La fuerza del amor (MINI-FIC)

Una tarde de aburrimiento y sin nada que hacer v.v
espero que os guste!

Otro día más. Una nueva tortura.
Y estoy aquí callandome lo que siento y fingiendo que sólo somos compañeros de trabajos. Y no, no puedo. Estoy harta, porque a él parece soplarsela todo. Trata la vida como si él fuese el rey en ella y eso me jode, sí, porque yo intento hacer lo mismo, pero no me sale. Y es por eso que estoy así, cabreada con la gente que me rodea, con el mundo y sobre todo con él. Pienso que la vida es injusta y os parecerá raro que yo Patricia Conde esté diciendo esto, a mí que me ha dado uno de los mejores trabajos que hay y no, no es que no me guste, todo lo contrario, me encanta, pero es él que lo hace todo más difícil. Y estoy en mi camerino escribiendo en este diario , que aun que no me sirva de nada, puedo deshaogarme en él. Estareis diciendo ¿y, por qué no se lo cuentas a Berta o alguna amiga? Sencillo, porque el diario nunca me lleva la contraria, puedo escribir y escribir que nunca me dirá: tienes que hacer esto, yo te aconsejo esto otro... Y hasta ahora no me ha llevado ningún problema ocultar todo lo que siento, pero cada día se me hace más y más difícil, sobre todo cuando estoy frente a él. Tocan la puerta, creo que es él, lo presiento.

Ángel: Hola rubia -no digo nada y me aparto para que pueda entrar- ¿te pasa algo? tienes mala cara.

Lo odio. Odio cuando es tan jodidamente atento y se da cuenta de que algo no va bien. Pero no, hoy no caeré, no seré débil, no le contaré nada.

Patricia: No es nada, no te preocupes -trato de sonreír y le miro. Veo en su cara que sabe que miento, pero para mí sorpresa se queda callado mirandome-

Me pone nerviosa. No soporto que me mire así, con esos dulces ojos que me enamoran. Trato de sostenerle la mirada, hago todo lo posible por no bajar mis ojos a sus labios. Hasta que él, rompiendo la magia del silencio, comienza a hablar, no, no le escucho. Estoy más pendiente de esa sonrisa que está dibujando ahora mismo en sus labios.

Ángel: ¿Me estas oyendo Patricia?
Patricia: Si, claro -contesto apartando la mirada y mintiendole, no quiero que se de cuenta-
Ángel: Si, a ver ¿qué te eh dicho? -pregunta divertido-
Patricia: ¿Que estoy buenísima y que sin mi el programa sería una mierda? -trato de bromear y parece que funciona, pues se está riendo-
Ángel: Anda, toma y leete el guión -extiendo la mano, y cuando voy a coger los folios roza levemente sus manos con las mias, provocando que un escalofrío recorra mi espalda. Me siento en el sofá y empiezo a hojear el guión, pero me detengo en la segunda página y le
miro incrédula-
Patricia: ¿Estaras de broma, no? -Veo que se ríe ligeramente. No contesta, me guiña un ojo y se va-

Será cabrón. Pero, ¿como puede poner eso en el guión?. Trago saliva y me dirigo a maquillaje. Por el pasillo me encuentro a Berta y Dani que charlan animadamente de no se que viaje. Se va a enterar este.

Patricia: ¡Daniel Mateo! ¿no tendrás tú nada que ver con lo que tendré que hacer hoy en el programa? -Dani ríe ligeramente y tan sólo por ese gesto se que ha tenido algo que ver-
Dani: Va, que será divertido, además la idea no fue mía
Patricia: Sí claro, divertidísimo. ¿A no, entonces de quién? -no puede ser verdad, no puede ser que eso se le haya ocurrido a él, no porque no piensa que sea un gran guionista, si no porque él no es así, nunca ha escrito en su guión una cosa como esa-
Dani: Fue Ángel -me dice riendose-
Patricia: Ya -trato de sonreír, pero creo que sólo me ha salido una mueca y me despido con un ademan de mano-.

El programa se me hace larguísimo. Vídeo tras vídeo. Hasta que llega el momento. Y empiezo a leer el cue.

Patricia: Oye Ángel, y ¿tú nunca me has visto como algo más que tú compañera de trabajo?
-le miro y puedo ver como una sonrisa se dibuja en sus labios. Esta si que no se la perdono-
Ángel: Sí, claro, como una amiga
Patricia: Y, ¿ya está?
Ángel: ¿Ya está de qué?
Patricia: Vamos, ¿que si nunca me has visto como una mujer?
Ángel: ¿Eres un hombre?
Patricia: ¡Enano! ¿que si te gusto? -me hago la enfadada, tal y como pone en el guión, pero no puedo ocultar que tengo curiosidad por el qué vendrá después-
Ángel: ¿Te has fijado en Albertito alguna vez como hombre? -niego con la cabeza y espero que siga la frase- Pues ahí tienes tú respuesta.

Y ya está. Lo deja ahí y cambia de tema. No lo entiendo, ¿por qué me hace decir esas cosas, si después simplemente las evita con otras frases? ¿es que no puede contestar si o no?

Termina el programa y me voy corriendo a buscarlo. Me dicen que ya se ha ido, así que corro al aparcamiento y lo veo entrar en su coche.

Patricia: ¡Ángel! -grito lo más fuerte que pueda y funciona, sale del coche y me espera apoyado en él-
Ángel: ¿Qué pasa? -sonrio, esta vez no le voy a dejar ir sin que me conteste a una pregunta, sólo me iré cuando escuche un si o no-
Patricia: ¿Nunca me has visto como mujer que soy?
Ángel: ¿Qué mierda estas diciendo?
Patricia: ¿Que si nunca me has visto como una mujer, sólo como amiga?
Ángel: ¿Por qué me preguntas eso? -veo como traga saliva duramente y nuevamente le hago la pregunta-
Patricia: Necesito saberlo Ángel, ¿alguna vez me has visto como una mujer, no como tú compañera de trabajo, ni como tú amiga... como, como algo más? Dime la verdad, la necesito -veo como su cara cambia y hay un brillo en sus ojos, estoy segura de que diga lo que diga me va a decir lo verdad. Y estoy preparada para escucharla, sea cual sea.
Ángel: ¿La verdad, no? Sí, Patricia, claro que te eh visto como una mujer, y no una vez, ni dos, ni tres, cada vez que te miro, no puedo dejar de pensar en tí como una mujer, pero no por tu físico, eso es secundario. Tú manera de sonreírme, de llamarme enano cada vez que no te guste un comentario, tú manera de acariciarme, de abrazarme, de enfadarte cada vez que diga un taco, cuando lloras, cuando ríes, cuando estas trizte, cuando estas alegre... siempre te eh visto como una mujer, Patricia. Pero no sé, ¿por qué me preguntas esto? ¿y por qué ahora? -me quedo callada, quieta, esperando a que me suelta un ¡era broma!, pero no, no lo hace, se me queda mirando, está esperando una respuesta, pero no tengo palabras, no puedo decirle nada-
Ángel: Me tengo que ir, Patricia -se gira, pero en ese instante me doy cuenta de que si no es ahora, no es nunca, lo agarro del brazo, pego mi frente a la de él, cierro los ojos y le beso. Le beso como nunca eh besado a nadie, con dulzura pero con fuerza, con odio pero con amor. Se me escapa una lágrima que muere en nuestros labios. Se separa ligeramente y me mira, va a hablar, pero no le dejo, ahora soy yo la que va a hablar-
Patricia: Te quiero. Y te quiero desde hace ya mucho tiempo, y hoy, hoy me eh dado cuenta de que tú también me querías. Quizá no de la misma forma, pero me querías. Cuando Dani me dijo que fuiste tú quien puso esa frase en el guión, lo primero que pensé fue ¡enano de los huevos, esta te la devuelvo! pero después me di cuenta de que era mi oportunidad y tenía que aprovecharla. Ya no aguantaba más. Necesitaba decirte lo que siento... Te amo, Ángel.
Ángel: Yo también te amo, desde siempre. Y para siempre.

FIN

Me encanta este mini-fic =D, has expresado muy bien los sentimientos de Patricia al comienzo, y el final me encanta cuando los 2 se declaran, me gusta mucho de verdad ^^.

¡Es precioso!