Desde el principio [minific]

Holaaaaaaaa
Bueno, como esto está un poquito paradillo últimamente (aunque mi querida miss.bones esté con su preciosa historia *guiño* *guiño*) había empezado a escribir un fic para subirlo, pero voy MUY atrasada y ahora mismo estoy en blanco y he empezado a pensar que se me dan mejor los minifics que los fics largos (que algunas se empeñan en que sean eternos... ¡¡LO ÚNICO QUE ME FALTABA!!) Y para este me inspiré en una pequeña historia que me contó una de mis mejores amiga el otro día... me pasé horas de una noche que no podía dormir pensando cómo plasmar lo que quería y... aquí está. Aunque el final no es ni de coña lo que tenía en mente... Espero que les guste.

Tiró de él hasta la lavandería y cerró la puerta por dentro.

Patricia: ¿Puedes dejar de hacer eso? –Le imploró con la desesperación reflejada en la voz-
Ángel: ¿Hacer el qué? –Preguntó Ángel, colocándose la manga de la camiseta, con indiferencia-
Patricia: Lo sabes perfectamente. –Él levantó la mirada, pero no tenía intención de decir nada- No puedo concentrarme, no me dejas. Me pones nerviosa, me sacas de mis casillas, no me gusta que estés siempre tan pendiente de mí… -Comenzó a enumerarle demasiado rápido, casi atragantándose con sus propias palabras-
Ángel: ¿Qué es lo que verdaderamente te molesta? –Indagó con sosiego y sin dejarla terminar de hablar- Hago todo esto desde siempre.
Patricia: Pero yo no sé lo que sientes desde siempre. –Respondió con una sinceridad aplastante-
Ángel: Lo sabes desde hace un mes.
Patricia: Y desde hace un mes quiero que dejes de hacer eso que haces, Ángel. –Él no pudo evitar sonreír levemente-
Ángel: No puedo. –Patricia fue a rebatirle, pero él siguió hablando- No puedo porque tú aún no me has dado una razón para que lo haga. –Ella no dijo nada- Entonces dime, ¿lo que te molesta es que te mire o que te haya revelado mis sentimientos?
Patricia: Me molestan más cosas.

Patricia no se había percatado, pero el enfado y la confusión que llevaba encima, se habían desvanecido desde el preciso instante en que cruzaron aquella puerta. Ángel sí que se había dado cuenta de ese hecho y algo le decía que seguirían disminuyendo conforme siguieran hablando.

Ángel: ¿Más cosas? ¿Qué más cosas? ¿Que todas las mañanas cuando entras en la sala a saludarnos, clave mi mirada en ti y no pare hasta que me mires y sonrías aunque sea sin ganas? ¿Que suelte tonterías a todas horas para hacerte reír? ¿Que meta cosas en el guión para que tengas que mirarme o tocarme? A mí también me molesta hacerlo, Patricia. Ojalá pudiera evitarlo.
Patricia: Lo que me fastidia es no sentir lo mismo que tú. –Soltó ella a bocajarro, dejándole pasmado y sin habla- Sí. –Aclaró sin más- No me mires así. –Dijo sonriendo de medio lado- ¿Sabes lo que me puede costar encontrar un hombre tan maravilloso como tú? –Preguntó, más para sí misma que para él-

Patricia agachó la mirada esperando su respuesta, que tardaba demasiado en llegar. El silencio, al contrario de lo que podría parecer, no se le estaba haciendo incómodo y en ese rato había descubierto que sus zapatos eran de un rosa tirando a rojo y no rojo pasión, como los había descrito la dependienta al enseñárselos. Ángel interrumpió el momento reflexivo que tenía cuando llevó una de sus manos al mentón de Patricia y le alzó la cabeza con sumo cuidado, como si de una figura de porcelana se tratase. El rostro de la mujer se tornó impasible y él sintió que lo que estaba a punto de hacer no sería una locura tan grande como pensó al principio. Se lo dijeron los ojos de ella, las mejillas ligeramente encarnadas y también, por qué no, el gesto de su boca, sutilmente entreabierta. Esperando algo que Ángel deseaba hacer.

Le costaría menos hacerlo si creía que ella lo necesitaba tanto como él y antes de cambiar de opinión y echarse atrás, acercó sus labios a los de Patricia, posándolos suavemente antes de poner la otra mano en su cintura, atrayéndola más hacia su cuerpo. Haciéndole saber que la deseaba. Que siempre lo había hecho y que siempre lo haría a pesar de que ella estuviese en contra.

Patricia: Ángel… -Suspiró en la comisura de su boca, con un tono suplicante, más que de decepción o cabreo-
Ángel: Shhh… -Murmuró él, colocando el dedo índice sobre sus labios y clavando sus ojos marrones en los de ella, que le observaban expectantes- Solo déjate llevar, por favor… -Le rogó, aún a sabiendas de que su respuesta sería negativa- Déjame enamorarte. Poco a poco, no hay prisa. Lo conseguiré, te lo prometo. –Patricia sonrió con tristeza y acarició la mejilla de Ángel con ternura- Te haré feliz. –Prosiguió él sin prestar demasiada atención a ese gesto- Pero no puedo vivir sabiendo que no lo intenté. –Concluyó, agachándose un poco para seguir la mirada perdida de ella, que había agachado intentando pensar sin sentirse coaccionada por sus palabras-
Patricia: No puedo, Ángel… -Comenzó a decir al mismo tiempo que unas tímidas lágrimas asomaban en sus ojos- No puedo dejar que malgastes tu vida en algo que no te da garantías, corazón… -Él obvió sus palabras y se aproximó más a Patricia, logrando ponerla nerviosa-
Ángel: No quiero garantías, no quiero nada… ¿No lo entiendes? Solo quiero tener la certeza de que hice lo posible por tenerte… -Ella guardó silencio, se había quedado sin objeciones coherentes-

Él aprovechó que ella había bajado la guardia para depositar un suave beso en su frente. Y otro más en su delineada mandíbula. Y otro en la comisura de sus labios. Y fue Entonces cuando ella dejó de ser la dura y fría Patricia Conde para dejarse llevar. Acarició la mano de Ángel que reposaba en su cintura y cogiéndola, la acercó a su rostro, colocándola en su mejilla y sonriéndole. Él se acercó y besó sus labios temerosamente, buscando su aprobación, que llegó cuando ella profundizó el contacto y sus lenguas entraron en el juego por primera vez.

Ángel: Ha quedado bien, ¿no? –Preguntó apagando el ordenador. Patricia se levantó de su regazo y le sonrió-
Patricia: Formamos un buen equipo. –Respondió-
Ángel: Lo supe. Supe desde el principio que lo lograría.
Patricias: Gracias por no rendirte.
Ángel: Gracias a ti por ponérmelo fácil. –Ella sonrió socarrona- ¿Por qué te ríes?
Patricia: Porque tú buscaste dentro de mí hasta que encontraste lo que querías.
Ángel: No lo entiendo. –Murmuró frunciendo el ceño- Si me dices que solo tuve que buscar en tu interior, significa que… -Comenzó a atar cabos sin saber muy bien a dónde le llevarían e intentando que ella le echara un cable, cosa que no tardó en hacer-
Patricia: Que ya estaba enamorada de ti, cielo. –Concluyó sin más, robándole un corto beso y encaminándose a la habitación contoneando las caderas. Ángel la observó irse sin poder moverse del sitio-
Ángel: ¡Espera! –Corrió tras ella en cuanto zarandeó la cabeza un par de veces para aclararse- ¿Por qué no me lo dijiste si te diste cuenta? –Preguntó tumbándose a su lado, mirándola-
Patricia: Porque me encantaba sentir como ponías todo tu empeño en enamorarme. Me hacías sentir especial.
Ángel: ¿Y ahora ya no? –Inquirió algo aturdido. Su expresión se tornó triste-
Patricia: Estar a tu lado cada día me hace ser más especial por momentos, cariño. –Le sonrió- Además, no podía soltarte todo esto de sopetón cuando aún no estaba segura del todo… Lo entiendes, ¿verdad? –Ángel asintió-
Ángel: Pero el piso vas a terminar de pagarlo tú. Que no sabes lo que me costaba mandarte un ramo de rosas cada día al camerino. –Patricia soltó una carcajada antes de tirarse sobre él y comenzar a hacerle cosquillas-
Patricia: Que te lo has creído, listillo… -Ángel contraatacó, haciendo que la risa de ella inundara la habitación- Te quiero. Te quiero, te quiero, te quiero… -Repetía entre carcajadas-
Ángel: Nada te liberará de mis garras… -Amenazó con una voz graciosa, que hizo que ella riera más-
Patricia: Vale. –Aceptó- Pero te quiero. –Concluyó antes de abandonarse a su ataque de cosquillas-

ARTISTAAAAAAAAAAA!!!!! TÍA GÜENAAA! ACÓSAMEEEEEEEE! (ah no, eso no, eso sólo alguien que tú y yo sabemos...y no, no es Falete)
aiiii, que cosa más preciosérrima ya te lo he ido diciendo cachitos por cachitos pero me ha requeteencantado... él ahí pidiéndole que le dejara enamorarla.. AIIIIIIIIIIIII! menos mal que aquí nuestra querida Patricia Conde ha sido fría pero no tanto como otra que tú y yo sabemos también... *_____* (y no, no es Falete)

eso sí, tu el otro fic lo terminas por mis cojones, aunque tenga 10 capítulos..no te olvides de que te tengo muuuuuuuuuuy cerca! ¬¬

PD: gracias por la publicidad TAAAAAN subliminal que me has hecho cari, te lo compensaré rezando por ti cuando me acuerde =)
PD2: odio dejarte comentarios tan largos porque te ilusionas pensando que son cosas interesantes y en verdad son las mayores tontunas del universo... pero ya sabes que yo no doy para más

Vaya, por una vez voy a tener que darle la gracias al verano por no dejarme pegar ojo, este minific es genial de verdad te lo digo, tienes una forma de escribir maravillosa, no pares de escribir NUNCA! o juro que te buscare y soy muy persistente aviso =P, bueno en resumidas cuentas...ARTISTA!!

cLau-90 escribió:PD: gracias por la publicidad TAAAAAN subliminal que me has hecho cari, te lo compensaré rezando por ti cuando me acuerde =)

No te ha hecho publicidad subliminal. Ha intentado que creas que pretendía hacerlo, para quedar bien contigo, pero en realidad no quería hacerte publicidad (ya que prefiere tener ella más comentarios que tú) y lo sé porque te ha llamado miss.bones, que aquí pocas sabrán que eres tú.

Y una vez creado el mal rollo, procedo a opinar sobre este maravilloso minific.

Ángel: ¿Qué es lo que verdaderamente te molesta? –Indagó con sosiego y sin dejarla terminar de hablar- Hago todo esto desde siempre.
Me encanta lo adultas e inteligentes que son las conversaciones. ¿Seguro que lo has escrito tú? Parece mentira cómo te transformas cuando escribes. Pasas de ser una lerda a una intelectual.

Ángel: No quiero garantías, no quiero nada… ¿No lo entiendes? Solo quiero tener la certeza de que hice lo posible por tenerte… -Ella guardó silencio, se había quedado sin objeciones coherentes.
Ya podría pensar igual el Ángel real xD

Patricia: Porque tú buscaste dentro de mí hasta que encontraste lo que querías.
Ángel: No lo entiendo. –Murmuró frunciendo el ceño- Si me dices que solo tuve que buscar en tu interior, significa que… -Comenzó a atar cabos sin saber muy bien a dónde le llevarían e intentando que ella le echara un cable, cosa que no tardó en hacer-
Patricia: Que ya estaba enamorada de ti, cielo. –Concluyó sin más, robándole un corto beso y encaminándose a la habitación contoneando las caderas. Ángel la observó irse sin poder moverse del sitio-


Ale, pues hártate a hacer minifics. Si así vas a ir más rápido, me parece perfecto.

oiiiiii
pero que cosa más bonita! Me encanta!!
tu forma de escribir es... perfecta! lo expresas todo a la perfección
sigue escribiendo! con minifics, fics, fics eternos, lo que quieras, pero quiero leer más cositas tuyas!

Tía, eres una artista. Una jodida y magnífica artista!
Me encanta cómo lo has escrito, me encanta el final que le has dado, me encantas tú! y tú, y tú y solamente tú!!!!!!!!!! Eres arte, canariiiiiaaaaa (L)

Ay, me he reído mucho con lo de "Ángel: Pero el piso vas a terminar de pagarlo tú. Que no sabes lo que me costaba mandarte un ramo de rosas cada día al camerino."
Eres muyyy grandeeeee *ojitos de Clau*

Has metido muchas frasazas *más ojitos de Clau*

PERO EL OTRO FIC LO ACABAS COMO QUE YO ME LLAMO COMO ME LLAMO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! No te joroba, la tía! Pshéééé!!!
Claro que, siempre puedes escribir tantos minifics como quieras
PERO SIGUIENDO EL OTRO!

¡Qué artista eres, flipo con tus mini-fics!