FIC COLECTIVO

Claro, claro... te crees que estoy loca o algo? que poquito me conoces...

Fijo que ya te está presionando por el msn... jajajajajaja

JAJAJAJAJA no, mujer, que va... Kela, por cierto, te he dicho ya que hace una noche preciosa para ponerse a escribir????

Estoy escribiendo!!! Pero del otro fic...

Clau no presiona... Clau incita a la violencia... xDDDD.

tQ!!

Vale, venga... después de que Clau me recordase que tenía que escribir (hecho que se me había ido completamente al cielo...) y después de escribirlo (lógico, ejem ejem...) aquí va otro capi... completamente tonto y de transición pero bueno, tampoco se me ocurría mucho que poner y/o decir
ALLÁ VAAAA




Patricia: Oye, ¿tú no crees que esto ha sido la cosa más rara del mundo?
Ángel: ¿El qué?

La cogí de la mano mientras esperábamos a que alguno de los camareros del italiano al que habíamos entrado nos atendiese.

Ella, nerviosa, me apretó y se acercó a mi cuerpo.

Patricia: No sé, todo un poco… Me tiro más de 24 horas persiguiéndote por Barcelona, te encuentro, me besas, te vas, me buscas y me encuentras, me llevas a un hotel cuando me quedo dormida en plena calle, te escapas de nuevo, te vuelvo a buscar y te vuelvo a encontrar… pero esta vez te quedas conmigo… Cogemos un avión y descubro después de tirarme medio viaje tocándote las narices que les tienes miedo… Nos ponemos a hacerlo ruidosa y salvajemente en uno de los baños del aeropuerto que, por cierto, seguro que hemos pillado ladillas, gonorrea o algo de ese tipo, porque ese baño estaba indecente… Aghhhh…

Me reí al ver la cara de asco que había puesto. Adoraba su expresividad, que muchas veces la llevaba a no saber mentir, a ser una persona totalmente transparente y sincera. Sonreí al ver su naricita arrugada y los morritos que había puesto al recordar la suciedad del baño. La besé sin más, tenía la necesidad de sentirla cerca, de tocarla y abrazarla contra mi cuerpo para comprobar que todo era real.

Ángel: Oye, oye, oye… Será que no te lo has pasado bien en ese baño… - la piqué.
Patricia: Me habría encontrado más cómoda en una cama, en un sofá, en una alfombra, en una silla de madera, en la encimera de la cocina, sobre la mesa de plató, en tu camerino, en el mío, encima del teclado de tu ordenador…
Ángel: Joder, Patricia… ¿Qué quieres? ¿Exprimirme?
Patricia: Pero sí, me lo he pasado genial – me otorgó sonriendo.

Como vi que iba a seguir hablando, probablemente para soltar alguna burrada, le hice un gesto para que se callase ya que se nos acercaba un camarero.

Camarero: ¿Para cenar?
Ángel: Sí, por favor… Si tienen alguna mesa libre…
Camarero: Sí, no hay problema. ¿Me siguen? – pidió con un acento marcado.

Echó a andar hacia dentro del restaurante y Patricia y yo le seguimos.

Patricia: Qué raro que en un restaurante italiano los camareros sean italianos… - murmuró.

Me giré a mirarla mientras sonreía.

Ángel: ¿Sí, verdad? Suelen ser japoneses, ingleses…o incluso franceses – ironicé.
Patricia: No, idiota – me dio un golpe en el brazo.

El chico se paró delante de una mesa y apartó una de las sillas.

Camarero: Prego, si accomodi, signorina!
Patricia me miró extrañada aunque sonriente y se sentó en la silla que el chico le ofrecía, mientras yo murmuraba entre dientes:

Ángel: Sí sí… “Si accomodi, signorina” y al signor que le fotinin por el ani…
Camarero: ¿Cenarán…? – sacó una libreta y un boli y nos miró.
Patricia: ¡Risotto!– la miré con una ceja alzada y ella me guiñó un ojo.
Camarero: ¿Y para beber?
Patricia: Vino.
Camarero: Ottima idea!

Patricia sonrió. Se marchó con la libretita por donde había venido y Patricia y yo nos quedamos hablando. Me sentía genial a su lado, hablando por hablar, contándonos cosas, riéndonos cada tres palabras.

La verdad es que había sido muy imbécil marchándome. Y ella demasiado valiente buscándome…

El camarero volvió, botella en mano y la abrió ante nosotros elegantemente, inclinándola después levemente hacia mi copa, esperando mi consentimiento para derramar un traguito para hacer la cata. Le hice un gesto con la mano y volcó un dedo de vino, lo suficiente como para mojarme los labios y decidir que me gustaba. Ante mi asentimiento, nos sirvió media copa a cada uno y volvió a desaparecer.

Patricia: ¿Has visto que cuidadosos son aquí? – me preguntó sorprendida - Esto te va a costar un pastón, Ángel…
Ángel: ¿Me va costar un pastón? ¿Me? Jodida desvergonzada – reí.

Riendo por estas y otras tonterías nos sirvieron la cena, que tenía una pinta deliciosa. Desde luego Patricia había sabido elegir con gracia. Probé un poquito, saboreándolo bajo la atenta mirada de mi tarada y… del pesado del camarero que estaba empezando ya a tocarme las narices a dos manos…

Ángel: Uhm, genial… Delicioso, eh… “Molto deliciosi”… Rico, rico, ale... Ves a decírselo al chef si eso…

Asintió con la cabeza y nos sirvió otra copa de vino antes de marcharse. Patricia y yo seguimos comiendo con tranquilidad, con la certeza de que por comer rápido no iban a descontarnos euros de la cuenta.

Patricia: Oye… ahora que mi estómago está empezando a llenarse, deberías llamar a Dani - se metió el cubierto en la boca.
Ángel: Ya… Debería quizá, ¿no?
Patricia: Sería lo justo, creo yo…

Saqué mi móvil del bolsillo y busqué su número por la lista de contactos hasta dar con él. Apreté el botón verde y me puse el aparato en la oreja, escuchando el piiii piiii del tono de llamada.

Dani: ¿DÓNDE ESTÁS?
Ángel: Joder, tío, ¡que me dejas sordo a mí y a medio restaurante! No brames, Dani, que te lo tengo dicho… ¡no brames con ese vozarrón que tienes!
Dani: ¿Restaurante? ¿Restaurante? ¡No te abro la cabeza porque no sé dónde estás! ¡Cabrón! ¿Sabes cuánto hace que no sé nada de ti? ¿Y Patricia?
Ángel: Aquí, aquí conmigo…
Dani: Lo que yo decía… ¡cabrón! ¡Has vuelto a dejarla tirada por una ciudad que no es la suya!
Ángel: ¡Que no, coño! ¡Que está aquí conmigo!

Intuyendo que Dani no se lo creía o no quería escucharme, Patricia se estiró por la mesa y me quitó el móvil.

Patricia: Dani, Dani… Dani, que soy yo… Daniieeeel… Sííí… Sí, nos hemos cogido un vuelo y nos hemos venido a Madrid… Ya… No, no, íbamos a llamarte al aterrizar, pero es que nos hemos entretenido en el baño… ¿Eh? – sonrió pícaramente – No, idiota, que me estaba meando. Jo, Dani, cómo eres… - se sonrojó – Pues ahora estamos cenando, pero si quieres dentro de un ratito, cuando a Ángel le dejen la cartera vacía, podemos acercarnos a tu casa… Vale, pues luego iremos… Un besito, guapo.

Colgó y me devolvió el teléfono.

Camarero: Un altro po’ di vino? – pero bueno, ¿este tío salía de debajo de la mesa o qué coño le pasaba?
Patricia: ¿Eh? No, no – tapó la copa con la mano – Me has puesto ya tres copas, ¿quieres emborracharme o algo?
Ángel: ¿Cómo has quedado con Dani? – ignoré al camarero.
Patricia: Que nos acerquemos a su casa cuando acabemos, que quiere meterte un guantazo y darme un abrazo.
Ángel: Vaya, qué… prometedor… - me miró fijamente – Me apetecería más irnos a tu casa o a la mía y dedicarnos a… otras cosas – confesé.

Ella se rió.

Ángel: ¿De qué te ríes?
Patricia: Es que acabas de hacer un clásico… “En tu casa o en la mía, en tu casa o en la mía” – se puso a cantar.
Ángel: Deja de burlarte de mí – le tiré la servilleta sonriendo - ¿Qué hacemos con Dani?

Y yo tengo que seguir esto??? Tendré que pensar algo ràpido jajaja


Pues será de transición, chica, pero me ha encantado el capítulo, has tenido cada puntazo buenísimo, aunque de todos, me quedo con este:

Camarero: Prego, si accomodi, signorina!
Patricia me miró extrañada aunque sonriente y se sentó en la silla que el chico le ofrecía, mientras yo murmuraba entre dientes:

Ángel: Sí sí… “Si accomodi, signorina” y al signor que le fotinin por el ani…

jajaja muy bueno, buenísimo el capitulo... por favor, me he partido vivo...

muy grande, no se como sois capaces de seguir donde lo deja otro de verdad, a mi me costaría horrores.

Yihaaaaa! retomamosss ya sabes que me encantó el capi, y que menos mal que te lo recordé... ¬¬ ala, ya están siguiendo perras!!! (mi incluyo... XD)

"Ángel: Sí sí… “Si accomodi, signorina” y al signor que le fotinin por el ani…"
jajajajaja me has matado xD

que bien que hayais retomado el fic, me encanta!!!

Gracias por la inteligentemente pensada recopilación de la historia que hace Patricia, porque ya empezaba a fallarme la memoria.
Además del momento "ani", hay varios buenísimos; entre ellos:
"Ángel: Uhm, genial… Delicioso, eh… “Molto deliciosi”… Rico, rico, ale... Ves a decírselo al chef si eso…"
"Camarero: Un altro po’ di vino? – pero bueno, ¿este tío salía de debajo de la mesa o qué coño le pasaba?"

Llevo tanto tiempo sin escribir (universidad, falta de inspiración, de imaginación, de ganas...) que probablemente esto sea lo peor que he escrito en mi vida, pero si esto vuelve a actualizarse con regularidad y se me pasa la crisis puede que el próximo capítulo sea algo mejor.

En fin, aquí os lo dejo.

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Ángel: ¿De qué te ríes?
Patricia: Es que acabas de hacer un clásico… “En tu casa o en la mía, en tu casa o en la mía” – se puso a cantar.
Ángel: Deja de burlarte de mí – le tiré la servilleta sonriendo - ¿Qué hacemos con Dani?

Patricia me miró traviesa y se levantó de su asiento bajo mi atenta mirada.

- Voy al baño, tú ve pagando- me dijo con voz sugerente al pasar por mi lado. Me quedé completamente atontado, y me giré para ver como se iba hacia el baño.

Cuando desapareció por detrás de la puerta, sonreí y pedí la cuenta al toca-huevos del camarero que me la trajo en menos de un minuto. Miré la cuenta y después de reprimir una cara de dolor al tener que soltar tal cantidad de dinero, le pagué. El camarero asintió y desapareció, por fin, de mi vista.

- ¿Has pagado ya?- oí la voz de Patricia a mi lado.

- Sí, pastizal soltado- dije levantándome de la silla y poniéndome la chaqueta. Patricia cogió sus cosas y empezamos a irnos hacia la puerta.

- Buona notte, signori.- me giré de golpe. ¿Era necesario? Patricia me miró aguantándose la risa.

- Buenas noches- dijo Patricia educadamente.

- Eso, bona nit. Ale, ale, ¡a currar! Seguro que tienes más gente a la que molestar- dije mientras salíamos fuera.

El frío de la noche me golpeó y me giré hacia Patricia que me miraba algo tímida.
- Bueno… antes no me has contestado… ¿Qué hacemos con Dani?- dije abrazándola por la cintura. Ella pasó sus brazos por mi cuello y sonrió.

- Bueno… estaba pensando… que si te apetece…- una de sus manos jugueteaba por mi pecho, poniéndome terriblemente nervioso- podríamos montarnos un trío con él- me separé de ella de golpe, mirándola sorprendido. Ella me miró y empezó a reír- ¡es broma!

- No bromees con esas cosas, por favor. Dani y yo seremos amigos… pero hay límites.- Patricia me cogió de la mano y empezamos a andar por la calle.

- Vale, pero… tendrías que ir a verle. Ha estado muy preocupado, ¿sabes? Y creo que te vendrá bien estar un rato con él. Mientras… yo puedo preparar algo en mi casa, no sé, una cena…- dijo pensativa.

- Patricia… acabamos de cenar- le dije como si se hubiera vuelto loca. Ella sonrió pícara antes de contestarme.

- Pero no hemos comido postre, ¿verdad?- sonreí al entender sus palabras.

- No, no hemos comido postre- contesté- aunque sería conveniente que fuera ahora, ya sabes, por hacer la digestión toda seguida y esas cosas…- Patricia negó con la cabeza y me besó suavemente. Seguimos andando un rato, en silencio, cogidos de la mano. Hasta que Patricia de paró de repente.- ¿Pasa algo?- ella no contestó, simplemente se tiró a mis brazos y empezó a besarme.

Fue un beso con pasión. La abracé por la cintura, para que no se separara de mí ni un milímetro y ella me abrazó por el cuello y me acarició el pelo. Todo se estaba volviendo mucho más frenético y a mi empezaba a sobrarme la ropa. Cuando dirigí mis manos a la camiseta de ella, Patricia se separó de mí.

- Cuando termines de hablar con Dani, llámame.- dijo acomodándose el pelo y llamando a un taxi. Me quedé perplejo viendo como se subía a un taxi y desde la ventanilla me decía adiós con la mano con cara traviesa.

- Patricia Conde Galindo… me las vas a pagar- dije bajito, aunque sin poder evitar sonreír. Vi como se alejaba el taxi y miré a mí alrededor. Estaba a un par de manzanas de casa de Dani. – Menuda es la rubia… lo tenía todo planeado, seguro.- empecé a andar hacia casa de Dani, y dejé de hablar solo para no parecer un loco.

Llamé al timbre de casa de Dani. Segundo primera.

- ¿Diga?- contestó una voz grave.

- Soy yo- contesté. Oí como colgaba el teléfono y a los pocos segundos la puerta hacía un ruido que me indicaba que podía pasar. Entré y subí a pie hasta su casa. Me esperaba con la puerta abierta, apoyado en el marco y con los brazos cruzados.

- Vaya, si el cobarde del año se ha dignado a volver…- le miré dolido, pero él no suavizó su mirada- Anda, tira para dentro que me tienes contento…- entré sin decirle nada, no tenía valor para soltar uno de mis comentarios, porque temía que realmente estuviera cabreado.- ¿Y bien?

- Lo siento, tío, pero…- pero Dani me interrumpió antes de que pudiera seguir.

- ¿Lo siento? ¿¡Lo siento!? ¿Vienes sin cervezas y solo dices “lo siento”? ¡Pero donde tienes la cabeza, Ángel Martín!- mis ojos se abrieron sorprendidos y algo en mi dejó de pesar. Dani sonrió y me dio un abrazo.- Eres un cobarde y un completo idiota… pero sigues siendo mi colega.- dijo cuando nos separamos. Nos dirigimos al sofá y nos sentamos.

- Aún así, lo siento, tío. No debí irme como me fui y… la cagué. Sé que la cagué, pero he vuelto y quiero hacerlo bien. Quiero empezar a hacer lo que quiero y no lo que debo.- Dani asintió, sonriendo.

- ¿Y Patricia?- contestó Dani.

- Creo que se ha ido a su casa… ¿por?- dije sin entender a que se refería.

- Eso me lo imagino, pero ¿qué pasa con ella?- me preguntó serio, parecía que su perdón dependía de la respuesta a esa pregunta. Y estaba seguro que no le iba a decepcionar.

- Ella es lo que quiero. Si he vuelto ha sido por ella, para estar con ella. No me va bien estar lejos de ella, me apago, me vuelvo un autómata… me siento vacío. Pero desde que la encontré en Barcelona todos los miedos, todo eso que había hecho que me alejara, que huyera… desapareció. Solo necesitaba valor para volver, para intentarlo de nuevo.

- Entonces tendré que agradecerle a la rubia que vuelvas a estar aquí, aunque bueno, pensaba hacerlo de todos modos.- Ángel asintió.

Seguimos hablando de muchas cosas, pero mi fuga quedó en el olvido, como si nunca hubiera pasado. Y lo agradecí. Agradecí que Dani siguiera allí, que aunque hiciera la mayor estupidez del mundo él siguiera allí a mi lado apoyándome, aguantando cada una de mis idioteces.

- Veo por tus ojos que te estás poniendo sentimental, así que ya te estás yendo que sino terminaremos los dos llorando- dijo Dani. Asentí y saqué el móvil de mi bolsillo.

- Hola, ya he terminado con el pesado de mi amigo- recibí una colleja por parte de Dani y le asesiné con la mirada- ¿vengo o te vienes y le ves?- Dani me interrogó con la mirada- ¿Qué estás abajo? ¿Y el taxi que has cogido? Ah, que era para ir a buscar el coche, vale, vale… Pues nada, ahora Dani te abre.- Dani se levantó y abrió la puerta de abajo. No me hizo falta saber cuando Patricia había llegado arriba porque oí a Dani gritar.

- ¡Rubia! Gracias por traer al idiota de vuelta.- vi como entraban en casa y ella le miraba sonriendo.

- ¿Así que ya estás de hablar con el cafre este?- me dijo señalando a Dani. Asentí.- Pues venga que te llevo a casa.- levanté las cejas con incredulidad y ella me miró sonriendo.

- Sí, sí; le llevas a casa… lo vas a dejar a las puertas del mismísimo infierno. Pero si puede ser, que eso pase lejos de aquí, que ya huele ha quemado…- dijo Dani, tapándose la nariz y moviendo una mano como si alejara el olor. Patricia le dio una colleja y yo me reí.

- Envidia que tienes, avioncitos…- dijo Patricia cogiéndome de la mano.

- Adiós, tío. Y siento lo de las cervezas, el próximo día prometo traer el doble.- le dije ya en la puerta.

- Más te vale- me señaló con gesto amenazador. No aguantamos mucho sin empezar a reírnos.

- Vaya par de locos… para que después digan de mí. Adiós, Dani.

- Venga, hasta luego- dije yo empezando a bajar las escaleras detrás de Patricia.

- ¡No hagáis cosas feas!- dijo Dani antes de oír como se cerraba la puerta de su casa.

Nos quedamos mirándonos a los ojos y no pude evitar besarla. Ella sonrió.

-¿Y ahora?- le pregunté.

- Dani ha dicho algo de unas puertas…

- ¿Las del infierno?

- Ahá- dijo Patricia, susurrando.

- ¿Qué pasa con ellas?- pregunté desconcertado.

- Tengo ganas de travesarlas…

- ¿Ahora?- dije mirando a mi alrededor. Estábamos en medio de las escaleras del bloque donde vivía Dani.

- Ahora- dijo, empezando a besarme.

Y si me besaba de esa manera, yo no era capaz de decir que no.

esto pinta interesante... que nos gustan los lugares publicos xd

que mala gente dejandolo ahi xD
si es que no pueden ni esperar un poco, asi me gusta
seguir!!!!!

Me ha gustado mucho y para nada me ha parecido una mierdaca... ¡EXAGERADA!
Eso sí... me lo dejas en un sitio complicado !

Bwajajajajaja esto se pone interesante xD
Me ha gustado mucho!

Chicaaas...
me da mucha penita, pero creo que me van a tener que saltar el turno esta vez... no he escrito nada más del pangel y debería estar ayudando a Clau con otro y sin embargo, lo ha escrito todo ella por ahora... para la próxima ronda espero poder escribir!
No sé a quién le toca ahora, pero siento si la meto en un compromiso...

p.a.t.r.ii escribió:Chicaaas...
me da mucha penita, pero creo que me van a tener que saltar el turno esta vez... no he escrito nada más del pangel y debería estar ayudando a Clau con otro y sin embargo, lo ha escrito todo ella por ahora... para la próxima ronda espero poder escribir!
No sé a quién le toca ahora, pero siento si la meto en un compromiso...

Me toca a... mí??? en fin, intentaré escribir lo antes que pueda <3
Patri, vete un poquito a donde tu sabes, ya van dos... DOS......... pero no soy yo!! es el destino que se esfuerza en enfrentarnos.. mira sino en donde vivimos

Pues al final he podido continuar rápido... (y tan rápido xDDDD)
Bueno, es un capi chorra pero no se me ocurría otra cosa... y así dejo la trama abierta para próximos capítulos xDD y se lo dedico a Kela... (JORÓBATE!!!!)
ala, a leer

__

- ¿Ahora?- dije mirando a mi alrededor. Estábamos en medio de las escaleras del bloque donde vivía Dani.

- Ahora- dijo, empezando a besarme.

Y si me besaba de esa manera, yo no era capaz de decir que no.

…

Ángel: Patricia, para, venga. –Dije agarrándole las manos, que ya estaban desabrochando los botones de mi camisa. –
Patricia: No me digas que no te da morbo aquí. –Me dijo susurrando de forma muy sugerente. Yo en ese momento empezaba a pensar con otra cosa que no era mi cerebro, pero tenía que poner un poco de cordura a la situación o se nos iría de las manos. –
Ángel: No. –Por supuesto, no logré ser nada convincente. – Venga, vámonos ya, es muy tarde y mañana…
Patricia: ¿Mañana? –Preguntó todavía encima de mí. –
Ángel: Mierda, mañana… tú tienes un programa que presentar, y yo… ¿un programa al que volver?
Patricia: No, no es una pregunta, es una afirmación. O vuelves o te llevo. –Dijo seria levantándose de las escaleras. –
Ángel: ¿Y si ahora quisiera quedarme aquí?
Patricia: Te jodes porque ya se me ha pasado el calentón. –Dijo tan tranquila saliendo por la puerta. –

La alcancé a paso rápido y comenzamos a andar sin rumbo fijo. Ninguno de los dos nos atrevíamos a preguntar qué íbamos a hacer, estaba siendo todo muy surrealista. De pronto se juntó un poco más a mí, y yo nada más verle la cara supe que tenía demasiado frío. Sus colorados pómulos la delataban.

Ángel: ¿Quieres mi chaqueta? –Dije pasándole el brazo por el hombro. –
Patricia: No, quiero dormir…
Ángel: Ah, bueno, pues en ese banco mismo tienes sitio
Patricia: ¡Ángel! –Gritó ofendida. – ¿Me llevas a casa?

Quería pedirle que se quedara conmigo, pero por su pregunta me dejó ver que quería descansar y pensar en todo lo que había pasado, así que acepté y caminamos hasta el coche disfrutando del silencio.

Durante el camino no hablamos mucho, simplemente intercambiábamos miradas y sonrisas, y algunas caricias que Patricia me daba en la pierna y me ponían realmente nervioso.
Llegamos y aparqué en frente de su puerta.

Patricia: Mierda, Ángel, no te muevas
Ángel: ¿Qué? ¿Tengo una abeja?
Patricia: Tienes unos paparazzi… -Suspiré y la miré, se había agachado y estaba en una postura… rara –
Ángel: Espero por tu bien que te levantes de ahí pronto. –Ella sonrió y me miró sin levantarse, apoyando su mano en mi muslo. –
Patricia: Parece otra cosa, ¿no? –Se rió divertida. – Pues no estaría mal…
Ángel: Yo sé otra cosa que no estaría mal

Me bajé del coche de golpe y les saludé con una de mis sonrisas, de esas que parecen amables pero que quien sepa leer entre líneas le encuentra un sentido completamente diferente.
Pude oír como Patricia se quejaba dentro del coche, pero me dio igual. Le abrí la puerta y bajó dándose calor en los brazos, sonriendo.

Patricia: ¿Cómo puedes primero ser tan cobarde y ahora hacer esto? –Me preguntó bajito. –
Ángel: Porque ahora llevo la suficiente cantidad de alcohol en sangre.

Ella soltó una carcajada, y luego me dio un corto beso.

Patricia: Bueno, pues hasta mañana ¿no?
Ángel: ¿Quieres venir a mi casa? –Le pregunté en otro alarde de valentía. Ella se sorprendió, pero en seguida mostró una sonrisa de esas que me encantan. –
Patricia: ¿Hemos hecho todo este camino, hemos bajado del coche y nos hemos expuesto a esos idiotas para nada?
Ángel: Para nada no… he conseguido que te des cuenta de que cuando salgas tienes que llevar abrigo, me he ganado un beso más y ya éstos tienen portada de revista…
Patricia: Joder, es imposible dejarte sin respuesta

La cogí del brazo y volvimos a subir al coche. Arranqué y al pasar cerca de los paparazzi toqué la pita y bajé la ventanilla del lado de Patricia.

Ángel: Saluda, que es de mala educación. –Ella me miró incrédula, pero se dio la vuelta y sonrió como siempre hacía. – Muy bien, pues venga, iros ya que hace frío…
Patricia: Sí, decídmelo a mí. –Dijo de forma exagerada. Yo sonreí ligeramente y luego seguí conduciendo hasta mi casa. –

**

Ángel: Toma, ponte esto. –Le dije dándole una camisa mía larga. –
Patricia: ¿Pero no tienes ningún pijama de Hello Kitty? Entonces seguro que tampoco tienes la tacita de Hello Kitty, ni el edredón de Hello Kitty, ni las sab
Ángel: ¡Tengo la funda de las almohadas de Hello PatriciacansinaConde! –Ella puso morritos cruzándose de brazos y yo me reí. Eché los abrigos para atrás mientras ella se cambiaba en el baño y al volver yo ya estaba acostado. –
Patricia: Ah, ¿pero no me vas a contar un cuento? Que sepas que no voy a volver a quedarme aquí a dormir. –Se quejó sentándose en la cama de cara a la pared. Yo me acerqué sigilosamente y comencé a hacerle cosquillas en las costillas. – ¡Déjame! ¡Ángel!
Ángel: Pues acuéstate, mira la hora que es y mañana tenemos que madrugar…
Patricia: ¿Tenemos? Tienes.
Ángel: A ver si te voy a tirar de la cama accidentalmente…
Patricia: Atrévete. –Dijo poniendo cara amenazante. Yo la ignoré y apagué la luz. – Ángeeeel…
Ángel: ¿Qué?
Patricia: ¿Estás dormido?
Ángel: ¿¡Cómo me voy a dormir en dos segundos?! –Patricia se acercó a mí y rodeó mi cintura con sus brazos. Luego apoyó su cabeza en mi hombro, y pude notar como sonreía. –
Patricia: Te quiero. –Pronunció finalmente, casi susurrando. Yo no respondí, y ella volvió a hablar para después quedarse completamente dormida. – Al final te he dejado sin respuesta…

Me reí y, acariciándole el pelo, yo también me dejé dormir.

No tienes corazóóón!!!! No lo tieneeees...!!!! Pero sí tienes un gran cerebro, mucho ingenio e imaginación y un arte despampanante!! Olé olé y olééééééé!
"Patricia: ¿Hemos hecho todo este camino, hemos bajado del coche y nos hemos expuesto a esos idiotas para nada?
Ángel: Para nada no… he conseguido que te des cuenta de que cuando salgas tienes que llevar abrigo, me he ganado un beso más y ya éstos tienen portada de revista…
Patricia: Joder, es imposible dejarte sin respuesta"

Te lo he dicho por msn, pero esto me ha matado... *inserta tus ojitos aquí* Es tan... tan... me muero de amor...

"Patricia: ¿Pero no tienes ningún pijama de Hello Kitty? Entonces seguro que tampoco tienes la tacita de Hello Kitty, ni el edredón de Hello Kitty, ni las sab
Ángel: ¡Tengo la funda de las almohadas de Hello PatriciacansinaConde!"
AhHhhHHh!!! Catástrofeeee!!! Hecatombeeee!!!! No tiene nada de Hello Kittyy!!!! Da igual... con su presencia es suficiente...

Oiiis, que se han quedado dormiditos, abrazaditos... JODER, Y AHORA TENGO QUE SEGUIR YO, FULANITA DE TAL!!!

¡SABÍA QUE SERÍA UNA BUENA IDEA CEDER EL TURNO!
Me ha encantado todo todito todo... pero sobre todo lo de Hello Kitty y el final... diciéndole que ha conseguido dejarle sin palabras ^^ aiiiiiiiiis... ahora falta que él se lo diga a ella [pero esa noche no, Patri ganó la batalla esa vez *muajaja*]

Artistaa... ¡Guapísima! ¡Chicharrera de mierda! [ups, perdón... ]

el final...
aisss pero que cosa mas bonita
me ha encantado!!!

p.a.t.r.ii escribió:Artistaa... ¡Guapísima! ¡Chicharrera de mierda! [ups, perdón... ]

jajajajaja en serio, estás muy loca. Me encantas.

Y también me encanta Clau, ha sido un capi muy gracioso y divertido, y encima lo escribió en un momento la tía. 15 añitos... hay que jodersee

Además de lo que han destacado las demás, quería añadir la valentía de Ángel con los paparazzi. Ha sigo genialoso (creo que esa palabra se me ha pegado de ti. Mierda, y ahora me apetece usar el iconito de *maldición* Deja ya de pegarme tus chorradas!)

GENIALOSO ES MÍO... al igual que MUÉROME y demás palabros que CLAUDIA copia de mí xDD

Perdón por el off topic, NO SOPORTO LAS INJUNTICIAS CHICHARRERILEEES

p.a.t.r.ii escribió:GENIALOSO ES MÍO... al igual que MUÉROME y demás palabros que CLAUDIA copia de mí xDD

Perdón por el off topic, NO SOPORTO LAS INJUNTICIAS CHICHARRERILEEES

TE CALLAS O TE CALLAS??? POR LISTA!!

Me encantó la manera que tuvimos de pasar olímpicamente de este fic... con lo bonito que era... hoy me aburría, me he puesto a leerlo y... ais