánto él salió de allí, y aprovechó para decorar la mesa, poniendo unas velas que había llevado. Después volvió a la cocina, y fue sacando los platos que ella iba preparando con lo que él había llevado, mientras hablaban.
Ángel: - ¡Joder!- Dijo al coger el último plato y yendo los dos hacia el salón- Aquí hay comida para alimentar a todos los osos del polo Norte, y a los duendecillos de Papá Noel… incluso a él también y a su señora y…
Patricia: - Vale, vale- empezó a reírse- que no hace falta que nos lo comamos todo.
Y si no ya verás que bien entra de madrugada…
Ángel: - ¿Crees que voy a aguantar tanto tiempo encerrado en la casa de la presidenta del club de fans de la Navidad?- dijo picándole.
Ella trató de poner cara de indignación: - ¡Imbécil!- Le tiró la servilleta.- Anda tira pa´ la mesa… Y sí, si nos bebemos todo el alcohol que has traído, se nos harán esas horas…borracho- sentenció, sin poder evitar reírse los dos, por lo fácil que les era provocarse.
Patricia: - ¡Joder Ángel! ¿Y esto?- Dijo llegando al salón y viendo que había decorado la mesa- Voy a empezar a pensar que eres perfecto.
Ángel: - ¡Ah! ¿Pero que aún lo dudabas?
Patricia: - Por supuesto, y sigo haciéndolo, ¿Eh, listillo?
Ángel: - Bueno, ya veremos, cuánto tardas en cambiar de opinión- le respondió desafiante, mientras se sentaban.
Ella frunció el ceño, como si algo no le acabara de cuadrar: - ¿Quién es este hombre tan decidido y detallista que lleva dos días merodeándome?- preguntó mientras ella cogía la copa que acababa de servirle él.
Él se encogió de hombros: - Ni idea, algún chulito que te pretende.
Patricia: - Que me pretende ¿qué?- Él no contestó y se rió, ella volvió a ponerse nerviosa.
Patricia; - Bueno, ¿brindamos?
Ángel: - Brindemos- asintió.
Patricia: - ¿Por nosotros?
Ángel: - Por nosotros- afirmó, y sonrieron y bebieron.
Ángel: - Y por la navidad ¿no?
Patricia: - Claro, claro, y por la navidad, ¿cómo no?- dijo riéndose y volviendo a beber.
Ángel: - Bueno, ¿ponemos la peli?
Ella le miró entre sorprendida y avergonzada, por no poder disimular que le hiciera ilusión: - Venga, que no me importa, de verdad, hace mucho que no veo una… Eso sí, ponme algo de alcohol para poder soportarlo.
Patricia: - Eso está hecho.
Él recogió la mesa, mientras ella servía dos copas. Se sentaron en el sofá.
Patricia: - Cuando termine, te dejo elegir plan, ¿vale?
Ángel: - Es lo más justo.
Los dos se rieron.
Patricia: - Oye, que para no gustarte la Navidad, estás cumpliendo con todas mis tradiciones…- Le dijo sonriendo y él sólo se encogió de hombros- Gracias, sola son un rollo.
Ángel: - Bueno, ya que yo no tengo ninguna…- le miró, y le dio una caricia suave en la pierna, con cariño, y breve. Ambos sonrieron, nerviosos. Demasiado surrealista, demasiado lento estaba yendo todo desde el día anterior.
Empezaron a ver la película, sin hacerle demasiado caso mientras bebían y hablaban.
Ángel: -JAJAJA pero tú fíjate lo mal hecha que está- acusó al director.
Patricia: - ¡Es para niños!- trató de defenderle.
Ángel: - Sí, eso lo explica todo… Menos que estemos tú y yo viéndola- Se rieron-
Mira, ahora tiene el regalo en la mano, ahora no, ahora sí, ahora no, ahora sí, ahora también, ahora… no.- Dijo riéndose de una escena de la película.
Ella soltó una carcajada
Patricia: - No sé la de veces que habré visto esta película, y no me había dado cuenta…- Ni de eso, ni de otras muchas cosas, pensó mientras no podía apartar la vista de él.
Ángel: - Es que hay que fijarse en los detalles, Patricia- dijo como si le regañara girando la cabeza hasta ella al sentirse observado y se encontró con su mirada fija.
Patricia: - Ya… pero resulta…que he estado ocupada fijándome en los tuyos.- dijo mirándole fijamente y a escasos centímetros.
Él tragó saliva con dificultad.
Ángel: - ¿Y… y eso es bueno?- preguntó viendo lo seria que le había dicho aquello, y se acercó un poco más a ella, casi involuntariamente.
Ella sonrió, nerviosa pero contenta, sabiendo que los dos querían lo mismo, y que estaba igual de asustados.
Patricia: - Buenísimo.
Y fue ella la que no había soportado más y se había lanzado a besarle… Parecía que en sólo un día, las ganas de tenerse que habían ido acumulando en esos años, en los que habían jugado a no querer darse cuenta de lo que sentían, hubieran explotado en ese mismo momento. Y aquel primer beso fue demasiado apasionado, demasiadas ganas, demasiado tiempo, demasiada tensión.
Se besaban torpemente, como si no supieran hacerlo, como si aquellas ganas de hacerlo, les desbordara… Sus bocas, sus labios, sus lenguas, no querían perderse eso que tanto habían ansiado.
Ángel: - ¡Joder! Menos mal- Dijo en cuánto ella dejó libres sus labios, mientras se sentaba a horcajadas sobre él, y comenzaba a recorrer su cuello con sus labios, con la misma pasión.- Ya no sabía qué hacer para que te dieras cuenta…
Patricia: - ¿Llevas mucho planeando esto?- preguntó sonriéndole mientras empezaba a desabrocharle la camisa
Ángel: - ¿Tres años y medio?- dijo riéndose y pasando a besar su cuello.
Patricia: - Mentiroso- dijo ella riéndose, mientras él trataba de levantarle para poder subir su vestido, ya que a penas le dejaba moverse y estaba poniéndole nerviosos a ambos.
Ángel: - ¡Maldito vestido!- Los dos se rieron.
Patricia: - Tenía que ponerme guapa para ti, sabía que vendrías- coqueteó.
Ángel: - Mentirosa- dijo él, y los dos volvieron a reír, mientras ella conseguía subirse el vestido hasta las caderas y acomodarse sobre él, pegando su cuerpo al suyo, como ambos reclamaban.
Ángel: - No te esfuerces tanto, si voy a quitártelo ya- Le dijo sonriendo y a ella le encantó aquella mirada seductora que puso.
Patricia: - Ya estás tardando- susurró en su oído, mientras pasaba a morder el lóbulo de su oreja y bajaba su mano hasta su entrepierna, bajando su cremallera.
Ángel: - Patricia…-
A ella le asustó aquel tonó dubitativo y paró automáticamente.
Patricia: - ¿Qué?- preguntó llena de miedo, y algo de rabia, por cortar aquel momento.
Ángel: - Que no puedo hacer esto delante de dos niños y Papá Noel- dijo riéndose y llevando la vista a la pantalla. Ella se rió, por sus miedos y por su frase y buscó el mando a tientas: - Que le jodan a Papá Noel- dijo apagando el televisor, sin girarse siquiera para apuntar hacia la pantalla.
Ángel: - ¡Vaya! Va a enfadarse mucho.
Patricia: - Calla tonto, y bésame - dijo volviendo a sus labios, que él rehuyó haciéndole sufrir un poco.
Ángel:- Ey, ¿no me tocaba a mi elegir plan?
Ella se separó lo justo de él para poder mirarle a la cara, bastante indignada.
Patricia: - ¿Y cuál es tu plan?- preguntó poniendo los brazos en jarra.
Ángel: - Éste- dijo levantándose con ella encima, besándole y tumbándole para ponerse sobre ella
Patricia: - Me gusta entonces- Sonrió pícaramente, y él introdujo su mano, subiendo
de nuevo su vestido y acariciando sus piernas.
Patricia: - Espera, espera…- dijo incorporándose y tratando de quitarse el vestido por la cabeza, ayudada por él, que también se quitó los vaqueros.
Patricia: - Así mejor ¿no?- dijo mirándole con una sonrisa.
Ángel: - Infinitamente mejor- dijo volviendo a tumbarse sobre ella, acomodándose entre sus piernas.
Introdujo las manos por dentro de sus bóxers.
Patricia: - Mmmm que culito- dijo apretándoselo. Él se rió.
Ángel: - Sabía que te encantaba, he visto como me lo mirabas….- Ella volvió a reírse, mientras negaba con la cabeza.
Bajó un tirante de su sujetador y empezó a besar su pecho con tranquilidad pero con pasión, aún sin habérselo quitado, mientras seguían hablando y excitándose.
Después llevó una mano a su espalda, levantándose ella un poco y desabrochó su sujetador, que le quitó y tiró al suelo. Se levantó un poco sobre ella para poder mirarle bien.
Ángel: - Entonces… ¿era verdad lo de que yo siempre podía mirar, no?
Patricia: - Bueno- contestó poniendo morritos y levantando una ceja- ya negociaremos tú y yo…
Ángel: - ¡Genial! Soy muy bueno para los negocios… Cerraremos el trato son un Sí- le dijo mientras bajaba una mano por su tripa y rodeaba su ombligo.
Patricia: - Ah, ¿si? No sabía yo eso…
Ángel: - Hay muchas cosas que aún no sabes.
Patricia: - ¿Y como piensas convencerme?
Ángel: - Algo se me ocurrirá- dijo bajando la mano desde su ombligo hasta sus braguitas…
Patricia: - ¿Así piensas hacerlo?- Él introdujo una mano en su interior recorriendo despacio su sexo, aunque se moría de ganas por aprendérselo- ¿Es todo lo que se te ha ocurrido?- preguntó intentando disimular lo excitada que estaba, pero su cuerpo le delataba.
Ángel: - Bueno, quedamos en que era hombre de pocas palabras ¿no?- dijo excusándose por su forma de convencerle sin hablar. Ella sonrió a la vez que soltó un suspiro que encerraba toda la excitación que sentía.
Ángel: - Pero si prefieres que hablemos...- dijo bajando el ritmo en su forma de tocarle
Patricia: - Para, y te corto la cabeza...- le miró seria y él se rió, volviendo a recorrer su intimidad con insistencia por debajo de la fina tela que la cubría, haciéndole disfrutar tanto como estaba haciendo él, con todo aquello.
Pero ella no estaba dispuesta a dejarse vencer tan fácilmente, así que cambió un poco la postura, y llevó su mano desde su espalda a sus caderas: - Bueno, pues te aviso que a mi me encanta hablar.- Metió la mano en sus calzoncillos y rozó su miembro descaradamente, envolviéndolo con su mano.
Ángel: - Como quieras- dijo ya desesperado y empezando a quitarse los calzoncillos y volviendo a besar sus pechos.
Patricia: - ¿Vamos a la cama?- preguntó casi en un gemido.
Ángel: - Está demasiado lejos- respondió sin separar la boca de su piel.
Patricia: - Tienes razón…- Sonrieron los dos, mientras él besaba su tripa y bajaba sus bragas.
Ángel: - ¿Estás segura de esto, Patricia?- preguntó sin dejar de hacer aquello.
Patricia: - ¡Qué va! Para nada…
Ángel: - Genial, porque yo tampoco.
Sólo ellos podían entender que aquellas negaciones no eran otra cosa que su particular forma de decirse que estaban deseando hacerlo desde no sabrían decir ni cuanto tiempo atrás. Y se introdujo en ella, moviéndose contra su cuerpo, y aprovechando aquel vaivén, para rozar su clítoris con su propio cuerpo, mientras no dejaba de besar y acariciar cualquier centímetro de piel que estuviera bajo sus manos y labios, conjunto de sensaciones que a ella le estaban matando de placer, y que él sabía por sus gemidos aún algo silenciados, pero que a la vez que los suyos propios, empezaron a elevarse y unirse, como sus respiraciones, convertidas en un jadeo continuo y único.
Y hubieran podido detenerse algo, aminorar el ritmo, seguir jugando, y llevándose a un extremo del placer y pararlo para volver a reemprenderlo, pero ambos sabían lo que necesitaban y en ese momento no era aquello, sino culminar esa pasión, ese deseo que tanto tiempo llevaba encerrado en ellos… Ella se cogió a su espalda con fuerza, con los ojos cerrados no soportando tanto placer, y justo en aquel momento él le besó de nuevo, y ella abrió los ojos al volver a sentir sus labios, como si quisiera asegurarse de que aquello no era un sueño, que estaba haciendo el amor con él, y se sintió completamente llena al comprobar que era real, y trató de sonreírle en el preciso instante en que llegaban al orgasmo y gemían con fuerza, abrazándose sus cuerpos, dejándose caer sobre el de ella, respirando el mismo aire, mientras sus miradas vidriosas, sólo eran reflejo de lo satisfechos y felices que se encontraban en aquel momento.
Volvieron a besarse antes de decirse nada siquiera; tal vez era su forma de demostrarse que, lejos de arrepentirse, estaba deseando repetirlo una y mil veces más…
Ángel: - ¿Esto también es una tradición tuya?- le preguntó sonriendo y recorriendo su cara con la yema de sus dedos.
Patricia: - No, pero no me importaría que lo fuera a partir de ahora.
Ángel: - Pero… una tradición para compartir sólo conmigo ¿no?- le preguntó sonriendo y apartando el pelo de su cara.
Patricia: - Bueno, no sé, no sé, ya lo negociaremos también- Dijo riéndose.- Oye, ¿quieres que salgamos a tomar algo? o ¿tenías planes o algo tú de irte por ahí?
Ángel: - ¿Y tener que ducharnos, vestirnos, salir, emborracharnos, volver a casa, y volver a desnudarnos para repetir esto? Demasiada faena, estando ya aquí y desnudos, ¿no?
Ella se rió.
Patricia: - Bueno, es verdad, podemos atajar hasta el último punto…
Ángel: - Sí, justo eso estaba pensando yo…
Patricia: - ¡Vaya! Que de acuerdo estamos hoy en todo…
Ángel: - Sí, será la Navidad… AL final va a gustarme y todo.
Patricia: - Sabía que lo conseguiría- dijo sonriéndole y volviendo a besarle.
Sin darse cuenta estaban en su cama, besándose de nuevo.
Ángel: - Tengo ganas de hacerte el amor- le susurró en su oído, ella le sonrió- ¿No pensabas que iba a conformarme con sólo una vez después de tanto tiempo deseándolo?, ¿no?
Patricia: - Eso espero - le dijo tumbándose encima y volviendo a besarle...
Aprovecharon aquella noche por todo el tiempo que ambos sentían que habían perdido…
Ángel: - ¡Menos mal!
Patricia: - Menos mal, ¿qué?
Ángel: - Que esta cama es cómoda, porque pienso pasarme muchas horas aquí.
Patricia: - Será si te invito, ¿no, corazón?
Ángel: - Bah! Si ya le he hecho mi formita y todo- dijo moviéndose sobre el colchón, y poniendo los brazos doblados bajo su cabeza
Patricia: - Que morro tienes…- volvió a tumbarse sobre él, y darle besos cortos.-
¿Crees que nos traerá algo Papa Noel?
Ángel: - Hombre teniendo en cuenta las horas que son, y que ya debería haber venido, como haya oído tus grititos, seguro que ha huido acojonado…
Patricia: - Que imbécil eres, Ángel. A ti seguro que no te dejaría nada- dijo volviendo a tumbarse a su lado, y dándole la espalda, haciéndose la ofendida.
Él se giró y le abrazó, le encantaba picarle y a ella devolvérselo.
Ángel: - Pero porque no creo en él, no porque no me lo merezca.
Patricia: - Ya, claro- dijo aún medio molesta, mientras él se reía.
Ángel: - Bueno, vamos a dormir un ratito, que si no, no vendrá seguro, aunque me parece que tú no te has portado bien este año…- Dijo picándole aún más, y ella por supuesto le respondió.
Patricia: - ¿No estarás hablando de ti?
Ángel: - Buenas noches- dijo abrazándole más fuerte, y dándole un beso en la cabeza, haciendo como que no le había escuchado.
Patricia: - ¿Vas a quedarte mucho? – Preguntó como si no le hiciera especial ilusión, para picarle.
Ángel: - Emmm ¿si? - No supo qué responder, le había pillado desprevenido aquella pregunta. Ella lo supo y aprovechó.
Patricia: - Espero que no ronques, porque sino… olvídate de pasar ni una noche más aquí.
Ángel: - Eres tan romántica…- le dijo irónico.
Ella sonrió aunque él no podía verle.
Patricia: - Buenas noches- le respondió sin más, pero con dulzura.
Le encantaba hacerse la dura, y él lo sabía, y por eso le gustaba que tuviera que abandonar ese papel…
Ángel: - ¿Sabes?- le dijo en su oído- Creo que es posible…- hablaba con cautela y susurrando, arrastrando los finales de las palabras- que consiga cambiar mi imagen de la nochebuena gracias a ésta… Hasta es posible… que pudiera recuperar la ilusión… y volver a apreciar la magia de estas fechas…- Ella acarició su mano, que tenía rodeando su cintura y la llevó hasta sus labios y le dio un beso: - Me alegro, chiquitín- Dijo abrazándose a su brazo que descansaba entre sus pechos, y así se durmieron…
.
Asi q nada, que aquí va, q espero q os guste!
CAPÍTULO 4
Se levantó de buen humor, no le importaba que fuera a estar sola aquella noche, ni tampoco el día siguiente. Llamó a sus padres que le agradecieron contentos una vez más aquel regalo, porque todo les estaba yendo perfecto, ella sonrió satisfecha, de estar feliz, y poder hacerles feliz. Les dijo que iba a cenar con sus amigos para que no se preocuparan por ella, y colgó satisfecha
Y aunque estaba sola preparó algo de cena y se arregló, porque seguramente después saldría a tomar algo con los amigos. Tenía preparada la película que iba a ver, porque no soportaba las típicas galas que año tras año hacían, y porque siempre le había gustado ver una película de navidad aquella noche, era una más de sus tradiciones navideñas, que le hacían sentirse cerca de los suyos, y no perder lo poquito que quedaba de aquella niña que luchaba por no irse del todo.
No era tan horrible estar sola en noches como esa… cuando sientes que no serán así todas…
Llamaron a la puerta. Y se puso algo nerviosa, porque por un momento pensó que podía ser él.
-Dame el aguinaldo, carita de rosa... dame el aguinaldo no seas roñosa… y si nos lo das, y si nos lo das, te desearemos feliz navidad- Ella sonrió, dio algo de dinero a aquel grupo de niños encantadores, y cerró la puerta riéndose al imaginar la cara de decepción que debía haber puesto al ver que no era él.
- ¿Habéis visto? Era la de la tele- decían los niños emocionados… Y volvieron a llamar a su puerta.
Aquella segunda vez, ya no le hizo tanta gracia, ni tampoco la tercera
Patricia: - ¿No tenéis más casas a las que ir?- preguntó mientras abría, ya sin paciencia.
Ángel: - Sí, pero prefería venir a esta…- dijo poniendo cara de niño bueno y encogiendo los hombros, medio escondido entre su bufanda y su gabardina.
Patricia: - ¡Ángel! ¿Qué… qué haces aquí?
Ángel: - ¿De verdad creías que iba a dejarte sola esta noche?
Patricia:- Sí, así eres tú, ¿no?- le preguntó sonriendo y abriendo la puerta del todo para que entrara.
Ángel: - No, así crees que soy…
Patricia: - No, así quieres que…- dijo riéndose - Esta conversación ya la hemos tenido ¿no?- Él se rió asintiendo- ¿Y tu madre?
Ángel: - En su casa, ¿querías verla?- preguntó riéndose porque sabía a lo que se refería.
Ella puso cara de exasperación y él volvió a reírse.
Ángel: - Nada, que no voy nunca, y ni siquiera le había avisado, porque era una
sorpresa, así que no va a notar que no voy…
Patricia: - Pero… pero…
Ángel: -¿Te ibas, no?
Patricia: - ¿Yo? No, ¿a dónde?
Ángel: - No sé, como te has puesto tan guapa…
Patricia: - Hombre, gracias- Se rió- Pensaba que te habías acostumbrado a verme así…- Los dos se quedaron callados.
Patricia: - Bueno pasa, pasa. No había preparado demasiado de cena, pero nos apañaremos.
Él levantó las bolsas que llevaba en la mano.
Patricia: - Anda, ¿qué traes ahí?
Ángel: - Comida, y vino, y alcohol, y un regalito de Navidad.
Aquello se le empezaba a escapar de las manos… ¿qué significaban tantos detalles?
Patricia: - Pero yo… yo…- ella no le había comprado nada, obviamente.
Ángel: - Tú ¿que?
Patricia: - Nada, da igual. Tú ponte cómodo, esta es tu casa- dijo riéndose mientras no le quitaba la vista de encima viéndole pasar - Voy a preparar las cosas.
Él empezó a quitarse la gabardina y la bufanda, tenía pues la calefacción y se estaba muy calentito en su casa. Ella, mientras, fue a la cocina para sacar doble de cubiertos y de platos, dos copas…
Ángel: - ¿Ibas a ver una película de Navidad, Patricia?
Ella llegó con las cosas al salón algo avergonzada: - ¿Qué? No, no es que…- Él le miró con el DVD en la mano y levantando una ceja
Patricia: - Vale, está bien, me has pillado…- Dijo poniendo morritos y dejando las cosas sobre la mesa. Después le miro y se excusó: - Tradición, ya sabes.
Él se rió.
Patricia: - ¿Qué pasa?- dijo haciéndose la indignada, como si realmente se creyera que era normal que una persona de su edad, y sin la excusa de tener un pequeñajo cerca, fuera a pasar aquella noche viendo una película tan infantil.
Ángel: - Nada, nada- le respondió, porque la verdad era que le estaba produciendo más ternura y sorpresa que cualquier otra cosa, jamás hubiera imaginado que tuviera aquella faceta, tan encerrada en sí.
Patricia: - Y no hace falta que la veamos, ¿eh?- Dijo alzando la voz con mucha dignidad, mientras se iba a la cocina.
Ángel: - No seas tonta, si no me importa, no seré yo quien te haga romper una tradición tan… tan… tierna- Dijo riéndose y hablando tras su espalda, ya que le había seguido hasta la cocina.
Ella se asustó al escucharle tan cerca y al ir a girarse ambos se quedaron parados frente a frente, mirándose. La bandeja de canapés que llevaba en las manos les separaba: - ¿Pue… puedes llevarla a la mesa?
Ángel: - Claro- asintió y la cogió, justo por la zona donde ella la tenía sujeta, ya que no había desviado su vista de sus ojos.
Se recompusieron de aquel momento en cuánto él salió de allí, y aprovechó para decorar la mesa, poniendo unas velas que había llevado. Después volvió a la cocina, y fue sacando los platos que ella iba preparando con lo que él había llevado, mientras hablaban.
Ángel: - ¡Joder!- Dijo al coger el último plato y yendo los dos hacia el salón- Aquí hay comida para alimentar a todos los osos del polo Norte, y a los duendecillos de Papá Noel… incluso a él también y a su señora y…
Patricia: - Vale, vale- empezó a reírse- que no hace falta que nos lo comamos todo.
Y si no ya verás que bien entra de madrugada…
Ángel: - ¿Crees que voy a aguantar tanto tiempo encerrado en la casa de la presidenta del club de fans de la Navidad?- dijo picándole.
Ella trató de poner cara de indignación: - ¡Imbécil!- Le tiró la servilleta.- Anda tira pa´ la mesa… Y sí, si nos bebemos todo el alcohol que has traído, se nos harán esas horas…borracho- sentenció, sin poder evitar reírse los dos, por lo fácil que les era provocarse.
Patricia: - ¡Joder Ángel! ¿Y esto?- Dijo llegando al salón y viendo que había decorado la mesa- Voy a empezar a pensar que eres perfecto.
Ángel: - ¡Ah! ¿Pero que aún lo dudabas?
Patricia: - Por supuesto, y sigo haciéndolo, ¿Eh, listillo?
Ángel: - Bueno, ya veremos, cuánto tardas en cambiar de opinión- le respondió desafiante, mientras se sentaban.
Ella frunció el ceño, como si algo no le acabara de cuadrar: - ¿Quién es este hombre tan decidido y detallista que lleva dos días merodeándome?- preguntó mientras ella cogía la copa que acababa de servirle él.
Él se encogió de hombros: - Ni idea, algún chulito que te pretende.
Patricia: - Que me pretende ¿qué?- Él no contestó y se rió, ella volvió a ponerse nerviosa.
Patricia; - Bueno, ¿brindamos?
Ángel: - Brindemos- asintió.
Patricia: - ¿Por nosotros?
Ángel: - Por nosotros- afirmó, y sonrieron y bebieron.
Ángel: - Y por la navidad ¿no?
Patricia: - Claro, claro, y por la navidad, ¿cómo no?- dijo riéndose y volviendo a beber.
Ángel: - Bueno, ¿ponemos la peli?
Ella le miró entre sorprendida y avergonzada, por no poder disimular que le hiciera ilusión: - Venga, que no me importa, de verdad, hace mucho que no veo una… Eso sí, ponme algo de alcohol para poder soportarlo.
Patricia: - Eso está hecho.
Él recogió la mesa, mientras ella servía dos copas. Se sentaron en el sofá.
Patricia: - Cuando termine, te dejo elegir plan, ¿vale?
Ángel: - Es lo más justo.
Los dos se rieron.
Patricia: - Oye, que para no gustarte la Navidad, estás cumpliendo con todas mis tradiciones…- Le dijo sonriendo y él sólo se encogió de hombros- Gracias, sola son un rollo.
Ángel: - Bueno, ya que yo no tengo ninguna…- le miró, y le dio una caricia suave en la pierna, con cariño, y breve. Ambos sonrieron, nerviosos. Demasiado surrealista, demasiado lento estaba yendo todo desde el día anterior.
Empezaron a ver la película, sin hacerle demasiado caso mientras bebían y hablaban.
Ángel: -JAJAJA pero tú fíjate lo mal hecha que está- acusó al director.
Patricia: - ¡Es para niños!- trató de defenderle.
Ángel: - Sí, eso lo explica todo… Menos que estemos tú y yo viéndola- Se rieron-
Mira, ahora tiene el regalo en la mano, ahora no, ahora sí, ahora no, ahora sí, ahora también, ahora… no.- Dijo riéndose de una escena de la película.
Ella soltó una carcajada
Patricia: - No sé la de veces que habré visto esta película, y no me había dado cuenta…- Ni de eso, ni de otras muchas cosas, pensó mientras no podía apartar la vista de él.
Ángel: - Es que hay que fijarse en los detalles, Patricia- dijo como si le regañara girando la cabeza hasta ella al sentirse observado y se encontró con su mirada fija.
Patricia: - Ya… pero resulta…que he estado ocupada fijándome en los tuyos.- dijo mirándole fijamente y a escasos centímetros.
Él tragó saliva con dificultad.
Ángel: - ¿Y… y eso es bueno?- preguntó viendo lo seria que le había dicho aquello, y se acercó un poco más a ella, casi involuntariamente.
Ella sonrió, nerviosa pero contenta, sabiendo que los dos querían lo mismo, y que estaba igual de asustados.
Patricia: - Buenísimo.
Y fue ella la que no había soportado más y se había lanzado a besarle… Parecía que en sólo un día, las ganas de tenerse que habían ido acumulando en esos años, en los que habían jugado a no querer darse cuenta de lo que sentían, hubieran explotado en ese mismo momento. Y aquel primer beso fue demasiado apasionado, demasiadas ganas, demasiado tiempo, demasiada tensión.
Se besaban torpemente, como si no supieran hacerlo, como si aquellas ganas de hacerlo, les desbordara… Sus bocas, sus labios, sus lenguas, no querían perderse eso que tanto habían ansiado.
Ángel: - ¡Joder! Menos mal- Dijo en cuánto ella dejó libres sus labios, mientras se sentaba a horcajadas sobre él, y comenzaba a recorrer su cuello con sus labios, con la misma pasión.- Ya no sabía qué hacer para que te dieras cuenta…
Patricia: - ¿Llevas mucho planeando esto?- preguntó sonriéndole mientras empezaba a desabrocharle la camisa
Ángel: - ¿Tres años y medio?- dijo riéndose y pasando a besar su cuello.
Patricia: - Mentiroso- dijo ella riéndose, mientras él trataba de levantarle para poder subir su vestido, ya que a penas le dejaba moverse y estaba poniéndole nerviosos a ambos.
Ángel: - ¡Maldito vestido!- Los dos se rieron.
Patricia: - Tenía que ponerme guapa para ti, sabía que vendrías- coqueteó.
Ángel: - Mentirosa- dijo él, y los dos volvieron a reír, mientras ella conseguía subirse el vestido hasta las caderas y acomodarse sobre él, pegando su cuerpo al suyo, como ambos reclamaban.
Ángel: - No te esfuerces tanto, si voy a quitártelo ya- Le dijo sonriendo y a ella le encantó aquella mirada seductora que puso.
Patricia: - Ya estás tardando- susurró en su oído, mientras pasaba a morder el lóbulo de su oreja y bajaba su mano hasta su entrepierna, bajando su cremallera.
Ángel: - Patricia…-
A ella le asustó aquel tonó dubitativo y paró automáticamente.
Patricia: - ¿Qué?- preguntó llena de miedo, y algo de rabia, por cortar aquel momento.
Ángel: - Que no puedo hacer esto delante de dos niños y Papá Noel- dijo riéndose y llevando la vista a la pantalla. Ella se rió, por sus miedos y por su frase y buscó el mando a tientas: - Que le jodan a Papá Noel- dijo apagando el televisor, sin girarse siquiera para apuntar hacia la pantalla.
Ángel: - ¡Vaya! Va a enfadarse mucho.
Patricia: - Calla tonto, y bésame - dijo volviendo a sus labios, que él rehuyó haciéndole sufrir un poco.
Ángel:- Ey, ¿no me tocaba a mi elegir plan?
Ella se separó lo justo de él para poder mirarle a la cara, bastante indignada.
Patricia: - ¿Y cuál es tu plan?- preguntó poniendo los brazos en jarra.
Ángel: - Éste- dijo levantándose con ella encima, besándole y tumbándole para ponerse sobre ella
Patricia: - Me gusta entonces- Sonrió pícaramente, y él introdujo su mano, subiendo
de nuevo su vestido y acariciando sus piernas.
Patricia: - Espera, espera…- dijo incorporándose y tratando de quitarse el vestido por la cabeza, ayudada por él, que también se quitó los vaqueros.
Patricia: - Así mejor ¿no?- dijo mirándole con una sonrisa.
Ángel: - Infinitamente mejor- dijo volviendo a tumbarse sobre ella, acomodándose entre sus piernas.
Introdujo las manos por dentro de sus bóxers.
Patricia: - Mmmm que culito- dijo apretándoselo. Él se rió.
Ángel: - Sabía que te encantaba, he visto como me lo mirabas….- Ella volvió a reírse, mientras negaba con la cabeza.
Bajó un tirante de su sujetador y empezó a besar su pecho con tranquilidad pero con pasión, aún sin habérselo quitado, mientras seguían hablando y excitándose.
Después llevó una mano a su espalda, levantándose ella un poco y desabrochó su sujetador, que le quitó y tiró al suelo. Se levantó un poco sobre ella para poder mirarle bien.
Ángel: - Entonces… ¿era verdad lo de que yo siempre podía mirar, no?
Patricia: - Bueno- contestó poniendo morritos y levantando una ceja- ya negociaremos tú y yo…
Ángel: - ¡Genial! Soy muy bueno para los negocios… Cerraremos el trato son un Sí- le dijo mientras bajaba una mano por su tripa y rodeaba su ombligo.
Patricia: - Ah, ¿si? No sabía yo eso…
Ángel: - Hay muchas cosas que aún no sabes.
Patricia: - ¿Y como piensas convencerme?
Ángel: - Algo se me ocurrirá- dijo bajando la mano desde su ombligo hasta sus braguitas…
Patricia: - ¿Así piensas hacerlo?- Él introdujo una mano en su interior recorriendo despacio su sexo, aunque se moría de ganas por aprendérselo- ¿Es todo lo que se te ha ocurrido?- preguntó intentando disimular lo excitada que estaba, pero su cuerpo le delataba.
Ángel: - Bueno, quedamos en que era hombre de pocas palabras ¿no?- dijo excusándose por su forma de convencerle sin hablar. Ella sonrió a la vez que soltó un suspiro que encerraba toda la excitación que sentía.
Ángel: - Pero si prefieres que hablemos...- dijo bajando el ritmo en su forma de tocarle
Patricia: - Para, y te corto la cabeza...- le miró seria y él se rió, volviendo a recorrer su intimidad con insistencia por debajo de la fina tela que la cubría, haciéndole disfrutar tanto como estaba haciendo él, con todo aquello.
Pero ella no estaba dispuesta a dejarse vencer tan fácilmente, así que cambió un poco la postura, y llevó su mano desde su espalda a sus caderas: - Bueno, pues te aviso que a mi me encanta hablar.- Metió la mano en sus calzoncillos y rozó su miembro descaradamente, envolviéndolo con su mano.
Ángel: - Como quieras- dijo ya desesperado y empezando a quitarse los calzoncillos y volviendo a besar sus pechos.
Patricia: - ¿Vamos a la cama?- preguntó casi en un gemido.
Ángel: - Está demasiado lejos- respondió sin separar la boca de su piel.
Patricia: - Tienes razón…- Sonrieron los dos, mientras él besaba su tripa y bajaba sus bragas.
Ángel: - ¿Estás segura de esto, Patricia?- preguntó sin dejar de hacer aquello.
Patricia: - ¡Qué va! Para nada…
Ángel: - Genial, porque yo tampoco.
Sólo ellos podían entender que aquellas negaciones no eran otra cosa que su particular forma de decirse que estaban deseando hacerlo desde no sabrían decir ni cuanto tiempo atrás. Y se introdujo en ella, moviéndose contra su cuerpo, y aprovechando aquel vaivén, para rozar su clítoris con su propio cuerpo, mientras no dejaba de besar y acariciar cualquier centímetro de piel que estuviera bajo sus manos y labios, conjunto de sensaciones que a ella le estaban matando de placer, y que él sabía por sus gemidos aún algo silenciados, pero que a la vez que los suyos propios, empezaron a elevarse y unirse, como sus respiraciones, convertidas en un jadeo continuo y único.
Y hubieran podido detenerse algo, aminorar el ritmo, seguir jugando, y llevándose a un extremo del placer y pararlo para volver a reemprenderlo, pero ambos sabían lo que necesitaban y en ese momento no era aquello, sino culminar esa pasión, ese deseo que tanto tiempo llevaba encerrado en ellos… Ella se cogió a su espalda con fuerza, con los ojos cerrados no soportando tanto placer, y justo en aquel momento él le besó de nuevo, y ella abrió los ojos al volver a sentir sus labios, como si quisiera asegurarse de que aquello no era un sueño, que estaba haciendo el amor con él, y se sintió completamente llena al comprobar que era real, y trató de sonreírle en el preciso instante en que llegaban al orgasmo y gemían con fuerza, abrazándose sus cuerpos, dejándose caer sobre el de ella, respirando el mismo aire, mientras sus miradas vidriosas, sólo eran reflejo de lo satisfechos y felices que se encontraban en aquel momento.
Volvieron a besarse antes de decirse nada siquiera; tal vez era su forma de demostrarse que, lejos de arrepentirse, estaba deseando repetirlo una y mil veces más…
Ángel: - ¿Esto también es una tradición tuya?- le preguntó sonriendo y recorriendo su cara con la yema de sus dedos.
Patricia: - No, pero no me importaría que lo fuera a partir de ahora.
Ángel: - Pero… una tradición para compartir sólo conmigo ¿no?- le preguntó sonriendo y apartando el pelo de su cara.
Patricia: - Bueno, no sé, no sé, ya lo negociaremos también- Dijo riéndose.- Oye, ¿quieres que salgamos a tomar algo? o ¿tenías planes o algo tú de irte por ahí?
Ángel: - ¿Y tener que ducharnos, vestirnos, salir, emborracharnos, volver a casa, y volver a desnudarnos para repetir esto? Demasiada faena, estando ya aquí y desnudos, ¿no?
Ella se rió.
Patricia: - Bueno, es verdad, podemos atajar hasta el último punto…
Ángel: - Sí, justo eso estaba pensando yo…
Patricia: - ¡Vaya! Que de acuerdo estamos hoy en todo…
Ángel: - Sí, será la Navidad… AL final va a gustarme y todo.
Patricia: - Sabía que lo conseguiría- dijo sonriéndole y volviendo a besarle.
Sin darse cuenta estaban en su cama, besándose de nuevo.
Ángel: - Tengo ganas de hacerte el amor- le susurró en su oído, ella le sonrió- ¿No pensabas que iba a conformarme con sólo una vez después de tanto tiempo deseándolo?, ¿no?
Patricia: - Eso espero - le dijo tumbándose encima y volviendo a besarle...
Aprovecharon aquella noche por todo el tiempo que ambos sentían que habían perdido…
Ángel: - ¡Menos mal!
Patricia: - Menos mal, ¿qué?
Ángel: - Que esta cama es cómoda, porque pienso pasarme muchas horas aquí.
Patricia: - Será si te invito, ¿no, corazón?
Ángel: - Bah! Si ya le he hecho mi formita y todo- dijo moviéndose sobre el colchón, y poniendo los brazos doblados bajo su cabeza
Patricia: - Que morro tienes…- volvió a tumbarse sobre él, y darle besos cortos.-
¿Crees que nos traerá algo Papa Noel?
Ángel: - Hombre teniendo en cuenta las horas que son, y que ya debería haber venido, como haya oído tus grititos, seguro que ha huido acojonado…
Patricia: - Que imbécil eres, Ángel. A ti seguro que no te dejaría nada- dijo volviendo a tumbarse a su lado, y dándole la espalda, haciéndose la ofendida.
Él se giró y le abrazó, le encantaba picarle y a ella devolvérselo.
Ángel: - Pero porque no creo en él, no porque no me lo merezca.
Patricia: - Ya, claro- dijo aún medio molesta, mientras él se reía.
Ángel: - Bueno, vamos a dormir un ratito, que si no, no vendrá seguro, aunque me parece que tú no te has portado bien este año…- Dijo picándole aún más, y ella por supuesto le respondió.
Patricia: - ¿No estarás hablando de ti?
Ángel: - Buenas noches- dijo abrazándole más fuerte, y dándole un beso en la cabeza, haciendo como que no le había escuchado.
Patricia: - ¿Vas a quedarte mucho? – Preguntó como si no le hiciera especial ilusión, para picarle.
Ángel: - Emmm ¿si? - No supo qué responder, le había pillado desprevenido aquella pregunta. Ella lo supo y aprovechó.
Patricia: - Espero que no ronques, porque sino… olvídate de pasar ni una noche más aquí.
Ángel: - Eres tan romántica…- le dijo irónico.
Ella sonrió aunque él no podía verle.
Patricia: - Buenas noches- le respondió sin más, pero con dulzura.
Le encantaba hacerse la dura, y él lo sabía, y por eso le gustaba que tuviera que abandonar ese papel…
Ángel: - ¿Sabes?- le dijo en su oído- Creo que es posible…- hablaba con cautela y susurrando, arrastrando los finales de las palabras- que consiga cambiar mi imagen de la nochebuena gracias a ésta… Hasta es posible… que pudiera recuperar la ilusión… y volver a apreciar la magia de estas fechas…- Ella acarició su mano, que tenía rodeando su cintura y la llevó hasta sus labios y le dio un beso: - Me alegro, chiquitín- Dijo abrazándose a su brazo que descansaba entre sus pechos, y así se durmieron…
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Última edición por estrelitha el Lun Dic 28, 2009 7:45 pm, editado 1 vez
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